Capítulo 34

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Narra Sagitario

-Sagi... -Libra me toca el hombro-. Tenemos que irnos ya, nuestro tiempo aquí ha terminado.

-No... -digo apenada.

No quiero irme de este maravilloso lugar nevado. La estación de esquí, los niños jugando con la nieve, el chocolate caliente, el bonito paisaje... ¡Todo es perfecto!

-No quiero- me tapo la cabeza con una almohada.

-Pero tenemos que irnos, se nos hará tarde. Además- me quita la almohada de la cabeza -, tu hermano me matará si no te llevo sana y salva- susurra mirando hacia los lados.

-¿Qué? -me río y me siento en la cama.

-No lo creerás pero siento que alguien nos observa. Desde que tu hermano me amenazó siento un peso en la espalda tremendo.

-Mira que eres paranoico- Libra frunce el ceño.

-Mira que eres gandula. Vístete, que nos tenemos que ir- resoplo.

Sé que a Libra no le gusta nada esto de viajar, pero me he hecho la ignorante y le he medio convencido para que venga. Necesita cambiar de aires de vez en cuando, no podemos estar en la ciudad toda nuestra vida.

Me levanto de la cama desganada y entro al baño lo más lento posible. Cierro la puerta a velocidad de tortuga y para hacer tiempo me siento en el váter.

Libra da unos golpecitos a la puerta.

-Sagi, ¿has terminado?

Me aguanto la risa y me quedo unos minutos más ahí sentada hasta que me aburro.

Me quito toda la ropa y entro al plato de ducha, cerrando la mampara para que el agua no se salga.

Dejo que el agua tibia caiga sobre mi cuerpo y esté así un rato. Casi me quedo dormida de no ser por Libra, que golpea otra vez la puerta.

-Sagitario por favor... -me río otra vez.

Esta vez si me doy un poco de prisa, me enjuago bien el cuerpo y la cabeza, me seco rápido y salgo del baño con una toalla enrollada en el cuerpo.

-Ya está, ¿contento?

Libra se gira y al verme resopla.

-Por fin... No sabes las ganas que tengo de -me acerco a él y le doy un beso-. ¿Y ese beso tan repentino?

-No sé, solo quería hacerlo- Libra sonríe y me abraza.

-Vístete o pillarás un resfriado, y yo no quiero que Sagi esté malita... -me pellizca un poco la nariz. Yo me sonrojo un poco y me visto.

Recogemos todas las maletas y mochilas que hemos llevado al hotel.

-¿Qué haces? -me pregunta Libra apoyado en la puerta del baño.

-Esto me lo quedo- digo cogiendo y metiendo en mis bolsillos todos los pequeños jabones y champús que ofrece el hotel.

-Vale...

Al fin salimos de la habitación. Toco el botón del ascensor y esperamos a que suba.

Libra rebusca apurado en su bolsillo, hasta que encuentra su móvil.

-¿Qué pasa?

Mueve el dedo y me acerco para ver qué tiene. Ha abierto un chat lleno de mensajes amenazantes de mi hermano.

-Le dije a tu hermano que lo llamaría todos los días que estaríamos aquí y no lo he hecho. Por eso he notado últimamente que alguien me observa...- su cara de preocupación es increíble. Yo empiezo a reírme descontroladamente-. Oye, no te rías. Tu hermano me va a matar.

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