A dos pasos

4K 228 42
                                    

Hola, bueno mientras estoy escribiendo un nuevo cap de mi otra historia, les dejo este relato corto que una vez presenté en un torneíto. Es un drama que en su tiempo me supo inspirar una persona y su historia. Espero les guste... y nada, ya pronto actualizo mis otras historias. xDD

A Dos Pasos.

Pasó saliva con rigidez, en tanto que su pie derecho se deslizaba hacia abajo y en un nanosegundo, regresaba temeroso en busca de la firmeza de la madera. Cerró los ojos, sintiendo como una gota de sudor resbalaba por su espalda haciéndole batalla al frío polar de aquella tarde. Nadie podría estar sudando en ese instante, pero él lo hacía.

Sus manos temblaban, su boca se sentía desértica y aquel nudo en su garganta aún no estaba lo suficientemente apretado, pero lo estaría. Intentó alejar los pensamientos que golpeaban su mente de a tropel, ¿acaso no había meditado esto lo suficiente? ¿Qué otra cosa podría hacer?

Su vista deambuló por la sala de estar, todo se veía tan calmo desde ese punto, todo se veía estático. ¿Cómo mantener esa imagen en su mente? ¿Quizás una fotografía? No, no podía. Aunque habría sido útil, tal como esa fotografía que descansaba sobre la televisión de la sala. Atesoraba un instante que jamás olvidaría, algo que quizás no merecía tener en sus recuerdos.

Unos pasos resonaron lentos y calculados desde la cocina, él se volvió todo lo que su posición le permitió, para mirar sobre el hombro. Ella sostenía el cuadro en sus manos, el cuadro que debía estar sobre la televisión, ese que atestiguaba la felicidad de una pareja en su primer aniversario. Lo miraba fijamente, como si de alguna forma pudiera ver más allá de la imagen retratada. Un segundo después, lo observó a él. Su rostro no evidenció un cambio notorio no parecía sorprendida, ni parecía dispuesta a decirle nada que lo instigara a abandonar aquel estúpido plan.

Se encontraron en una conversación sin palabras, en donde uno prefería ignorar la realidad y otro vivir de un recuerdo. El nudo en su garganta se cerró, como si repentinamente intentara pasar un trozo de carbón por entre sus cuerdas vocales.

—No sabía…—murmuró, creyendo que debía explicarse.

—No me importa —respondió su mujer, regresando su atención al cuadro —. Fue un lindo día ese—Sonrió.

—Lo fue, sin duda…

Se removió incómodo, incapaz de mantener el contacto visual. Las palmas de sus manos le picaban, necesitaba con urgencia abrazarla y pedirle disculpas. Necesitaba decirle que aquello no era por su causa. Pero no podía, no había modo de liberarse de su propia trampa. Las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas de forma silenciosa, presionó los parpados con fuerza tan solo logrando que el caudal creciera.

—Te amo.

—Lo sé.

—No sabes cuanto. —Ella caminó hasta pararse enfrente de él.

Una vez más le ofreció una cálida sonrisa, un reflejo de paz y serenidad. Algo que él echaba de menos, algo que pensaba haber perdido en medio de tanto caos.

—No voy a juzgarte.

—Deberías.

—No, mi único deber es acompañarte —Se observó su mano izquierda, en donde la marca de un anillo decoraba su dedo anular. Hacía tiempo que el espacio se encontraba vacío, pero eso no pareció contrariarla—.  En las buenas y en las malas, ¿cierto?

—Cierto—accedió, enloqueciendo ante su cercanía —. Abrázame.

Ella negó.

—Eso no es lo que quieres.

A dos pasosWhere stories live. Discover now