Siempre serás mi Playboy (Secuela de: MI PLAYBOY FAVORITO)

Capítulo 31- Luz

Adam. -Susurran. Me remuevo en el sillón.- Cariño.- Esa voz, se me hace tan conocida. Abro los ojos de golpe y me levanto del sillón. Camil me está mirando sonriendo.-

-¿Camil? -Restriego mis ojos.- ¿Camil?, cariño. -Me acerco a ella.- Te amo, te amo, te amo. -Digo repetidas veces.- ¿ Como estás? ¿Como te sientes? Llamaré al doctor.- Camil agarra mi mano.-

-Shh.. -Mira a su alrededor.- ¿Dónde estoy? - Sus ojos se humedecen.- ¿Dónde está? ¿Cómo está?

-Tranquila, ella está bien. Mis padres la cuidan. -Veo como se tranquiliza.-

-¿Qué pasó? -Pregunta y dudo en decírselo o no.-

-Buscaré al doctor, ¿De acuerdo?

Voy en busca del doctor. Cuando lo encuentro le aviso que Camil ya había despertado. Luego que el Doctor terminó de revisarla, nos dijo que se quedará unos días mas para poder hacerle unos estudios para ver si todo está bien.

-¿Dónde está Amil? Quiero verla. -Asiento. Busco mi movil en mi bolsillo y llamo para que traigan a Amil.-

-Todo estará bien. Pronto nos iremos a casa cariño. -Beso sus labios sin dejarla responder. Para mi sorpresa ella pasa su mano por mi nuca para profundizar el beso.-

-Te amo Adam.

-Te amo mucho más Camil. Perdoname por todo cariño, perdoname.

-Ahora no hablemos de eso. Solo quiero verte a tí y a mi pequeña.

Cuando Amil llegó a los brazos de Camil, vi un brillo especial en los ojos de Camil. Un brillo que no me cansaria si lo viera todos los días.

Estoy enamorado de esta mujer, estoy enamorado de sus labios perfectos, sus ojos, su piel, su cuerpo, su única manera de ser, sus expresiones. Me encanta toda ella, es y siempre será la mujer de mi vida, de eso estoy seguro.

Luego que pasaron los días que el doctor le dió , al fin le dieron de alta. Ya vamos de camino a casa, como la familia que somos y seguiremos siendo.

-Te ayudo. -Le digo a Camil cuando le abro la puerta del auto.-

-Gracias.

Saco a Amil de su asiento para bebés y la llevo conmigo agarrada de la mano, mientras que con la otra mano agarro a mi esposa.

-De acuerdo pequeña. -Digo mientras la siento en el suelo de si habitación. Le dí alguno de sus juguetes para entretenerla.

-Adam. -Camil me llama desde nuestra habitación.

Camino hacia allá y me siento a su lado en la cama, llegó el momento de aclarar cosas.

-Dime. -Se a lo que se refiere, así que comence por donde se debe, por el principio.-

Flashback

-Tienes que hacer lo qur te diga. Tengo demasiado poder en mis manos y Camil y tu pequeñita Amil podrían terminar mal. Por cierto, que nombre mas ridículo le han puesto a su hija. Pobre. -Sofía sonríe sarcastica. -

-No lo haré Sofía , ¿Por qué no superas esto de un puta vez?

-Porque una vez fuiste mío y quiero que lo sigas siendo. -Se queja.-

-Amo a Camil, Sofía. Jamás le haría daño.

-Ah bueno, pero yo sí Adam y te juro que si no haces lo que yo te diga, tu querida esposa y tu hija van a terminar mal.

Fin del flashback

-Me dijo cuanto tiempo se supone que llevo engañandote para que de algún modo te alejaras.

-Es una perra.

-Sí. Pero aún así, estamos aquí. Camil perdoname por todo el dolor que te hice pasar.

-Adam... te perdono. ¿Sabes? Te escuché. Te escuché cada vez que me hablabas cuando yo estaba en esa cama sin poder moverme, sin poder mirar al amor de mi vida. Sin poder abrazarte y decirte que te amo. Sin poder besarte. Adam, te perdono, te perdono porque te amo más de lo que imaginas. Te amo Adam Levine, te amo con toda mi alma. Te amo a ti y amo tu forma de ser. Amo el padre ejemplar y cariñoso que eres. Jamás me arrepentiré de haberte escogido como mi esposo. -Acaricia mi rostro.- Todos cometemos errores. Nadie es perfecto... Y si el haberte escogido para que seas mi acompañante de vida fue un error, volvería a cometerlo una y otra vez porque te amo.

Dicho esto agarró a Camil y la beso. Camil me sigue en beso tanto como a mi me gusta.

Amo a esta mujer, la amo y la amaré hasta la muerte.

-Te amo Camil. - Paso mi brazo sobre su abdomen por encima de la sábana y la acerco a mi. Camil acaricia mi rostro con suavidad. Estoy a punto de dormirme pero el grito de Amil hace que quede sentado sobre la cama. Miro a Camil alarmante y los dos salimos corriendo de la habitación buscando a la pequeña.

Cuando llegamos a su habitación nos encontramos a Sofía agarrando a Amil fuerte y con un cuchillo en su cuello.

-¡Sofía no! -Grita Camil y trata de acercarse a ellas pero yo la agarro.-

-¡Camil, no te acerques o la mato! -Se ve el nerviosismo de Sofía. La mano con la que agarra el cuchillo no para de temblar y su rostro muestra toda la ira que tiene.-