Capítulo 20.

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(Narrador anónimo)

En ese momento, los cuatro lograron escuchar el sonido del autobús al irse.

- Andrés... Lo siento... -Dijo Santiago, muy apenado, pues él era la causa de que su amigo estuviera en esa puntiaguda situación.

- Al final conseguiste lo que querías, eh, pequeño-Bromeó su amigo, el cual trataba de no pensar en los problemas que iba a tener.

- Supongo que... Vayamos a casa...-Dijo David, por muy feliz que estuviera de tener a su hijo de vuelta, no quería otra vez el dolor de que se lo llevarán. Porque sabía que eso sucedería.

Todos salieron el Museo, Santiago y Andrés no paraban de bromear de algunas personas que vestían de manera extravagante.
Una vez llegaron al coche, Santiago y Andrés se sentaron en la parte trasera. Y como David no tenía carnet, Zeus conduciría nuevamente.

Santiago no paraba de pensar en que le podía haber sucedido a su padre, o donde estaba. Pues cuando David hablo de él, no pareció muy convencido.

El coche freno, los menores se habían quedado dormidos debido al cansancio del viaje anterior.
Cuando ambos despertaron, se dieron cuenta que Santiago tenía la cabeza colocada en el hombro de su amigo. Y Andrés en la cabeza de Santiago.
Un cúmulo de risas empezaron a resonar en el coche, pues Zeus y David no pudieron evitar que aquella situación les produjera risa.

- ¡No hace gracia! -Dijo Santiago, apartando la cabeza del hombre de Andrés.

- Si la hace...-Dijo el andaluz, lo cual le provocó una sonora risa a Andrés. Pues le hacía gracia ese acento.

Todos bajaron del coche, observando con atención la paz que había en su alrededor.

-No recordaba que Madrid fuera tan...-No pudo terminar de hablar, el sonido de muchos pitidos de coches se lo impidió. Cerca de donde ellos vivían parecía haber un atasco. O lo suficiente cerca para escuchar aquello- Mejor no digo nada.

- Te pasa por hablar... -Se quejó David, obviamente este bromeaba.

David paso su mano por el pelo de su hijo.

- Te quiero...

Zeus y Andrés observaron la escena, podría decirse que conmovidos.

- Y yo a ti, papá.

¿David podría volver a acostumbrarse a que alguien le llamará así? Pasó mucho tiempo. Y para èl aquello iba a ser muy difícil.

Por otra parte, Zeus no comprendía demasiado bien aquello. Aún que realmente no era de su incumbencia, pues únicamente la razón de estar ahí era que David estuviera feliz. Y él pensaba que lograba hacer sentir así a David.

- ¿Tenéis hambre?

- Bueno, un poco...

- ¿Un poco, Andrés? -Murmuró entre dientes- ¡Llevamos horas sin comer!

-Te oigo Santiago. Yo sólo se hacer spaghetti.

- ¿Sabes cocinar algo? Pero si sólo sabías hacer Sándwiches. O al menos cuando te conocí.

- Obvio que se. Soy un cocinero excelente.

- Pero... ¿No era que sólo sabías hacer spaghettis?

- Callate de una vez, Zeus. -Con suavidad, David depósito una hostia en la cabeza de su "amigo".

¿Que creéis que pasará? ♡

Olliepan: (Segunda Temporada)Where stories live. Discover now