CAPÍTULO 15: Promesas, Deseos, y Cambios

3.3K 298 14
                                    

#2 realismo mágico 🤍 9.09.2023
¡Feliz Año 2024!

ABIGAIL

—¡Vamos, Evan, más rápido! —gritó el entrenador de tennis, Rolland. Nunca antes me había cansado de esta forma y si hubiese estado en mi cuerpo, estaría agonizando en estos momentos.

—¡Ah! —me quejé mientras corría de un cono naranja a otro. Hice veinte abdominales seguido de una carrera al pequeño cono y brincar diez veces y volver a correr a otro cono. Era un circuito agotador. Las gotas de sudor caían salvajes por mi frente (la frente de Evan) mejor dicho. Todo mi cuerpo estaba sudando y ardiendo. Necesitaba agua.

—¡Vamos, Evan! ¿Desde cuándo corres como un niñita?! ¿Ah? — Él sigue gritando y yo me estoy exasperando. Así que por un momento decido esforzarme. Lo hacía por mí, no por Evan. Claro, Evan me decepcionó. Hace unos días había terminado mi ensayo sobre el bosque que visitamos y se lo entregué. Si yo entregaba mi trabajo con la cara de Evan iba a ser raro ¿No?. Pero cuando el profesor pidió los ensayos Evan lo olvidó y me enfurecí con él y en medio de la clase rompí su trabajo por la mitad. Ambos nos llevamos un cero. Pero él sabe que hicimos un trato en que nos ayudaríamos el uno al otro con la condición de que él mantenga mis notas altas y yo lo haga permanecer en el equipo de tennis para ser capitán y él no se ha esforzado por cumplirlo. Pero yo no le pagaría decepcionándolo como lo hizo conmigo. Le demostraría que sí puedo. Y que soy una persona que cumple sus promesas.

Mientras hacía esto, pensaba en todo mi sufrimiento, las noches en las que lloraba porque no era aceptada, las humillaciones, las burlas, los apodos. Comencé a correr más rápido que los demás, era rabia lo que nació dentro de mí. Corrí más rápido pasando a todos mis compañeros. Sentí mis piernas arder, el sudor deslizarse por mi piel y la ira apoderarse de mí completamente. No me dejaría humillar nunca más, si era que un día volvía a mi cuerpo. Dejaría ser la gracia de todos.

—¡Muy bien muchacho! —exclamó Rolland, pero había olvidado la razón por la que estaba ahí, solo me estaba desquitando. Cuando me detuve a respirar me lancé al césped mirando las nubes pasar—. Eso me gustó mucho, te felicito—dice el entrenador lanzándome mi toalla.

—¿Qué fue eso? —Luke me dio su mano.
—Justamente lo que viste —respondí bebiendo la botella de agua que me regala.
—Estás muy motivado hermano, ¿A qué se debe? —preguntó quitándose su camisa. Estaba constantemente expuesta a chicos sin camisa últimamente. No respondo.
—¿A quién se debe ese repentino cambio?
—Lo hago por mí, porque merezco ser el capitán del equipo. ¿Quién mejor que yo para asumir tal puesto? —dije arrogante.

Increíblemente comenzaba a escucharme como el mismísimo Evan Clark.

EVAN

—f(x) = (3x =8x) (5x + 4x... —hice bolita el papel—. Es igual a (3x +8x....) (5x seria... ¡agh! —cerré el libro con agresividad. Cálculo, Historia Mundial, Teatro, Español Avanzado, Escritura Creativa, Química.... Todo eso era lo que debía estudiar. Habían pasado cuatro horas desde que comencé a estudiar con la ayuda del silencio de la Biblioteca, pero los libros me estaban causando un estreñimiento mental. Números, fechas históricas, fórmulas, dioses, adjetivos posesivos, verbo... estaba al borde de la locura. ¿Qué método utilizaba Abi? ¿Cómo puede con todo esto y que se le quede en el cerebro? Su cerebro es igual de grande que ella al parecer. Además, quiero demostrarme a mi mísmo que puedo e incluso quiero demostrarle a Abi también. Es más, quiero hacerla entrar en el mugroso cuadro de honor y hacer que todos esos que la han humillado y acosado se coman sus palabras. Eso me incluye a mi.
Hoy en la mañana Darla me abofeteó el rostro y yo le regalé un puñetazo, me sentí una mala persona al hacerlo, era Evan no Abigail, pero no dejaría que le hicieran daño mientras me encontrara en su cuerpo.

ABIGAIL

Charles y Katrina comían en silencio.
Nathan el hermano mayor de Evan estaba en su habitación y la pequeña Cassidy dormía.

—¿Cómo les fue hoy? —pregunté sin ánimos. Estaba cansada de que esta familia fuese tan antisocial. Ellos se miraron las caras y luego a mí, sorprendidos.
—¿A qué se debe esa pregunta?— Charles entrelazó sus dedos.
—¿Qué? Solo quiero saber como les fue —confesé.
—Bien, ¿y a ti?—respondió Katrina, sonriendo, cómo emocionado por la pregunta. No sé porqué Evan la trata tan mal, es una mujer amable. Debe ser porque como es su madrastra.

He notado que a pesar de que Evan es un chico conocido, lleno de risas y amado por una cierta mayoría, detrás de ese chico hay uno lleno de dolor y sufrimiento. Solo es una observación que he hecho durante mis días siendo Clark. He notado que ha sufrido. Su familia no es como la mía, no se comparan en nada. La mía es unida, amorosa, divertida, un caos feliz. La de él es callada, carente de amor, y separada. ¿Porqué?

EVAN

—¡Sabe estupendo!—dije con sorpresa cuando probé el pastel de zanahoria, una obra maestra de la madre de Abi. Ésta mujer hacía maravillas con sus recetas.

Me gustaba ser parte de esta familia.
Eran alegres, llenos de risas, chistes y carcajadas. Disfrutaba cada momento junto a ellos. Por un momento me hubiese gustado que esta fuera mi familia.

Helen era muy atenta y graciosa.
Logan era cariñoso y protector.
Dylan a pesar de que era molesto a veces, siempre se preocupaba por mí.

Siempre quise una familia así, y mientras siento felicidad al estar rodeado de ellos Dylan interrumpe.

—Tu novio Evan... —dijo Dylan dándome el móvil.

Todos me miraron con los labios entre abiertos. Si supieran que soy Evan y no Abigail, ¿me creerían?

—No es importante —respondí devorando con gusto el pastel.
—¿Y ahora no te gusta Evan? —preguntó Dylan con curiosidad.
—¿Gustar? —reí nervioso, no quería conocer los secretos de Abigail o lo que sintiera por mi. Yo siempre noté su interés por mi en la primaria, pero eso fue desapareciendo cuando...
—Deberías responder —opinó Helena.

Decidí hacerlo. Me retiré de la mesa y devolví la llamada sin mucho entusiasmo. Al inicio , sólo hubo unos segundos de silencio hasta que ambos, al mismo tiempo, nos saludamos.

—Me fue bien —dijo ella.
—A mi no tanto —confesé.
—Te puedo ayudar.
—No lo necesito.
—Entonces, ¿yo cumplo mi parte y tú no? —alzó un poco la voz, irritada—. Tampoco es fácil para mi.
—Sé que no lo es.
—No sé porqué llamo. Solo quería saber si lograste terminar el libro que tenía pendiente para mi club de lectura.
—¿Estás en un club de lectura?

Ella no me respondió más, porque colgó la llamada.

¡Feliz año!
Espero que leas todos los libros que quieres y escribas todas las historias que quieres escribir. ✍🏼 🤍🌸

Hasta el próximo capítulo ✨

Canción:
Frank Sinatra - I've got you under my skin

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 06 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Gordita AbiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora