Capitulo 11... Final

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Me dirigía a casa de Ernesto, tenia que encontrar a Erick de cualquier forma posible, luego cuando encontrara a mi hija lo voy a matar, de forma lenta y muy cruelmente. Estoy casi seguro que al llegar a casa de Ernesto baje el auto sin ni siquiera apagarlo o detenerlo correctamente.

-Ernesto.- me escuche a mi mismo gritando al abrir la puerta de golpe. El ama de llaves corrió hacia mi -¿Dónde esta Ernesto?

-Esta en su oficina, joven. Pero no puede pasar.- grito mientras yo me alejaba.

Entre y entre el sonido de la puerta y mi cara de furia, Ernesto se levanto como resorte con cara de asombro.

-¿Dónde está Erick?- sentí a Jack y a Rosh llevar hasta mi espalda.

-¿Qué?, tu mujercita te engaño con el y ahora lo quieres matar.- dijo sonriéndome, burlándose de mi.

-Escúchame imbécil.- me acerque a el zafando mi brazo del agarre de mi abuelo. Cuando llegue hasta el estaba pelado a la pared, lo tome del cuello con fuerza haciendo que dejara de recibir aire.- Tu hijo, fue el culpable de un accidente donde esta mi hija.

-Yo.. no... tengo ...na-nada que ver.. con eso- dijo con dificultad.

-Tomas suéltalo- dijo mi abuelo.

-Miguel esta en quirófano, siendo operado de emergencia por los golpes.- apreté mas su cuello, y sus ojos se abrieron de golpe.- Mi hija, fue secuestrada por el cabrón de tu hijo. Te voy a dar los segundos que te faltan de aire para que me digas donde esta Erick.

-Tomas que lo sueltes.- sentí los brazos de mi abuelo

-Lo vas a matar, basta- dijo Rosh despegándome de golpe, haciendo que Ernesto callera al suelo buscando aire

-¿Dónde está Erick?- le grito

-La última vez que lo vi fue cuando se fue para México hace unos días.- dijo respirando.- Llevaba distraído y enojado desde que supo que te casabas.

-Si le pasa algo a mi hija...

-También encontré unos papeles de la casa vieja de tus padres, entre sus cosas, ni supe porque.- Se levanto del suelo y me observo.- Te juro que yo no tengo que ver nada con esto. No soy tan monstruo, ella es una bebé.

-Si le pasa algo a mi hija por culpa de Erick.- me detuve frente a el, podía oler el miedo hacia mi.- El no será el único muerto Ernesto.

Volvimos al auto y tomo me celular, tenia catorce llamadas de Clary, también de mi madre. No tengo la cabeza para escuchar la voz de tristeza de mi esposa. Se supone que esto sería nuestra luna de miel, la forma de empezar nuestro matrimonio. Decidí escribirle un mensaje:

"Te amo hermosa, pronto estaremos allí. Avísame cuando sepas algo de Miguel"

La casa vieja, era donde había vivido antes de que mi padre muriera. Cuando el murió mi madre de dejo morir también, descuido la casa, empezó a beber hasta el momento en que mi abuelo nos saco y nos llevo a vivir con el, para controlar a mi madre. Luego de eso jamás había vuelto a escuchar o pisar esa casa. Recuerdos vagos de las veces que veía a mis padres en el jardín besándose o caminando de la mano, llegaron a mi mente, pero luego se volvió un lugar lleno de gritos y llanto.

Cuando llegue a la dirección que me dio mi abuelo, frente al portón se veía la maleza muy alta y la propiedad abandonada, no era nada comparada con la casa que mi madre adoraba. Sigo sin creer que Erick es capaz de hacer eso, no solo con una niña de seis años, mucho menos por venganza hacia mi. Al detenernos, siento mi celular vibrar, un mensaje de mi esposa:

"No cometas ninguna estupidez, te lo ruego. Miguel esta fuera de peligro."

Respire mas tranquilo, Miguel estaba fuera de peligro, se lo dije a Rosh y este sonrió levemente, solo me falta llevar a mi hija a casa.

Cuando entramos a la propiedad los que seguridad tomaron posiciones entre la maleza, al momento de entrara al camino a pie, pude escuchar a Erick gritando, cuando lo visualice mi sangre empezó a hervir y subir a mi cabeza. Tenia un arma que apuntaba a la cabeza de mi hija.

-Sueltalaaa.- le grite, escuchando como mi hija me llamaba llorando.

-Papiii, papi...- grito intentando correr hasta donde mi y Erick la jalo de su bracito.

-Noooo, tú me debes algo. Toda mi vida te has entrometido, me has dejado en ridículo...-

- Pues tómame a mi, pero ella no la metas en esto.- le grite acercándome poco a poco.- Maldita sea deja de apuntarle con esa arma.

-No palabras malas, papi.- dijo Erick.

Detrás de él puedo distinguir a uno de los hombres de seguridad, me hizo una señal de que el tomaría a mi hija, se lo agradecí con la mirada, con mi alma. Unos segundos después todo fue una locura. Cuando el guarda tomo a mi hija corrió en otra dirección escondiéndose, poniéndola segura. Reaccione corriendo hacia el en su desconcierto. Lo deribe y el arma salió violando, se que mi hija la llevaron lejos y que no me puede ver. Los golpes volaron de parte y parte, escuchaba a mi abuelo gritarme, las sirenas de la policía, sentía como me intentaban separar de el. El se llevo a mi hija, asusto a mi hija, le causo un miedo que se que no será fácil de superar, dejo a Miguel en un quirófano. Solo pasaban dos imagines por mi mente mientras lo golpeaba, la foto de mi hija llorando y el rostro de la chica que lo acuso de violarla hace unos años. Esa joven a la que secretamente le prometí que me vengaría.

Volví a la realidad cuando sentí que me arrastraban por la espalda, vi que Erick no se movía, no estaba muerto, pero si inconsciente. Rosh y dos oficiales me tenían sujetado y me ayudaron a ponerme de pie. Sabia que mi hija me esperaba mientras los paramédicos me curaban el labio y mis manos, ya que mis nudillos sangraban un poco. Luego de dos horas de interrogatorio y que los paramédicos nos vieran a mi y a mi hija, pude entrara a la parte trasera de mi auto con mi hija en mis piernas y abrazarla para llegar al hospital, en ese momento respire. Sentirla abrazada a mi cuellos, estaba bien sin golpes por el choque y el maldito de Erick no le había lastimado.

-¿Papi?

- Dime Abejita.- le dije besando su cabeza

-¿Por qué lloras?- no había notado mis lágrimas.

-Porque estás bien mi amor. Es hora de ir donde mami.

De camino al hospital llame a mi abuela, sabía que estaría cerca de Clary y que mi abuelo ya la había llamado. Miguel estaba fuera de peligro, eso me tranquilizaba aun mas, Clary aun estaba nerviosa, pero sabia que eso pasaría al ver a su hija. Al llegar al hospital Lucia se había dormido en mis piernas, al bajarme del auto la acomode en mi hombro y ella escondió su cara en mi cuello, haciéndome cosquillas con su respiración. Camine hasta la entrada y pude distinguir a mi familia nada mas entrar, Mary y mi abuela fueron las primeras en verme y brincaron del asiento, haciendo que Clarissa saltara también al notarme. Camino hacia mi llorando, teniendo cuidado de no levantarla se abrazo a mi.

-Todo acabo, cariño.- le dije sosteniendo su espalda con cuidado de no lastimar mis manos.- Miguel esta fuera de peligro, y nuestra Abejita ya está con nosotros. Erick no volverá a molestarnos.

-¿Qué hiciste mi amor?- dijo separándose de mi viendo mi rostro y tomando una de mis manos.

-No está muerto, tranquila. Vamos a casa amor. Vamos a descansar.

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AAAhhhhh pero aqui no acaba esto... ya pronto podran encontrar mi nueva historia disponible se llama : La Casera y el Inquilino...

ya saben voten y comenten....


BESOS DESDE PUERTO RICO...

Promesa de Hermanas por una AbejaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora