Mi juventud es tuya. (Robert Downey Jr)

CAPITULO 19

–Pase usted primero princesa —dijo robert al abrirme la puerta de su casa.

—Gracias, me gusta mucho tu casa es linda —dije.

—Sera mucho más linda mi proxima casa, en unos meses me mudare. —dijo. —¿Enserio? —él asintió.
Deje mi bolso, y me llamo mucho la atencion unas fotografias que se encontraban bajo la televisión, Robert con su madre Elsie, una con jude, y varias personas más, trofeos y algunos recuerdos de viajes. ¿Pero y su padre?.

—Rob ¿por que no tienes foto de tu padre aquí?. —

—No tenemos una muy buena relacion, problemas del pasado qué jamas se olvidan, almenos para mí supongo. Pero hablemos dé otra cosa, me incómoda —cada palabra el se acercaba mas, hasta que llego a mí, tomo mi cintura y me depositaba besos en mi cuello, le di mejor acceso a el , mientras daba besos humedos.
Me gire y quite los centimetros que nos separaban, lo bese lentamente nuestras lenguas se encontraban, mis manos tocando su mandibula y sus manos en mi cintura, para despues pasar a mi trasero.
Corto el beso, y me susurro al oído —sexualmente me enloqueces, pero sentimentalmente me enamoras—
respondi —me excitan las almas cultas e inteligentes, así como un filosofo pervertido—
Y ahi supe que estaba enamorada, cuando tu clitoris y tu corazón, palpitan por la misma persona.

ROBERT:
— hazme tuya —dijo katherin jadeando. Y asi fue, cual leon a su presa.
La tome de la cintura y la cargue, ella sostuvo sus piernas en mi cintura.

Estaba caliente, mi chica necesitaba tenerme dentro de ella. Me beso con locura, y yo bueno, ya estaba mas que dispuesto, mi pene estaba erecto, una semana era como un siglo para alguien como yo, activo.
KATHERIN:
El me penetraba sin cuidado, dolia pero era un dolor placentero.
El estaba sobre mí, sus manos se sostenian de los lados de la cama, yo sostenia mis manos en su espalda, y daba rasguños para dejar marca y expresarle lo que provocaba en mi.

Me besaba y luego bajaba hasta el ombligo y se devolvia, besos humedos, y al llegar al cuello él succionaba, hasta dejar una marca, y me gustaba.
Me gusta mi cuepo cuando esta con su cuerpo. Es algo tan del todo nuevo.
ROBERT:
Terminamos agotados.
Me recoste por un lado y jale la sabana para taparla.
—¿Estas bien cariño? —pregunte entre el silencio que nos invadía.

—mhh...si —dijo apunto del sueño, yo rei bajo.

—duerme tienes todo tu derecho —puse mi brazo sobre su cintura, abrazandola, y atrayendola hacia mí. Mi respiracion ya controlada pegando sobre su cuello.
******

KATHERIN:
Los rayos del sol pegaban en mi cara, la noche anterior habiamos olvidado por completo cerrar las cortinas.
Trate de moverme pero una mano conocida me sostenia fuerte, como si fuera a huir.
La quite lentamente tratando de levantarme de la cama, pero fue inútil, el me atrajo aún más. No pude evitar reirme.
Estabamos desnudos y podia sentir su miembro semierecto.
—quedate el resto del dia —me susurro al oído y abrazándome.

—Me abrazas por la espalda, me susurras al oído unas palabras. Imposible decir no—respondí — aunque quiero vestirme... —

—¿Por que? Me gustas más así, desnuda, para mí —dijo robert.

—seguro has tenido mejores chicas, con mejores cuerpos, soy la exepcion. —me di la vuelta para mirarlo, el me subio a su regazo y parece que mis palabras no habian tenido sentido.

—Esto es amor, el resto son falacias, tus bragas más bonitas tiradas en mi alfombra, querer hacernos daño pero despacio y bien, ¿crees que el resto me importa? Estoy dispuesto a todo por ti —me parecia tan romantico, que tipo tan mujeriego y cazanova como le decía yo, podia decirme cosas tan lindas , la exepcion como lo había llamado. Me acerqué y lo bese lento y suave—

—Kathe —el tomo mis manos— te señale a ti, por que tienes los ojos más bonitos del universo, y desde que tu y yo empezamos todo esto, mi mundo empezo a tener sentido. —yo estaba sentada sobre él, ambos desnudos, era obvio que pasaria algo, me levante un poco y su miembro entro en mí, haciéndome gemir, hacía movimientos curvilíneos, y cada movimiento lo sentía más dentro.

—quiero oirte gemir —dijo él con la voz ronca. No habia otra cosa mejor que hacerlo por la mañana, aunque estando con robert, a cualquier hora del día el sexo era el mejor—

—Tengo 40, tu 23 —dijo él. —soy un cabron...pero te quiero Katherin a mi lado-

adridowneyjr. no olviden votar y comentar, las quiero!