capítulo 1

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Hijo del páramo helado

Capítulo 1

El capitán había terminado de dar las indicaciones a la tripulación cuando las olas comenzaron a ser mansas y el cielo se manchó de estrellas.

-Ciril, ven aquí, el cielo está despejado, hablaremos un rato y cantaremos unos versos para elevar el espíritu-dijo el sirviente al joven chico que trapeaba la cubierta.

Ciril reparó en la extraña figura del sirviente mientras se acercaba a el, observaba hacia el horizonte como si buscase el paraíso en la tierra.

- y en vísperas de nuevos tiempos, solo se sienten los golpes del viento, en el océano negro y excelso, solo se oyen los susurros de espectros, bajo un cielo ya olvidado, nobles y mercaderes danzan lado a lado, con sus capas de sedas, convertidas ya en piedra- rimó dulcemente el sirviente.

-cuando el mar esta así de quieto, bañado por la luz de la luna, parece un páramo congelado.

-han pasado cuatro años desde que te trajimos desde el frio Skyrim, ¿puedes recordar las masas de hielo entre las que te hayamos?

-las recuerdo bien.

Solo tal recuerdo bastó para derribar su muro de cinismo, recordó con dureza la pequeña cabaña donde él y su padre vivían, el humo que salía por la chimenea, y la forma como el sol tiñó todo de oro el día en que el capitán lo encontró.

-a veces pienso en mi padre, si aún vive escondido entre los colosos de hielo y piedra, daría lo que fuese por escucharle aunque fuese su suave respiración.

-Ciril, no te pongas triste, sabes que el té amaba, por ende quería lo mejor para ti, ¿qué es mejor que ser el nuevo esposo de la condesa?

-estoy algo preocupado por llegar a tierra, tu siempre te esfuerzas en educarme para que de una gran impresión en las fiestas de los aristócratas, pero me pone nervioso no ser lo suficientemente bueno para la clase de vida que quieres darme.

-desde el día que te encontramos supimos que serias perfecto, nadie puede negar tu belleza, los cuatro años que estuviste a nuestro lado te sirvieron para madurar, y aprender lo básico que un príncipe debería saber, te amarán, yo lo sé, todos estamos orgullosos de quien eres y donde has llegado.

Ciril estaba acostumbrado a hacer su vida durante la noche y dormir durante el día, el sirviente; quien siempre le hacía compañía durante las noches; había insistido en que así su piel evitaría mancharse con el sol, pero apenas Ciril despertó al día siguiente salió a cubierta, en ese lugar del mundo la niebla era espesa, parecía casi salida de los fumaderos de opio del infierno, a duras penas pudo divisar la luz en el puerto de Anvil, una ciudad portuaria tragada por el mar y sumida en el misterio.

-estamos a punto de arribar en el puerto de Anvil, mañana por la mañana nos encontraremos entrando al castillo de Chorrol, allí se encuentra su futura esposa, ilustrísimo-dijo de forma cortés el capitán gray.

- ilustrísimo será si es que logra impresionar -observó de forma celosa el almirante.

-Anvil, una ciudad portuaria ubicada en la costa dorada, al oeste de cyrodiil en Tamriel, se caracteriza por su misterio y fuerte sincretismo cultural por la práctica del mercantilismo-susurró Ciril al sirviente.

-ahora Chorrol-dijo este a su tiempo.

-Chorrol, ciudad ubicada al oeste de cyrodiil, posee un característico roble en el centro de la ciudad, además de la fuerte presencia del gremio de peleadores.

La jornada hasta Chorrol fue agradable, el paisaje de cyrodiil era fantasioso, casi como el sendero olvidado de un cuento, el césped y los inmensos robles cubrían los lados del camino, y de tanto en tanto se alzaban estructuras hechas de piedra blanca, las cuales se arqueaban dando paso a las formas más hermosas, que serían hogar para una que otra bestia u hombre.

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⏰ Last updated: Jul 22, 2016 ⏰

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