Alan

499 75 37
                                    

-Y bien, ¿Ya lo citaste? No me hiciste caso aquel día... -Alan se quitó su gorra del uniforme y se colocó su gorro, el que siempre suele usar. Sin el se siente desprotegido. Negó-. ¿Por qué? Ya le dijiste como eres, y el te acepta ¿no? Tienen que conocerse. -dijo Annet haciendo una mueca de tristeza.


Alan se acercó al mostrador. Por fortuna ya había acabado su turno, y estaba acomodando todo para regresar a casa. Tomó una pluma y una servilleta.


Le dije que soy mudo.


Annet tomó el papel y suspiro cuando lo leyó.


-¿No te ha contestado? -preguntó con una ceja alzada. Alan negó, con notoria tristeza. Annet volvió a suspirar. Alan agachó la cabeza, y Annet lo abrazó-. Vamos amor, no te desanimes. El... Quizá... -suspiro. Alan se alejo y nuevamente empezó a escribir en la servilleta.


Te dije que cuando lo supiera se iba a arrepentir. Por eso no contestaba sus llamadas, tampoco sabía cómo decírselo. Ahora seguro piensa que soy un fenómeno desfigurado incapaz de comunicarse.


-¡No Alan! -exclamó Annet cuando terminó de leer la última frase-. Tu no eres ningún fenómeno desfigurado, y eres capaz de comunicarte.


Pero no como el resto de las personas. Jamás podré decirle "Te amo" ni siquiera "Te quiero" y mucho menos podré rogarle. Lo perdí.


-Si podrás Alan, los doctores dicen que es temporal, recuerda. -lo alentó Annet.


¿Temporal? Tengo tres años escuchando eso. Tres malditos años esperando para decir algo. No sabes cuanto odio esto. Me siento tan inútil. He perdido demasiadas cosas, y aun sigo perdiendolas, parece que nunca será suficiente. Ojala yo hubiera muerto también.


Los ojos de Annet se cristalizaron.


-Oye... No seas tan egoísta. Eres lo único que me queda. ¿Qué haría yo sin ti, Alan? -dijo con tristeza en su voz. Alan la miro e inmediatamente se arrepintió de haber deseado estar muerto. No soporta la idea de imaginar dejarla sola. Simplemente no puedes vivir maldiciendo tu vida sin pensar en cómo afectaría a las personas que te quieren la falta de ella. Alan la abrazo, escondiendo el menudo cuerpo de su prima entre sus brazos-. Está bien, Alan. Te perdono, pero no vuelvas a escribir esas cosas ¿Si? -Alan hizo un ruido de asentamiento. Se alejo de Annet y con su pulgar limpio su lágrima. Sonrieron-. ¿Qué piensas hacer? Con, Alonso... -Alan se encogió de hombros.


No lo . Solo... No lo .


-Hablaré con el. -decidió Annet. Alan negó-. ¿Por qué no? Alan busco una nueva servilleta.


¿No dicen que si amas algo debes dejarlo ir?


Annet frunció su entrecejo.


-¿Eso es todo? Tantos meses observando su rutina, tanto tiempo pensando que es lo mas hermoso del mundo para que al final simplemente lo dejes? -protestó Annet.


No pude enamorarlo. No fue suficiente, solo... Creo que es todo.


Alan se dirigió a la cocina y busco su mochila. Después regreso con Annet y le dio un beso en la mejilla. Annet suspiro.


-Buenas noches Alan. Llegare tarde hoy. Recuerda cerrar bien todo. Cuídate. -Alan asintió. Intento contestar. Intento decirle "buenas noches, te esperare" pero nada se escucho. Salió de The note coffee y tomó un taxi para ir a su casa.

The Note Coffee |Alanso|Where stories live. Discover now