Capítulo 10

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Anastasia Steele.

Max e Isabella no entendía por qué todos estaban tan impactado con mi llegada y después ese cambio y sobretodo las muestras de cariño hacia mis hijos. Les explique qué Christian Grey es el padre de mis hijos y que en ese momento toda la familia Grey, incluyéndolo se estaban enterando de sus existencias. Me reprocharon por haberlos ocultados. Porque ellos merecían crecer junto a su padre y disfrutar de su amor, pero ellos no saben cuál fue nuestra relación.

Pero que más podía hacer.

En ese momento no era parte de su vida y necesitaba estar alejada de él y de todo lo que me lo recordara.

Aunque fuera egoísta al ocultarle sobre su existencia, no puedo cambiar el pasado pero puedo remediar el futuro y ellos estarán con su padre y su nueva familia. Mis hijos estarán con Christian y sabrán que él es su padre y que los ama y está feliz por tenerlo a su lado.

*****

En todo el desayuno Phoebe estuvo preguntando cuándo volvería a ver a su príncipe y me miraba con sus ojitos triste por no obtener respuesta mía.

Dejo de insistir y se puso a ver sus dibujos animados, el resto de la tarde pasmos el tiempo vendo unas películas con sus hermanos entretenidos con palomitas y refrescos.

Christian llamo en varias ocasiones para saber cómo estábamos, pero decidí que mi princesa ignorara esas llamadas. Al llegar la hora de dormir leímos unos cuentos y quedo olvidado el tema de su príncipe.

Debo admitir que tengo miedo de estar frente a frente con Christian después de lo que pasó en el despacho de la casa de sus padres y en mi habitación. Sé que si lo vuelvo a tener tan cerca caería en sus brazos y pasaría más allá de unos besos.

Con la ansiedad que mañana iremos a casa de los Grey y mi princesa podrá pasar un tempo con su príncipe. Con este pensamiento me dejo llevar en los brazos de Morfeo.

****

En el almuerzo en casa de los Grey su cercanía me aturdía y aunque pasamos un momento agradable y los niños estuvieron felices no podía apartar mi mirada de Christian y de sentirme presa en su penetrante mirada. Conversamos de su acercamiento a los niños y sorprendentemente eso sea dado de manera espontánea. Mis pequeños juegan y le demuestran una simpatía y phoebe es la más feliz de tenerlo a su lado.

Esa conexión que han desarrollado desde que sus ojos se encontraron es asombrosa y mis traviesos me han sorprendido que permitirán que Christian este cerca de mí. Cuando tuvimos oportunidad de conversar le pedí que me diera tiempo ya que no me sentí preparada para volver a verlo, debo aclarar mis ideas y cerca de él no puedo hacerlo. Cancele nuestra cena, a pesar su insistencia, pero al final accedió.

En esta semana ha venido a ver a los niños sin intentar ningún tipo de acercamiento y en parte le agradezco que me haya dado el tiempo que le he pedido. Hoy vino temprano para despedirse de ellos, estará fuera de la ciudad por unos días y eso me entristece porque por lo menos podía verlo.

Echo de menos su cercanía y su olor a gel y colonia cuando me estrecha en sus fuertes brazos ¡¿Quién me entiende?! No puedo negar que he deseado como a nada verlo otra vez.

Ha pasado una semana desde que Christian y yo nos vimos antes de su viaje y aun conservo el sabor de sus labios en los míos. Aunque he tratado sacarlo de mi cabeza no he podido y las continuas preguntas de Phoebe ¿Cuándo lo volverá a ver? no ayudan mucho.

Christian regresara a Seattle el lunes en horas de la noche y eso me hacía feliz porque tal vez mañana lo vería y quiero que sea una sorpresa para ella.

He visto un poco decaída a mi princesa y se cuál es la razón, pero no he querido decirle que Christian estará de regreso para no aumentar su ansiedad. He tratado de animarla de todas las maneras posibles y no he podido lograr que de su rostro salga una sonrisa. Mis traviesos salieron a pasear con Isa y Max para el centro comercial.

Mientras que Phoebe solo mira por el gran ventanal con sus hermosos ojos grises tristes como si esperara algo o a alguien.

¿Se deberá su tristeza a Christian? Esa pregunta esta de mas, Steele. Más que nadie sabes la respuesta.

Camino hacia ella y acaricio su cabecita y al verme puedo saber que es así.

- ¿Te gustaría ir a la piscina o dibujar? Le hablo. Mueve su cabecita negando y continúa con su mirada hacia la ciudad. No puedo creer con verlo y compartir pequeños momentos mi niña este desanimada por no verlo.

- Mami, si le hablo a mi ángel gualdian, ¿Clees que me cumpla un deseo? Dice con sus ojitos cristalizados. Me siento en el sofá y la siento en mi regazo.

- Por supuesto mi amor. Limpio sus lágrimas. -Princesa, ¿Por qué estás triste? Le pregunto sabiendo la respuesta.

- Mami, Chlistian.... Él dijo que ela mi plincipe y ya no está. Sus ojitos se vuelven a llenar de lágrimas. La abrazo con fuerza y beso su cabeza.

- Christian, es tu príncipe y no ha venido porque está ocupado, pero tan pronto se desocupe vendrá a verte. Le sonrió, pero no me devuelve la sonrisa. -Es hora de almorzar. Niega y se acomoda en mi pecho con sus ojos al ventanal.

¿Qué hago para que no este así? No me gusta verla triste y sabiendo que puedo contribuir con su alegría.

No sé cuánto tiempo pasamos en esta posición hasta que siento que su respiración es pausada y sé que se ha quedado dormida. La acomodo en la cama y la contemplo por un rato.

Miro por el gran ventanal como hacía mi hija y el sábado se presenta con su mágica alegría, misma que mi Phoebe no dejaba de contemplar. Las personas caminan disfrutando de su fin de semana y de las cosas que pueden hacer... Compartir con sus amigos y sus parejas.

Las profundidades de un ser Gris.Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum