Capítulo 13

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Capítulo 13: ¿Olvidemos la apuesta?

—¡Pete!—saltó Emma del susto al ver al novio de su amiga en la puerta.

—Emma, sigues aquí. Gigi y yo vamos a ver una película de terror, traje el DVD —le pasó el objeto—. Dicen que es la película más aterradora de todas. Te diría que te unas, pero sabes como terminan las noches de cine en casa—le mostró condones de su bolsillo—. Hola, Gigi —saludó con un beso volado a la actriz desde la entrada.

Gigi sonrió con temor. Volteó a ver a al modelo que estaba sentado a pocos centímetros de ella y lo encontró atónito. Habían metido la pata.

—¿Quién es él? —preguntó Jacob señalando al chico.

—¿Quién soy?—se adelantó Pete a responder—. Yo soy el novio de Gigi. ¿Tú quién eres?

—No, Emmanuel sale con Gigi. 

—¿Emmanuel?

—¡Yo, tontito! 

—Podrían dejarnos a solas, por favor—habló en tono serio el supermodelo.

La pareja asintió, retirándose a la cocina. Pete quiso abrazar a su novia, pero fue rechazo —¿Yo qué hice? —soltó un suspiro mientras husmeaban la conversación de su amiga con el apuesto sujeto.

—Ya no más mentiras —se levantó Jacob, empujando al mesero hacia la pared—. ¿Crees que soy tonto?

Emma tragó saliva. ¿Habría descubierto que es mujer?

—¿Qué crees que haces?—preguntó Emma nerviosa y colorada.

—Emmanuel, mírame a los ojos y dime si es verdad que tu novia es Eugene. ¡Mírame!

—¡Ella es mi novia!

—No mires mi barbilla, sino mis ojos.

— ¡Tú ganaste! —exclamó Emma, alejando su abdomen de ella—. Sé que no debí mentirte, pero quería sacarte la idea de que soy gay. Demonios, tendré que ser tu esclavo por un día...

—Emmanuel... no sé qué decir.

—¿Y olvidemos esta ridícula apuesta?

—¡Estás loco! Mañana serás mi esclavo. Las 24 horas del día. ¡De eso no te salvas!—rio maliciosamente—. Sin embargo, es una lástima que no seas gay... —agregó despeinándole el cabello.

«¿Qué quiso decir con eso?» suspiró enojada mientras intentaba recuperar su peinado.

—Bueno, creo que me voy —anunció Jacob a los jóvenes pegados en la cocina. 

—¿Tan pronto? —sonó el timbre—. Mira, debe haber llegado el delivery. Vamos, Jacob, quédate a comer con nosotros—insistió Eugenie. 

—Está bien. Pagaré esta vez por la comida. 

Mientras Jacob iba a atender la puerta, Pete se aproximó a su amiga y le dijo que Gigi le había explicado un poco lo que había pasado y que guardaría su secreto. Todo sea por un nuevo libro que publicar. ¿Pero eso sería todo?

—¡Hey, Jacob! Traje una película de terror para ver en la noche, ¿te animas?

—Claro. 

—Te odio, Pete... —masculló la escritora ocultando su cara de vergüenza en el hombro de su amiga.

* * *

Y llegó la noche, los cuatro se encontraban viendo la película. Eugenie y Pete estaban en el sillón principal.  Asimismo Emma y Jacob se sentaron en los sofás de los costados, respectivamente.

—Tengo mucho miedo, Pete. Abrázame —dijo una tímida Gigi.

 Pete extendió su brazo para que se acurrucara en él. Emmanuel también tenía mucho miedo, pero ella no podía ser "protegida", así que solo le quedaba abrazar a su pequeña almohada. Por otro lado, Jacob la miraba desapercibidamente.

«¿Por qué teníamos que sentarnos tan separados...?  Aunque se ve adorable desde aquí» pensó él mientras la veía tapando sus ojos del televisor.

—Tengo que ir al baño —se retiró Emma de la sala.

Jacob esperó unos segundos y susurró a los chicos —Voy a ir a asustarlo. Ya vuelvo.

—¡Bien!—exclamó Pete riendo mientras chocaba los cinco con el modelo.

—¡Se pasan!—terció Eugene quitando los brazos de su novio de ella.

Jacob se quedó esperando a Emma en el pasadizo. Pasaron unos minutos,  Emma abrió la puerta y al apagar la luz del baño, alguien le tocó la espalda. Ella giró a ver. 

—¡Booo!

—¡Aaah!—gritó Emma chocándose con él.

—Hubieras visto tu cara—reía Jacob.

—¡Te odio!—comenzó a golpearlo en el pecho.

—¡Auch! Eso duele, ¿quieres pelear?—bromeó mostrándole sus puños—. ¡Pues, peleemos! ¡Acércate a mí!—Emma sabiendo lo que iba intentar hacer el otro se alejó un poco—. Mejor corre, Emmanuel.

—¡Ni te atrevas!— siguió retrocediendo

—¡Corre!

Emma le hizo caso de inmediato, pero le fue imposible.

—¡No, no, no! ¡Basta! ¡Basta, Jacob!— gritaba Emma de la risa por las cosquillas que le hacía.

—¡Eso te pasa por provocarme!

Emma intentando escapar de sus dedos, tropezó con el mueble, haciendo que ambos cayeran al suelo. Jacob observándola ruborizada a pocos centímetros de su rostro, pensó  «Emmanuel, creo que quiero...»

El aliento de Jacob lo sentía cada vez más cerca, Emma no sabía qué hacer, su corazón le palpitaba a mil por hora, solo le quedaba cerrar los ojos y esperar a que este temor acabara.

«Emmanuel, quiero besarte...»

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He decidido no editar más para que que puedan leer lo que prometí hace años :v 

¿MACHO QUE SE RESPETA?Where stories live. Discover now