Room 609

374K 15K 17.1K
                                    

—Bueno, por ahora no tenemos habitaciones con camas individuales. La única disponible para dos personas es de una cama doble.

Miré a la uniformada delgada señora tras el mostrador y luego a West. Miles de consecuencias a raíz de este problema se me cruzaron por la cabeza.

Así de mala era mi suerte. Joder, íbamos a ir a un motel hasta que yo insistí en que los moteles eran una mierda y sólo servían para rapiditos por el camino. Yo y mi gran bocota.

—Así que... ¿La van a tomar?—nos preguntó la castaña al ver que aún no decidíamos nada, que sólo nos mirábamos a ver quién cedía primero en nuestra batalla intensa de miradas.

—No lo sé, ¿la vamos a tomar, Dylan? —West me dedicó una sonrisa de suficiencia que claramente decía "te dije que era mejor el motel".

Resoplé con resignación. Teníamos más de seis putas horas de viaje sin descanso encima, lo menos que quería hacer era ponerme a discutir por mí error.

Para ser honesta, me dolía el trasero de tanto estar sentada.

—Sí, sí, de acuerdo —acepté, poniendo los ojos en blanco. Sin tener muchas más opciones.

Sólo quería darme una ducha relajante e irme a la cama. El día había sido realmente divertido, pero bastante pesado. Esta era nuestra cuarta parada en todo el viaje, estábamos en algún lugar de Texas y habíamos visitado la ciudad antes de decidir que merecíamos un cómodo descanso. En las paradas pasadas, no habíamos tenido la oportunidad de alojarnos en un lugar tan cómodo y bonito como este se veía, habíamos decidido tener la experiencia completa de viajeros, por lo que en Dallas alquilamos un espacio en un complejo de remolques durante un par de días mientras hacíamos turismo. Pero hoy, estábamos agotados y necesitábamos con urgencia una cama bastante esponjosa con almohadas, en vez del rígido asiento trasero de su camioneta.

—Tomaremos la habitación —le indicó mi compañero, volviéndose hacia la mujer y sonriéndole con cortesía.

Bien, esto de dormir en la misma cama que mi atractivo novio, se convertiría en un deporte extremo. Estaba 100% segura de eso.

Es decir, no era como si estuviéramos evitando estar solos, dormir en un complejo de remolques significaba tener cero privacidad durante nuestras calientes sesiones de besuqueo. Siempre que intentábamos llegar así fuese un poco más lejos de lo usual, éramos sorprendidos con voces a lo lejos o personas que querían socializar con nosotros, así que no habíamos tenido mucho tiempo de pensar en lo que pudiese pasar en una situación como la que estábamos a punto de experimentar. Los dos solos, en la habitación de un hotel.

Me tomó de la mano y subimos al ascensor en completo silencio. Nos mantuvimos así, hasta que el número 5 alumbrado en rojo hizo que la máquina se detuviera, abriéndonos las puertas de nuestro piso.

—Es la número 609 —comentó West, con una pizca de picardía en su voz, caminando tras de mí mientras cargaba nuestro equipaje.

—Irónico, ¿o qué? —murmuré para mí misma.

El interior de la habitación era acogedor. Las paredes eran de un papel tapiz oscuro. Mucha decoración de madera. Una buena vista de la ciudad. Y una gran cama en el centro que ahora mismo se veía demasiado cómoda y peligrosa al mismo tiempo.

—Lindo —comentó él, sentándose sobre la cama, aún apreciando el lugar—.Ven a probar esto, bebé, es jodidamente cómodo comparado con los asientos de cuero.

Reí al verlo dar saltitos en el colchón como un niño pequeño.

—Que vengas, te digo —me ordenó de nuevo, esta vez usando su fuerza para jalarme del brazo y hacerme caer sentada junto a él.

The Road Trip (Capítulo Especial)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora