- Siempre serás mi muchacho. - Le regalé mi sonrisa torcida y besé su mejilla.

Los bailes continuaron hasta que nos llamaron para comer. Busqué a mi pequeña que estaba en brazos de su hermano.

- Bueno, es hora de sentarnos a comer, así que debo llevar a mi amada esposa a su mesa. - Stephen me miró y sonrió.

- Cuídala, Chris, es mi tesoro. - Asentí y sonreí; Belle tomó mi mano y nos dirigimos a la mesa.

- ¿Cómo te sientes, pequeña? - Ella me miró con una enorme sonrisa.

- Feliz, emocionada, no sé. Tengo un choque de emociones impresionante. - Cambió su sonrisa por una más tierna. - Pero, lo más importante: te amo con todo lo que soy y lo que no, Christopher Coleman.

Sonreí ante su comentario y la abracé un breve momento.

- Yo te amo a ti con todo lo que soy y lo que no, Isabelle Coleman. - Ella rió por mi cambio de apedillos y me regaló un pequeño beso casto en mis labios.

- Vamos a comer, tengo hambre. - Asentí y llegamos a la mesa, acomodándonos junto al resto.

La comida estuvo deliciosa y, mientras comíamos, hubo varias palabras por parte de nuestros familiares y amigos, junto al brindis, deseándonos las mejores cosas. Me sentía completo, feliz; no dejaba de mirar a Belle, mi bella esposa, a la que amo con todo mi ser. Me sentía cautivado por ella, su belleza, su carisma, todo.

Luego de las palabras, llegó el momento de partir el pastel de bodas, el cual era de 3 pisos, dorado y blanco también. Belle y yo nos dirigimos a cortar un trozo; al tenerlo en el plato, ella me llenó la nariz con crema del pastel y yo la besé así. Todos rieron ante nuestra hazaña.

Al terminar de repartir el pastel y que todos comieran, Liz se acercó a nosotros.

- Cariño, vamos a que te cambies; todavía falta una parte de la fiesta. - Liz miraba a Belle con una sonrisa cómplice y ella asintió.

- Ya vuelvo, amor. - Dejó un pequeño beso en mis labios y la vi alejarse con Liz, seguida de Beth.

- Hey, bro, ¿qué tal te sientes? - Giré mi rostro para ver a Marcos a mi lado; le sonreí.

- Feliz, Marcos. - Di un leve suspiro de alegría. - Jamás llegué a pensar que podría encontrar una persona así como mi pequeña, que me aceptara como soy y me amara de igual manera.

Miré a Marcos con una sonrisa ladina y él sonreía con orgullo.

- Entiendo a lo que te refieres, bro. - Pude notar que mi amigo observaba a su novia con adoración.

- La amas, ¿verdad? - Él me miró con una sonrisa orgullosa y asintió.

- Así es, Chris. Ustedes me han inspirado a pedirle que se case conmigo. Lo haré cuando ustedes vuelvan de su luna de miel. - Abracé a Marcos, dándole una leve palmada en su espalda.

- Estoy feliz por ti, Marcos. Lo mereces. - Escuché su risa y nos separamos.

- Gracias, Chris. - Miró a la pista de baile y habló. - Ahora: vamos allá. Te dará algo cuando veas a tu bella esposa salir.

Rió sin mucha fuerza mientras lo miré con confusión. Me llevó hasta la pista, haciéndome mirar hacia un pasillo que quedaba al costado de la pista.

Pude ver a Liz y Beth salir de algún lado, con una sonrisa enorme en sus rostros, mirándome con picardía. Al mirar más atrás de ellas, pude ver a Belle y mi corazón se detuvo. Mis ojos se abrieron como platos y creo que hasta estaba babeando.

Tú Eres Mi Sueño. (Completa Y Corregida)Where stories live. Discover now