Trees|| Tyler Joseph.

•28•

La noche comenzó a caer y yo caminaba a mi casa, había prometido que llegaría temprano, zack y chloe iban a celebrar el hecho de que por fin se casarían. Le había prometido a zack que estaría ahí y que no escaparía nuevamente de otra de sus fiesta.
Pero fuera de eso, pensaba en la agradable tarde que tuve junto a daya, sin contar que el padre de Daya me intimido durante todo el almuerzo.

Caminaba por las tranquilas y Oscuras   calles del lugar, hundido en mis pensamientos, hasta que un chico apareció y  comenzó a gritar como un enfermo mental dentro de su auto tocando la bocina como loco, el auto se detuvo a mi lado.

—¡Tyler! – gritó alguien. El chico salió del auto, era Josh. – Próximo cuñado, súbete te iré a dejar a tu casa.

—No, no, estoy bien así. – respondí. Josh solo negó.

—Que no se diga más y súbete, Tyler. – Josh se volvió a subir al auto y abrió la puerta del copiloto para que entrara. –Ya sube.

Suspiré rendido, subí al auto lamentándome a mis adentros por aceptar subir. Al subir Josh tenía varias latas de cervezas, en su mayoría ya consumidas. —Josh, no deberías beber si estás conduciendo. –dije algo preocupado.

—Estoy bien, todo está bien...¿Qué te parece el auto?... Lo deje como nuevo. – dijo mientras tomaba de su lata de cerveza.

—Si... Como nuevo, Josh, ¿Podrías dejar eso de lado? Estas conduciendo. – Josh se negó y rio.

—Tyler,Tyler, Tyler... Te falta vivir la vida, cambiar un poco esa actitud que te limita a hacer cosas geniales. ¿Entiendes?

—Estoy bien así, no necesito cambiar nada. 

Josh detuvo el auto para sacar otra lata de cerveza. —Toma. – dijo pasándomela. Yo negué rotundamente, odiaba el sabor de la cerveza, ese sabor amargo.

—No, gracias. – Josh la dejo en mis piernas y siguió conduciendo.

—¿Cómo vas con Daya? – preguntó cambiando el tema. Solo sonreí.

—Creo que bien. – respondí. Comencé  a jugar con la lata de cerveza que estaba en mis piernas con una sonrisa que automáticamente se formó cuando Josh mencionó a Daya.

—¿Creo? – rió  Josh. – Te digo algo... No sabes cómo ha cambiado desde que te conoció, claro que para bien... Tú no la conocías como era antes, tan seria, no hablaba tanto como lo hace ahora... Ella ahora sonríe mucho más, está más feliz... – Josh tomó un sorbo de cerveza. – Y quiero agradecerte eso.

«¿Es posible que YO haga feliz a una persona solo con mi presencia? »  Lo que me contó Josh me dejo completamente feliz. Abrí la lata de cerveza, Josh solo rió. —Solo será una.  –advertí.

                           «•»

Lentamente abrí los ojos, tenía un dolor de espalda horrible. Estaba tirado en un césped y a solo unos metros estaba tirado Josh. Me levante con dificultad del piso. Tenía una migraña terrible.
Tome mi teléfono para ver la hora, eran casi las tres de la tarde, tenía un montón de llamadas perdidas, me mi hermano, de mi hermana, de mi madre, inclusive de Daya. Guarde mi teléfono y lleve mis manos a mi cara preocupado.

No sabía en donde estaba parado, ni siquiera recuerdo lo que sucedió anoche pero de cualquier manera prefiero no recordar nada.

Me acerqué a josh para despertarlo, lo samarrie fuertemente para que despertara. —¡Despierta  maldita sea! –Grite molesto. Josh lentamente comenzó a despertar y lo único que hizo al verme fue reírse.