1

2.6K 178 88
                                    


Siempre, desde pequeña, soñé con tener un amigo. A alguien que me necesite, alguien con quién contar y que pudiera contar conmigo. Desee con todas mis fuerzas y desde lo más profundo de mi corazón, a alguien que me amara. Una persona que me preguntará si estaba bien cuando llegaba a la escuela con un corte en el labio, o cuando mis pies dolían porque mis únicos zapatos habían comenzado a apretarme.

Alguien que hubiera estado ahí cuando mi vida entera se fue a la mierda...

Pero la realidad que me toco fue algo totalmente diferente. Y ahora, luego de un año de rehabilitación psicológica y más sola que nunca, he decidido comenzar de nuevo. Nunca me desharía de mi pasado ni de mis errores, pero ya no soportaba tener que cargar con ellos cada puto día de mi vida. Por eso debía irme, debía desaparecer, alejarme lo más posible de ese lugar que solo me hacía revivir todos esos terribles momentos.

*

El avión acababa de despegar; sería un viaje largo. Sentí una presión en el estomago, realmente estaba aterrada, y no podía identificar si era por el avión—ya que nunca me había subido a uno y había visto demasiadas películas de catástrofes—o porque ya no había oportunidad de arrepentirse y ahora me encontraba en ese pedazo de chatarra voladora, sin posibilidades de volver, y sin saber lo que me esperaría una vez hubiera llegado.

Para despejarme, decidí tomar mi Laptop y revisar otra vez lo que haría al llegar a España. Tendría un apartamento pequeño, el cual era el primer lugar al que debía ir. Este se encontraba cerca del instituto al que asistiría; el Sweet Amoris. Un nombre, cuanto menos, curioso. Recordé que, cuando tuviera todo en orden, debía ir a visitar a supuestos tíos que si bien decidí no vivir con ellos, son los que se harían cargo de mi y de mis gastos a partir de ahora. Me sorprendió mucho enterarme, ya que creí que toda mi familia me guardaría rencor por...lo que sucedió. Quizá no estaban enterados, o solo los habían obligado. Seguí leyendo un poco más, hasta que comencé a aburrirme. Lo hacía con facilidad.

Estaba exhausta, por lo que decidí que el resto del viaje dormiría. Luego de hacer una ceremonia para acomodarme—en la cual la señora que se encontraba a mi lado recibió uno que otro codazo—cerré los ojos y me relaje. Relajación que duró como mínimo, dos minutos, debido a un grupo de chico que no paraban de reír. Idiotas.

Poco pude dormir en el tiempo que restó, y sin más llegue a mi destino. No pasado demasiado tiempo, me encontraba esperando a que mi maleta saliera por la cinta para poder irme de allí. Tardó más de lo que hubiera querido pero finalmente lo hizo, aunque con una mochila negra arriba, que no era mía en absoluto. Me acerqué y un chico pelirrojo hizo lo mismo—a quién reconocí como uno de los idiotas que no me dejaban dormir—, tomó la mochila y posteriormente yo hice lo mismo con mi maleta. Sin más, me alejé de allí.

En ese momento no lo sabía, y no le di ni la más mínima importancia al chico que, en un futuro, pondría mi mundo de cabeza. 

______________________________________________________________________________

Bueno, he aquí el prologo de este nuevo fanfic. ¡Muchas gracias por leer, y espero sus comentarios!

Somebody to love [Castiel] [CDM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora