Capítulo 10: Te quiero

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Una sonrisa apareció en su rostro —¿Los hiciste tu?

Asentí —Yo solita —dijo orgullosa.

Con cuidado de no tirar arena sobre la comida se puso de pie y caminó hasta mí, se sentó a mi lado y tomó mis manos entre las suyas —¿Te he dicho alguna vez que eres la chica más asombrosa que conozco? —negué con la cabeza sonriendo —Pues lo eres y por eso y mucho más te quiero.

Soltó mis manos para abrazarme, escondí la cabeza en su cuello respirando profundamente su olor, nos quedamos así unos minutos.

—Deberíamos comer, creo que en cualquier momento comenzará a llover —dije mirando el cielo, se había nublado tapando las estrellas.

Nos separamos y probamos los bocadillos, Lucas se comió casi todo el flan, era divertido verlo comer con tanto entusiasmo, casi como yo con el helado.

—Te quedó todo muy rico —dijo un momento después —¿A qué son los mejores postres del mundo?

—Gracias, pero sigo amando el helado.

—Oh cierto que tienes una obsesión —se rió levemente —¿Debería sentirme mal por no saberlo? —preguntó un poco más serio.

—No, no esperaba que lo supieras, es raro que yo lo supiera con lo despistada que soy —dije.

Asintió de acuerdo —Eso es cierto, eres muy despistada.

Lo golpeé en el hombro —Que yo lo diga no significas que puedas burlarte.

Levantó los brazos a modo de rendición —Me encantó la sorpresa, la comida sobre todo.

Lo miré divertida —¿Quién te dijo que aquí terminaron las sorpresas? —pregunté en tono misterioso.

Levantó una ceja —¿Tienes otra más?

Asentí y de abajo de un almohadón saqué una cajita negra, se la entregué.

—Para que no me olvides —dije mientras él la abría.

Se rió sacando el collar, era un cordón negro del cual colgaba una tabla de surf que en el medio tenía tallado un enorme helado.

—Con collar o sin collar jamás podría olvidarte —dijo mientras se lo colocaba.

Sonreí —Bueno, entonces cuando yo no esté contigo solo tienes que mirarlo y me verás. Soy el helado por si no lo has notado.

Volvió a reírse —¿Y yo la tabla? —asentí —¿Eso quiere decir que siempre estaremos juntos?

Me encogí de hombros en respuesta, Lucas se recostó en la arena, apoyé la cabeza en su pecho y cerré los ojos, él me abrazo en silencio.

Poco después sentimos las primeras gotas de lluvia, pero igual nos quedamos acostados.

—Sabes —dijo luego de un momento —Siempre quise bailar bajo la lluvia.

Lo miré —¿Qué?

Se puso de pie y me tendió las manos para que hiciera lo mismo, luego tomó mi cintura acercándome a su cuerpo —Siempre quise bailar bajo la lluvia —repitió.

—Pero no tenemos música —dije siguiéndole los movimientos.

—No importa —dijo —Ya estamos bailando.

La lluvia se hizo más fuerte empapándonos por completo, Lucas me levantó en el aire haciéndome girar, estiré mis brazos a los costados y tiré mi cabeza hacia atrás mirando el cielo.

Me bajó lentamente, nuestras ropas mojadas se pegaban la una con la otra, recostó su frente en la mía mientras terminábamos nuestro baile.

—Deberíamos irnos —susurré.

Amor de Agua SaladaWhere stories live. Discover now