One Shot

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Kayla sabía que robar no estaba bien. Por supuesto. Sus padres se lo habían enseñado, su abuelo se lo había enseñado. En la cultura grounder robar era una gran ofensa. Y si robabas a la Comandante, aún más.

Pero había visto aquella puerta abierta y no había podido resistirse.

La cocina de la gran torre de Polis en la que residía la Comandante estaba en la planta baja, y ella y algunos otros chicos que tampoco tenían demasiado que comer solían merodear por allí para busca las sobras que los cocineros tiraban a la basura.

Pero esa tarde, alguien había dejado la puerta abierta y Kayla se había visto tentada por el olor a comida recién hecha y perfectamente condimentada. Había entrado a hurtadillas y había intentado robarse un par de bocadillos, pero lamentablemente había sido descubierta.

Y ahora estaba recibiendo una paliza en frente de todos en las afueras de la torre.

Podía escuchar a la gente gritando. Algunos en contra, llamándola ladrona y salvaje y otros pidiéndole a los guardias que se detuvieran.

Ella estaba acostumbrada. No era la primera paliza que recibía a sus cortos ocho años.

Sintió como una de las manazas de los guardias la cogían de roída camiseta y le estampaba un fuerte golpe en la mejilla.

Kayla se sintió aturdida y comenzó a ver todo borroso cuando su cuerpo cayó sobre la arena. Sacudió un poco la cabeza rodando sobre su costado y se dio cuenta que de pronto, todos se quedaban en silencio.

Los casquillos de unos caballos se escuchaban a lo lejos y Kayla pestañeó sintiendo sus oídos zumbar.

-¿Qué está pasando aquí?-Kayla intentó incorporarse pero se lo impidieron.

-Wanheda-Dijo uno de los hombres de forma respetuosa, aunque su voz sonaba molesta por la interrupción-Esta delincuente ha entrado a la torre a robar, debe ser castigada.

Kayla levantó la vista cuando la rubia se apeó del cabello y se acercó.

Nunca había visto a la esposa de la Comandante en persona.

Era realmente... impresionante.

Su cabello rubio era como el sol resplandeciente, y sus ojos azules eran un mar compasivo.

Se acercó observándola de cerca.

Kayla pensó que iba a golpearla también o que quizás le ordenaría a los guardias que siguieran, pero en lugar de eso se agachó a su lado.

-¿Estás bien?-Le susurró e intentó tocarla pero Kayla se apartó con miedo-Está bien... está bien, no voy a pegarte. Está bien-Kayla la miró dubitativa.

-La llevaremos ante la Comandante para...-Comenzó a decir uno de los guardias, el que Kayla supuso, estaba al mando.

-La Comandante está ahora mismo bastante ocupada en una reunión con todos los clanes, según recuerdo.

-La pondremos en las celdas...

-No-Clarke mejor conocida como "Wanheda" se puso de pie y Kayla se dijo que cuando quería podía ser muy imponente.

Kayla había escuchado que ella sola había vencido a todos los hombres de la montaña y que era una gran guerrera.

Una vez la había admirado. Pero luego de lo ocurrido en la guerra contra La Nación del hielo, no estaba segura de cómo se sentía con respecto a ella.

Gracias a esa guerra había perdido todo en su vida.

-Yo me encargaré de ella-Siguió diciendo luego-Soltadla.

After War - One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora