# ¿Quieres ser mi amigo? #

49 5 2
                                    

* Aidan *

- ¿Qué es lo que he hecho mal? ... - dirigí mi mirada al cielo, intentado perderme entre las nubes.

~ Flashback ~

Hacía muchísimo frío, me acuerdo perfectamente de eso, recuerdo caminar de la mano de mi hermano hacia la escuela; recuerdo el pequeño puente del Río Tei, cuya superficie estaba congelada en esos momentos; recuerdo el frío viento azotando mi rostro y agitando mi ya de por sí revoltoso cabello; recuerdo también los nervios que me hacían temblar de emoción y oprimían mi pecho, y la sonrisa tranquilizadora de mi hermano mayor cuando nos despedimos en la entrada del patio.

Era mi primer día en la escuela primaria. Conocía a pocos, hablaba con los justos. Siempre he sido así con todos... bueno, con casi todos. Estaba tan nervioso que casi muero del susto al sonar el timbre que iniciaba el comienzo de las clases. Ni siquiera sabía en que clase estaba... mis manos comenzaron a temblar y yo no sabía qué hacer ni a quién preguntar, ya todos estaban en sus respectivas aulas y el pasillo estaba completamente desierto. Mi corazón estuvo a punto de salirse de mi pecho cuando alguien me tocó un hombro. Di un salto y asustado miré quién se encontraba allí.

Mis ojos se abrieron como platos al ver al niño que se encontraba frente a mí. Era más alto que yo, tenía el cabello de color castaño y ligeramente largo, era bastante moreno y sus ojos... eran enormes... tenía unos grandes y hermosos ojos color chocolate. Él sonrió al ver mi expresión y notar cuanto lo estaba mirando. Al hacerlo, unos pequeños hoyuelos se formaron en sus mejillas, lindo, pensé. Al momento me avergoncé de mis pensamientos y, sin poder evitarlo, mis mejillas se ruborizaron, quedando más rojo que un tomate.

- Me llamo Evan. - dijo tendiéndome una mano - Y tú?

- Y-yo... me llamo... A-Aidan... - respondí bajando la mirada.

- En que clase estás?

- N-no l-lo sé... - me ruboricé aún más, si eso era posible.

- Es tu primer año? - asentí levemente con la cabeza, aún sin poder mirarlo a los ojos - También es el mío! - se quedó pensativo - Este año solo hay una clase de primero, así que solo debemos buscar el aula 1ºA! - sonrió de nuevo - Venga, vamos! - al ver que no reaccionaba me cogió de la mano y comenzó a andar rápido - Si no nos damos prisa la profesora nos castigará el primer día. No quieres eso, no?

- No... - susurré sin poder de mirar nuestras manos unidas.

~ Vuelta al presente ~

BAM!!!

Di un salto asustado, la puerta se había golpeado. Habrá subido alguien...? Apreté mi mochila contra mi pecho y me puse alerta. No escuché nada, solo el viento silbaba. Volví a mi posición anterior e intenté volver a la amarga y solitaria tranquilidad en la que me encontraba minutos antes.

~ Flashback ~

- Ya que habéis llegado con atraso y no habéis estado presentes al pasar lista, creo que deberíais presentaros ante la clase. - la maestra se apartó un poco, dejándonos subir a la tarima - Dedicadle algunas palabras a vuestros compañeros.

Yo no me moví del sitio, hablar en público nunca fue uno de mis pasatiempos favoritos. Evan comenzó a andar hacia donde se encontraba la profesora, llevándome con él. En ese momento me di cuenta de que nuestras manos seguían unidas.

- Hola, - sonrió - me llamo Evan y tengo seis años. Este es mi primer año de escuela aquí, en España, espero aprender mucho y pasarlo bien con todos vosotros. - miró hacia mí y, al ver que yo no reaccionaba tiró levemente de mí, empujándome hacia el frente, y apretó mi mano.

- Yo... - miré a toda la clase y luego volví a dirigir mi mirada a Evan, suplicándole con la mirada que me sacase de allí.

- Vamos... - susurró mientras me dedicaba otra sonrisa.

No sé cómo, y mucho menos por qué, pero esa mirada y esa sonrisa me dieron el valor necesario para hablar.

- M-me llamo... me llamo Aidan. - las palabras comenzaron a fluir en mi mente - Este es mi primer año en esta escuela. Yo también quiero aprender todo lo que pueda y espero hacer buenos amigos. - miré hacia Evan y sonreí tímidamente.

- Fantástico, podéis sentaros. Espero que ésta sea la primera y última vez que lleguéis tarde.

- Sí profesora. - respondimos a la vez.

Comenzamos a andar y nos sentamos en unos pupitres pegados a la ventana, los últimos libres. Las horas pasaron volando y pronto sonó la campana del recreo. Me levanté, cogí mi almuerzo y salí de la clase hacia el patio. Oí pasos tras de mí.

- ¡¡Espera!! - me giré y vi, no sin sorpresa, a Evan corriendo hacia mí con una mano alzada - Es... pera... - la fatiga por la carrera no lo dejaba hablar bien - Quie... ro.. pasar... el... recreo... con... tigo...

- ¿Qué? - mi cara de asombro debía estar para una foto - ¿Tú... quieres... estar conmigo?

- ¡Pues claro! - sonrió feliz - ¿Puedo?

- Claro... - seguía sin creerme que todo fuera real.

- ¡Bien! - me cogió otra vez de la mano y salimos al patio.

Nos dirigimos a un lugar apartado, bajo un gran árbol, donde no nos molestarían. Mientras cruzábamos las canchas de fútbol, baloncesto y brilé, sentí como las miradas de casi todos se posaban en nosotros. Me encogí, era molesto ser el centro de atención. Nos miraban con curiosidad... otros con burla y... algunos... con desaprobación y... ¿asco?

En ese entonces no lo entendía, no entendía nada, no comprendía que nos miraban así por cogernos de la mano... Y aún ahora me pregunto si realmente, en estos años, he aprendido o entendido algo realmente.

Cuando estuvimos bajo el denso ramaje del roble, Evan me soltó y se sentó en el césped, señalando el suelo a su lado para que me sentase ahí. Algo sonrojado me senté y comenzamos a comer. Estábamos en silencio, pero era un silencio agradable.

- ¿Puedo hacerte una pregunta? - Evan me miró.

- Sí... supongo... - lo miré nervioso - ¿Qué quieres saber?

- ¿Por qué te extrañaste cuando te dije que quería estar contigo?

- Yo... - dirigí mi mirada al bocadillo que tenía entre mis manos - yo... - no era capaz a mirarlo a la cara - No se me da bien hacer amigos... - dije casi en un susurro.

- ¿Por qué? - lo miré extrañado - Digo... a mí me caes bien, ¿por qué no va a ser así con el resto? - me sonrió ampliamente.

- ¿En serio?

- En serio... ¿qué?

- ¿Te caigo bien?

- ¡Pues claro! - sonrió aún más, si eso era posible - ¡Ah! Ya sé. - se arrodilló y se situó frente a mí.

- ¿Qué pasa?

- Para demostrarte que me caes bien te haré otra pregunta.

- ¿Cuál? - tenía muchísima curiosidad.

- Aidan, - se puso serio - ¿querrías... ser mi amigo?

- ¿Yo? - él asintió con fuerza, ese niño era algo extraño... pero de alguna forma me sentía cómodo y relajado con él - Sí.

Él sonrió y se abalanzó sobre mí, apresándome en un gran abrazo.

- Ahora somos oficialmente amigos. - dije entre risas.

- Sí, por siempre. - abrí mucho los ojos y lo miré, él estaba sonriéndome, me sonrojé hasta las orejas y sonreí yo también, correspondiendo el abrazo.

GAME OVER (yaoi/BL)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora