Quisiera poder amarte

Capítulo 11: "La otra"

Capítulo 11: “La otra”

 - Señor Lysander- se sonrojó la empleada cuando vio la escena de la piscina. Inmediatamente bajó la cabeza, mientras nosotros nos incorporamos y continuó-. Hay alguien que quiere verlo.

Me sentí muy mal cuando la chica nos descubrió en esa posición. Lysander encima de mí acariciándome la cintura, la espalda, y la barriga, a la vez que me besaba en los labios o recorría sus labios por mi cuello. Menos mal que nos había interrumpido, sino no sabía que locura hubiera cometido. Aunque en el fondo quería que algo más hubiera pasado, que no nos hubiera interrumpido. Me había comportado como una amante experimentada, olvidándolo todo sólo con el roce de la piel de Lysander, incluso del daño que una vez su familia le hizo a mi madre.

Lysander no estaba tan nervioso o tan agitado como yo por lo que acababa de ocurrir, o tal vez sabía disimularlo muy bien. Él si estaba acostumbrado a tener amantes, en cambio para mí era el primero, y difícilmente sentiría o permitiría que otro me tocara de ese modo o despertara en mí esas sensaciones con sólo un roce o un suspiro.

¿Quién sería la persona que lo visitaba? Pensé inmediatamente que sería el médico, pero de repente, apareció sin anunciarse una mujer muy bonita, de unos 25 años, pelirroja, con una figura que perfectamente podía ser envidiada, era muy alta. Podía pasar por modelo, o tal vez lo fuera. Al verla, Lysander salió de la piscina y fue hacia ella para recibirla. La empleada se marchó al ver que Lysander no se opuso a la visita.

- Lysander, qué de años sin vernos, sigues igual o más guapo e irresistible que entonces- dijo la pelirroja emocionada con un tono pícaro, mientras miraba el pecho de Lysander empapado por el agua de la piscina.

- No quiero darte un abrazo porque estoy mojado, tú también estas muy linda, como siempre- dijo relajado y feliz de verla, parecía que se llevaban más que bien.

A ella no le importó que Lysander estuviera mojado. Se acercó y lo abrazó, dándole dos besos en la cara. Demasiado efusiva fue la chica. ¿Qué me estaba pasando? Estuve a punto de salir de la piscina y demostrarle a esa seductora que ese hombre era mío. Pero eso no era cierto, me iba a casar con él, pero sólo era un trato. Nada más.

- No me importa haberme mojado, un poco de agua me vendrá bien con el calor que hace- anunció sonriendo la mujer con el vestido medio mojado muy cerca del cuerpo de Lysander, mientras que el le devolvía la sonrisa.

De nuevo esa sensación de querer herir a alguien. Sobretodo a esa persona que estaba tan cerca de Lysander. Esa rabia que sentía en mi interior estaría a punto de salir si esa mujer no se apartaba de él rápido. No conocía esa faceta de mí. Nunca había sido una persona agresiva, pero ese fuego interior era más fuerte que yo. Tenían que ser ese sentimiento que llaman “celos”. Odiaba sentirme así.

La cara de la pelirroja cambió cuando me vio en los escalones de la piscina. Me levanté para saludarla, sólo por educación, pero noté en su rostro un fuerte desprecio.

- Me han dicho que te vas a casar, ¿ésta es Aline?- me señaló con desdén y sin nada de alegría en su rostro. Al contrario, se veía furiosa-. ¿Tan pronto olvidaste el amor que sentías por mi hermana?- concluyó centrando su mirada en Lysander.