Capitulo28- Nos vamos de casa

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-¡Y pensar que solo unos días atrás cumplimos seis años de casados. ¿Hace cuantos tiempo estuviste haciéndolo?. ¿Hace cuanto vivo engañada? ¿Por qué lo hiciste?, ¿acaso me lo eh merecido?. Tenemos una hija y no te importo ni en lo mas mínimo.  ¿Puedes decir algo maldición?! -Adam se encontraba sentado en la orilla de cama con la mirada hacia el suelo y rascándose la cabeza.- solo... ¿me puedes dar una explicación?, ¡eso es lo único que pido y es lo único que no haces!. No te voy a preguntar si pensaste en el daño que me estabas haciendo, porque es obvio que no, pero... ¿tampoco pensaste en el daño que le estabas haciendo a nuestra hija?, ¿ni un segundo?. -el no hacia nada.- ¡maldición! -agarro un florero y lo aprieto, luego lo aviento a la pared. Siento latir mi mano, cuando la miro, sangre sale de ella.-

-Camil. -Adam corre hacia mi y agarra mi mano, yo la saco bruscamente.-

-no me toques.

-te lastimaste.

-¿y crees que me duele?,  esto que siento en mi mano no le llega ni a los talones al dolor que siento aquí. -toco mi pecho, el lado donde esta el corazón.-

-no seas orgullosa Camil.

-no ser orgullosa, ¿y esperas que este normal después de esto?, ¡pues no!. Estas mal si eso es lo que piensas. ¡Me jodiste la vida Adam!.

-te lo puedo explicar.

-¿ah si?, ¿que me vas a explicar?, ¿que me has estado mintiendo todo este tiempo?, ¿Qué en vez de ir a casa de tus padres por tres días, en realidad te fuiste a revolcar con otra chica?. Cuando finalizo la llamada con tu mama, llore, llore con una estúpida, pero luego me detuve. ¿sabes por que?, porque quería confiar en ti, no quería tener dudas acerca de ti, pero ya veo que no solo en ese momento  fui una estúpida, si no que todo el tiempo lo fui. Por haber permitido que entraras en mi corazón, después de todo lo que paso con Zac. Y,  ¿sabes que es lo mas estúpido?, que aun recuerdo lo que hace tiempo me dijiste. ¿Te lo recuerdo? -el solo lloraba delante de mi.- un día en el que yo aun no había superado lo del bebe y tenia miedo que tu fueras como Zac, tu me dijiste... Tranquila... -sollozo.- no te hare nada, yo no soy igual que ese mal parido, yo nunca te lastimare. Fui una pendeja al creértelo. -Cubro mi cara con mis manos, sollozando.- ¿sabes?, creo que esto es peor que ser maltratada.

-lo siento Camil, yo... -se queda callado y suelta un fuerte gruñido y pasa sus manos por su cabello.-

-¿por que te quedas callado?, ¿por que no te defiendes?

-¡porque no tengo nada que decir!, porque a pesar de todo lo que te diga, a pesar de mis explicaciones, tu me seguirás odiando y lo mas que me duele es que no puedo hacer nada para impedirlo, no puedo impedir que me odies.-me quedo en silencio mirando como llora delante de mi. Jamás había visto a Adam llorando así delante de mi y no puedo negar que me da un fuerte dolor en el pecho al verlo de esa forma. Porque a pesar de todo, yo lo amo y jamás podre dejar de hacerlo. Tenemos mas de una cosa que nos une a los dos. Pero aun así no volveré atrás, ya eh tomado una decision y nadie me hará cambiar de opinion.-

-Amil y yo nos iremos de aquí. -Adam me mira a los ojos con tristeza. Yo desvío la mirada y camino hacia el armario y saco una maleta. Me dirijo hacia las gavetas en donde se encuentra toda mi ropa, para poder llegar hasta allá tengo que pasar por su lado, y al pasar por su lado el agarra  mi  brazo, hace que me pare de frente a el y agarra mi rostro, no puedo quitar sus manos, no puedo alejar mi rostro de el, el es mi debilidad.-

-no te vallas, no me dejes solo, no te lleves a nuestra pequeña, no se alejen de mi. Por favor.

- ¿y es ahora donde te vienes a acordar que Amil es NUESTRA hija?, si Amil fuera tu hija no la hubieras dejado tres días sola preguntando por ti día y noche, mientras tu estabas acostándote con no se quien.

-es que tu no lo entiendes.

-si es cierto. No entiendo porque lo has hecho, no entiendo que fue lo que te hizo llegar hasta este punto. Jamás lo espere de ti Adam, en ningún momento en estos seis años de casados imagine que tu me harías esto. -quito sus manos de mi rostro y me dirijo a mis gavetas, agarro toda mi ropa como puedo y la tiro a la maleta.- si quieres despedirte de Amil, es mejor que lo vayas haciendo ya.

-¿y a donde se irán?

-a un hotel por hoy.

-ya es tarde Camil.

-¿y?

-por favor váyanse mañana.

-no

-Camil, piensa en nuestra niña.

-eso es lo único que estoy haciendo, pensar en ella. Por eso nos vamos y no trates de de hacerme cambiar de decisión, por que no lo hare.

-bien, pero yo las llevo.

-no.

-bien, pero me llamas tan pronto tengas su habitación.

-bien.

Agarro mi maleta y salgo de la habitación, me dirijo a la de Amil.

-mami, papi, jueguen conmigo.

-Amil cariño, nos tenemos que ir.

-¿porque?

-papi necesita unos días solo para poder trabajar.

-¿mas días sin papi? -lagrimas caen por mis mejillas.- mami no llores, acaricia mi rostro.

-tranquila cariño, todo esta bien. Solo serán unos días mas y luego volverás a ver a papi.

-quiero ir para casa de mi abuela.

-a  donde quieras.

-¿se irán tan lejos?. -me volteo y veo a Adam parado mirándonos.-

-no te importa Adam.

-papi, volveremos en unos días a verte.

-si cariño y jugaremos mucho ¿si? -Amil asiente. Camino hacia sus gavetas y meto su ropa en su pequeña maleta rosa.-

-bien cariño, ya vámonos. -Amil corre hacia mi y yo la cargo. Adam agarra las maletas y me sigue escaleras abajo, luego hasta la puerta y luego hasta el auto. Subo a Amil al auto y le abrocho el cinturón, cierro la puerta. Adam termina de montar las maletas y también cierra la puerta, me cruzo de brazos mirándolo, el me mira, suelta el aire y camina hacia mi.- ¿te puedo preguntar algo?

-adelante. -pasa sus manos por su pantalón.-

-¿cuanto?

-¿cuanto?

-¿hace cuanto lo haces?

-Camil no...

-Adam solo dime. ¿cuanto?

-un año.- bajo mi mirada al suelo y mas lagrimas caen.- pero todo tiene su explicación. -lo ignoro y camino hacia la puerta de piloto- Camil...- abro la puerta y subo al auto, antes de poder cerrarla el la aguanta impidiendo que la cierre.- ¿me puedes dejar explicártelo?, por favor no te vallas.-

-deja la puerta. -el sigue mirándome sin quitar su mano.- Adam deja la maldita puerta.

-Ca...

-¡que dejes la maldita puerta te estoy diciendo! -el abre los ojos y suelta la puerta al fin, yo la cierro fuerte, me abrocho el cinturón y arranco.-

Me desilusionaste Adam Levine. -y limpio la lagrima que cayo por mi mejilla.-

Siempre serás mi Playboy (Secuela de: MI PLAYBOY FAVORITO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora