Capítulo 10

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— ¿Como que eso no es problema suyo? —dije alterado.

—Bueno, usted sabrá que hacer. En 15 días tiene que dejar la propiedad, o tendrás acciones legales con Banco México. Que pase un feliz resto del día. —Dijeron mientras salían del apartamento.

Al cerrar la puerta de mi apartamento, me quedo con cara de sorprendido al ver lo que estaba pasando. Ósea este apartamento, las cuentas de banco, otras propiedades en otros estados del país, todo eso pasara a manos de la mujer esa. Cojo el documento en el folder amarillo, y me pongo a leer lo que está incautado y veo algo extraño en él, la cuenta secreta que está en París no aparece en esta lista. Al parecer creo que el gobierno no sabe de la existencia de esa cuenta extranjera, y eso es bueno porque si papá tiene dinero guardado ya sé con qué motivos serán usados, según leo el documento; todo lo que dice es veraz y no puedo meterme en eso. Por lo tanto, si debo entregar en 15 días este apartamento, bueno me dolerá tener que despedirme del así, pero que le vamos a hacer. Más al rato término de recoger todas mis cosas y los dejos en una caja lista, porque decidí que si tenía que dejar el apartamento tenía que ser lo más pronto posible. Luego salí a la casa de Sam donde por suerte estaba ahí y pude contarle lo que estaba pasando. Me dijo que me podía quedar el tiempo que quisiera en lo que encontrara un nuevo lugar para rentar, pero le dije que no quiero abusar de su confianza. Pasaron dos días y ante de lo que pasó, yo había tomado a pecho eso del embargo de las propiedades de papá, incluso deje tranquila a la señora del monte, hasta ahora. Cuando voy a la Universidad a tomar mi clase, tenía clases de psicología en ese momento y todo estamos esperando al profesor, bueno el entra pero antes de comenzar me dice que me necesitan en la directiva

—Disculpa la molestia el haberte tenido que llamarte Alejandro, pero tengo que comentar algo grave. —dijo el rector.

— ¿Pasa algo señor rector? —Le pregunto con una cara de confusión.

—Bueno hijo, pasa que, no sé cómo decírtelo. —buscaba como una explicación como para no hacerme herir o algo así.

—Ya señor rector, dele al grano y ¿dígame lo que está pasando?

—Me llamaron, unos señores y me estaban contando que están embargando todas las propiedades y cuentas de tu difunto padre, que en paz descanse.

— ¿Y eso que tiene que ver conmigo señor rector?

—Que tus créditos universitarios fueron retirados. Por lo tanto, no podrán seguir pagando la Universidad.

Al escuchar eso, pensé que había sido una broma del rector.

— ¿Como que los créditos me fueron negados? —le pregunté algo muy confuso.

—Me llamó un señor, que lo hacía de parte de una señora muy poderosa al parecer, avisando que ya no llegaría los siguientes pagos a la universidad. Por lo tanto y que nos han exigió que te expulsemos del campus.

—Pero señor rector, no entiendo aún. ¿Cómo es eso de que ya no podré seguir estudiando y que le están exigiendo que me expulsen? ¿Y que además es una mujer poderosa? —En ese momento me llegó una idea de quién podría ser esa mujer, A lo que le pregunté. — ¿quién es señor rector?

— ¿Quién es quién?

— ¿La persona que le dijo que no seguiría pagando los créditos de la Universidad?

—Bueno dijeron que era de parte de una mujer llamada Ana Lucrecia del Monte.

No puede ser cierto, esa mujer no le basta el querer terminar de destruirme. Entiendo que haya querido quitarle todo a mi padre por haberla estafado, pero eso no le da el derecho de venir a imponerse sobre mis estudios.

—Alejandro, ¿Estás bien? —El rector, me habla sacándome de mis pensamientos.

—En sí, si lo estoy. Pasa que estoy en shock, no sé porque me estén haciendo esto.

—Alejandro, créeme que, si fuera por mí, no hubieras tenido que pasar por estas cosas. Pero órdenes son órdenes y como tú papá era el que pagaba la universidad a través de esos fondos de banco Mex, ahora la situación está.... —no lo deje terminar la frase.

—No se preocupe, yo estaré bien a demás, estaba por irme del país en cuanto terminara este semestre. Pero ahora que veo que ya se me adelantaron en algo.

El rector, me dijo que lo sentía y que si no quería pelear para que me apelen eso. Y yo le dije que no, le expliqué todo lo que iba a hacer de ahora en adelante y él como buen samaritano lo terminó entendiendo. Entonces después de terminar la charla con el rector, me voy como si nada hubiese pasado a mi salón de clases, recogí todas mis cosas y decidí irme sin decir nada. La clase de Sam parece haber terminado porque me lo encontré en la salida y se encontró raro el que yo haya salido temprano y le dije pues que tenía muchas cosas que contarle, pero en casa.

— ¿COMOOOOOOO? ¿Y PORQUE NO HICISTE NADA? —Pregunto Sam algo alterado.

—De todas maneras, yo como quiera iba a dejar la Universidad. Sólo pensaba estudiar este semestre.

—Alejandro, pero esa mujer va a arruinar tu vida. ¿Y tú te piensas quedar, así como si nada hubiera pasado?

—Claro que no, pero quiero que ella vea que me derrotó. Así me dejara en paz y podré prepararme mejor para hacerle el contra ataque.

Sam parecía confundido, no lo lograba entender a lo que me estaba refiriendo. Mientras yo estoy sentado el sofá y el va a la cocina en busca de un vaso con agua, a lo que pregunta;

—Ósea, ¿Qué todavía tienes en mente vengarte de ella? —Pregunto desde la cocina.

—Sí, y ya sé cómo lo voy a hacer. Pero para eso necesito desaparecer por un tiempo, pero sin dejar de vigilarla. Así que ya está decidido, regresaré a mi país en unos días y me vengare de ella y aunque; duela tener que admitir esto, pero tengo que hacerlo de la misma, como lo hacía papá.

En ese momento supe que ya mi plan estaba por empezar y tenía que ser perfecto. Nadie se puede enterar de eso.

—Bueno amigo, no más te deseo mucha suerte y espero que todo esto se salga bien, pero... —hizo una pausa. — ¿Cómo lograrás despistarla sin que se dé cuentas?

— ¡Ay! Sam, la respuesta está con esta llave y sólo tengo que hacer un pequeño viaje que lo resolverá todo.

La Hija De Mi Esposa [Editando]Место, где живут истории. Откройте их для себя