Prólogo.

5K 166 172
                                    

Rocié un poco de agua en mi cara, el sueño me estaba matando y aunque era ya la última clase del día se sentía como si pasara más lento que un caracol, lo peor del caso es que estaría con el profesor que más le gustaba hacerme la vida imposible, si bien él estaba consciente de que era de sus mejores alumnas había algo que lo hacía odiarme. En fin, regresé al salón de clases a paso lento y sin muchas ganas de seguir con la tortura de clase que tenía que tomar, entré de nuevo al aula y me senté en mi lugar correspondiente en las filas de en medio, justo al lado de Daiki.

Sabía que si no me distraía con algo caería rendida sobre la butaca, por lo cual me dispuse a continuar la canción que había estado escribiendo anoche, la cual había titulado "O Green World", tenía la música ya hecha en casa, solo me faltaban unos detalles en el estribillo que era lo que estaba haciendo justo ahora, a fin de cuentas si el profesor Donovan me castigaría por no prestar atención a su aburrida clase de ciencias sociales prefería que fuera por escribir una canción a la humillación de quedarme dormida.

—Señorita Kyuzo... —genial, este hombre no podía durar ni cinco segundos sin joder mi existencia, lancé un gran suspiro.

—¿Sí, profesor? —pregunté en tono amigable, maldiciéndolo internamente, después de todo era mi profesor y no quería tener problemas.

—Se va de la clase por más de diez minutos y llega a garabatear estupideces en una hoja... —demonios, me había descubierto.

—¿Cómo sabe que no estoy apuntando sobre la clase? —lo desafié; el profesor Donovan me dedicó una mirada llena de arrogancia y me arrebató la hoja, le echó una leída y la rompió por la mitad, sentí como si estuviera partiendo mi mismísima alma en dos pues era la única copia que tenía. El resto del salón miraba la escena con atención.

—No es la primera vez que hace cosas ajenas a la clase en mi presencia, señorita Kyuzo, tómelo como una pequeña advertencia, a la próxima será una cita con el director y no creo que a su padre le guste la noticia —dijo, parecía estar divirtiéndose con toda esta situación, a quien engaño, lo estaba haciendo, yo era su maldito chiste.

Resoplé molesta, me sentía humillada e indignada. Miré de reojo a Daiki quien me veía con una mirada reprobatoria pero a la vez preocupada, no quería tener que lidiar con sus sermones cuando saliéramos de clase, si bien era mi novio y llevábamos años de relación a veces tendía a ser un poco sobre protector conmigo, y eso incluía que él odiaba que yo me metiera en problemas con el queridísimo profesor Donovan.

El timbre sonó un rato después (un rato que para mí parecieron horas), todos salimos casi huyendo del aula, el profesor me dijo algo pero simplemente decidí ignorarlo, había cruzado la línea al romper mi composición, me tomaría días recordar las palabras exactas que había puesto y si es que lograba recordar con exactitud cuales eran...

—¡Noods! ¡Espera! —la voz de Daiki me hizo detenerme a mitad del pasillo— ¿Estás bien, bijin? —musitó quitando uno de mis mechones morados de mi cara y rodeándome con su brazo, la verdad no estaba bien... Si bien mi día ya había comenzado mal, esta última hora lo había hecho mucho peor, pero debía admitir que al estar en los brazos de Daiki me sentía mejor— Noods, estoy al tanto de que día es hoy y...

—Lo estoy... —mentí interrumpiendo, no quería hablar con respecto al día de hoy— te veré en casa, ¿de acuerdo? Debo ir a trabajar. —Daiki asintió con un rostro preocupado y beso mi frente, me despedí de él y salí de la escuela.

Caminé hacia el trabajo con mis audífonos puestos; trabajaba en una pequeña tienda de música y adoraba trabajar ahí, la música era mi pasión, tanto escucharla como escribirla y aunque fuera trabajo yo lo sentía como un pasatiempo, estar rodeada de instrumentos musicales era una sensación divina. Aunque hoy por ser un día devastador no me sentía con el ánimo como de costumbre.

Llegué al pequeño local donde estaban Carl y Chaz; Carl era el dueño del lugar, un hombre ya adulto de unos 50 años más o menos, nunca en el año y medio que llevo trabajando aquí me ha querido revelar su edad, y Chaz era su sobrino, un chico bastante distraído el cual era sobrino de Carl y uno de mis mejores amigos, siempre traía sus audífonos a todo volumen.

—¡Hey, pequeña Noodle! —Carl me saludó efusivo al otro lado del mostrador, a su lado estaba Chaz con sus típicos audífonos y ojos cerrados, sonreí al verlo.

—Hola, Carl... —contesté en un intento fallido de ocultar mi ánimo decaído.

—¿Estás bien, Noods? —preguntó Carl, él sabía que esta actitud no era normal en mí.

—No... —admití— h-hoy se cumplen nueve años de que dejé Osaka... Y además el estúpido profesor Donovan se metió conmigo de nuevo —bufé.

—¿Sabes qué te levantará el ánimo, pequeña? —sonreí, conocía su respuesta— ¡Trabajar! Andando, niña, tienes cosas que hacer... Llegó nueva mercancía y necesito que acomodes las cajas.

—De acuerdo, Carl...

—Y si llega alguien solo atiéndelo, este tonto ni siquiera se daría cuenta si una mosca entra en su boca —dijo refiriéndose a Chaz, yo asentí.

Antes de empezar mi trabajo me acerqué a mi amigo y bese su mejilla a modo de saludo, abrió sus ojos y me abrazó sonriente para después volver a su música, sonreí negando con la cabeza y me dispuse a trabajar. Un par de horas más tarde el lugar seguía vacío, ni un alma llegó a buscar un solo instrumento, Chaz seguía en lo suyo y Carl había salido encargándome la tienda... Decidí tomar una guitarra igual a la que tenía en casa, una Fender Telecaster y empecé a tocar unos acordes, los que recordaba de "O Green World".

—¡Eso está genial, Noods! —di un respingo ante la voz, miré hacia arriba y vi a mi amiga Lynn acercarse.

—¡Me espantaste! —la recriminé sonriente— ¿Qué haces aquí?

—Primero que nada, sé que día es hoy, Noodle... Quería saber cómo estabas... —la ola de tristeza mi invadió de nuevo— y además... Vine a decirte que mañana habrá una fiesta y quiero que me acompañes.

—Sabes que las fiestas no son mucho lo mío, Lynn...

—¡Oh, vamos! Irá un tipo que me gusta... Se llama Murdoc y necesito tu compañía como apoyo moral. Además el tipo es músico también... —Lynn me miró con ojos suplicantes, suspiré y asentí.

—Bien, pero me la debes...

Lynn sonrió con malicia y sin siquiera despedirse salió del local.

_______________________________________________

Halo! Bueno esta es una nueva historia, la había querido hacer desde hace tiempo pero quería terminar "Always" primero.

Antes que nada, el fic no estará tan ligado a la historia original de Gorillaz como se darán cuenta, aunque los personajes, una gran mayoría de detalles originales y el 2dle estarán presentes 7u7.

Sé que es un prólogo algo aburrido, pero les aseguro que se vendrán cosas intensas. Espero les guste (:

~IsabelG

DESIREWhere stories live. Discover now