Imaginas [Pink Floyd]

**Candy Store.

- Anda Syd, ve y saludala, es tu novia.— le dijo Rick a Syd

- ¿ Pero y si el dueño nos ve?— respondió Syd

- Solo la vas a saludar, no a violar. - Rió Roger.

- Esta bien, voy a comprar los dulces e iré a verla.- entró en la tienda y caminó por los pasillos, seguido por los chicos.

[...]

- Buen día ¿desea algo más?. - dijo Aline sin levantar la mirada.

- Buenos días preciosa. Solo hay algo que deseo de aquí que no puedo comprar en este momento. -Aline levantó la mirada desconcertada, pues no sabía quien era.

- Que mal, pero yo se que en la noche podrás tener lo que quieres.- susurró sensual.

- Eso espero Aline.- tomó su mano.

- ¡Te lo prometo! Pero quiero que en casa me esperes en la habitación, si no es así, olvidalo.- Miró sexymente a Syd
- Espero la hora para verte de nuevo.

- Te tengo una sorpresa. Sabes a que me refiero.— miró al chico.

- ¡No me provoques! No sabes que ganas me dan de hacerte el...

- ¡Shhh! Cuando llegue lo haremos.

- Hola Aline.— saludaron todos.

- Hola chicos.- sonrió tiernamente.

- Ahora voy muchachos. ¿ Cuanto es por esto?

- 19 libras.

- Ten, te esperaré pacientemente en casa.- le dio un beso corto.

- Yo también desearía ya estar en casa.

- Nos vemos amor. -Syd salió de la dulcería con la bolsa en mano, los chicos lo vieron algo sonrojado.

- Paredes un tomate mi querido Syd.- bromeó Nick.

- Diablos, ¿ se nota mucho?

- Si, ¿ pues que te dijo tu chica?

- Algunas cosas.- Sonrió pícaramente.

- Seguramente hoy habrá acción en la cama de Syd.

- No lo dudes.- los tres rieron mientras Syd los miraba fulminante.

- ¡Chiiicooos! No cuenten mis cosas por favor.

- Entonces es cierto.- lo codeó Rick.

-...si, pero mejor vayamos al estudio para terminar rápido.

- Se nota que quieres que el tiempo vuele para...- hizo una seña obscena que significaba sexo.

- pues ...

- Ya no te molestaremos.

[...]

Aline llegó a casa después del trabajo. Entró y subió las escaleras mientras se despojaba de la ropa. Un día anterior había ido a comprar un lindo conjunto interior para sorprender a Syd, en pocas palabras lo había planeado.

- Hola amor.- dijo Syd al oír la puerta abrirse.

- ¿ Cariño?- repitió cuando vio la silueta de la chica pasar al otro lado de la cama.

- ¿ quieres jugar eh?- repitió cuando ella subió a la cama.

- esta es tu sorpresa.- se colocó sobre Syd, poniendo sus piernas a los lados de las caderas de él.

- Disfrutaré esto.- comenzaron con besos lentos y tiernos, pero el contacto de las manos frías de aquel chico hizo que Aline reaccionara casi inmediato, ella soltó un ligero gemido.

- Me encanta tu esencia, tal y como huele la dulcería.

- Disfrutala.- siguieron con besos mas atrevidos. Aline ayudaba a Syd a quitarse la ropa para poder seguir con lo suyo, todo salía volando a algún lugar de la habitación, entre risas y juegos.

Cuando por fin estuvieron desnudos, Syd besaba cada parte del cuerpo de su compañera, sus respiraciones se agitaban y era lo único que se escuchaba.

De momento, Syd se colocó entre las piernas de la chica, con movimientos lentos se introdujo en ella, convirtiéndose en uno, pues ellos se amaban de una manera incomparable.

La noche era silenciosa, lo único audible eran sus respiraciones agitadas y el choque de sus pieles en cada movimiento.

- Me encanta hacer esto. - dijo agitado y con una sonrisa.

- A mi me gusta mas. - se miraron a los ojos.

- Quiero casarme contigo.

- Lo se, también yo quiero casarme contigo Syd.

- Entonces, ¿aceptas?

- Es muy romántico que me lo digas ahora, estamos haciendo el amor. - soltó una pequeña carcajada.

- Hmm... te lo pediré formalmente, pero por ahora te lo pido en este momento.

- Claro que acepto mi amor.

La noche siguió, ambos habían quedado exhaustos, se tumbaron en la cama desnudos y Syd abrazó tiernamente a Aline.

- Te amo.

- Y yo a ti mi querido Barrett.

- Pronto serás la señora Barrett.

- Y tal vez, no se, sería bueno tener pequeños Barrett.

- Me gusta la idea cariño.

- Ahora vamos a dormir.

- Descansa.

- Igual amor.

Esa noche comenzó algo mucho más grande que una simple relación, inició un amor eterno [...]