Como En Un sueño

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Los rayos de sol se filtraban entre hojas y ramas,  agitadas por la brisa primaveral, qué también jugaba con el cabello de los dos hombres que allí descansaban.
El más alto se había colocado contra un tronco, mientras que su amigo estaba recostado en el césped, casi sobre la manta de picnic que colocaron al llegar.
Ambos se encontraban con los ojos cerrados, absorbiendolo todo. No precisaban hablar y solo los acompañaba el sonido del arroyo cercano.
-Fue una buena idea pasar la tarde aquí- comentó Rhett, que había abierto los ojos levemente para observar a su compañero
-Tienes toda la razón hermano – Respondió Link esbozando una sonrisa, aun con los ojos cerrados.
Al ver como se formaba aquella bonita curvatura en los labios de su amigo, Rhett no pudo evitar sonreír. Recordaba haber leído alguna vez sobre la capacidad que posee el cerebro para copiar algunas de las acciones que vemos realizar a personas de nuestro alrededor con las cuales nos sentimos muy cómodas.
Ese tonto dato lo hizo suspirar a un volumen que Link fue capaz de escuchar.
Este abrió  los ojos solo para encontrarse con los ojos del más alto observandolo de una manera especial, bastante diferente a las miradas que recibía a diario.
Ambos se sonrojaron. Rápidamente, dirigieron sus miradas en direcciones contrarias, quizás para darle unos segundos a sus cortezas para procesar lo recién ocurrido.
Finalmente Rhett dio el primer paso y se acercó gateando al costado de Link. Luego de sentarse, y sin mediar palabra, tomó su mano y se la llevó hacia los labios para depositar en ella un beso, que fue más como una caricia. No devolvió la mano a su posición inicial sino que la mantuvo cerca de su rostro, mientras observaba a aquel que seguía recostado, esperando algún tipo de reacción ante sus actos. Casi como una respuesta, la mano que Link tenia libre se posó en la mejilla de su amigo, para comenzar a acariciar lentamente su pómulo con el pulgar.
Rhett cerró los ojos y suspiró. La calma del momento hacía que cada gesto fuera especial e intenso. De repente sintió que las dos manos de su compañero se alejaban.
Abrió los ojos extrañado, para encontrarse con un Link algo despeinado, que ahora estaba  sentado frente a él con los brazos extendidos y una cálida sonrisa en el rostro; una clara invitación a ese abrazo qué tanto esperaban.
El más alto se abalanzó sobre él haciendo que ambos cayeran al suelo, enredados uno en los brazos del otro y riendo acaloradamente por aquel adorable acto de torpeza.
Mientras las risas se apagaban, los hombres se percataban de cuan cerca estaban el uno del otro.
Podían sentir el calor del otro, su respiración agitada y el latido su corazón.
-Eres horrible de tan cerca –
-Confío en ti – el tono de Rhett era sugerente y hasta seductor.
Link se mordió el labio y sin darse cuenta bajó la mirada hacia la boca del que recién había hablado, mientras le colocaba la mano en la mejilla nuevamente y volvía a mirarlo a los ojos. Como respuesta, este le quitó los anteojos suavemente y, luego de dejarlos a un lado, le pasó la mano por el cabello.
Se observaron frente a frente por un momento, solo para comenzar a acercarse lentamente. Con cada milímetro que avanzaban sentían como sus corazones corrían aun más y como aumentaban aquellas ganas de, finalmente, poder sentirse como nunca lo habian hecho.
Eliminaron la brecha con un suave beso cargado de afecto, al cual acompañaron recorriendo con caricias el cuerpo del otro.
En determinado momento, debieron separarse ya que la falta de aire se hacía sentir. Aún así, no dejaron de mirarse a los ojos.
Se abrazaron nuevamente, como si fuera la última vez que podrían hacerlo, y se mantuvieron recostados observando el cielo. Todo era extrañamente bello, probablemente por el momento que pasaban.
Sabían que en algún momento deberían volver a sus hogares, por eso deseaban aprovechar cada minuto juntos.
El simple hecho de recordar eso, hizo que Link se emocionara. Por eso le pareció correcto decir lo que pasaba por su mente en ese instante.
-Rhett, creo que te amo- dijo suavemente.
Su amigo dejó de abrazarlo para sentarse y así mirarlo a los ojos.
Rhett tomó las manos de Link sin dejar de verlo a los ojos, como si intentase mirar su alma al momento de responder.
Ambos sonreían. En ese momento y para gusto de Link, el hombre que sujetaba sus manos separó los labios para pronunciar aquellas palabras ya dichas con los actos pero que igual le alegraría oír.

De repente, todo se oscureció.
Sintió el agua chocando impasible contra la ventana, el calor de las sábanas sobre su piel, la suavidad del colchón debajo suyo.
Se sentó bruscamente, respirando de forma agitada. A su lado, la luz del velador se encendió
-¿Estas bien mi amor?- su esposa preguntó, preocupada.
- Si querida, no te preocupes – Trató de hablar pausadamente para transmitirle a Christy algo de tranquilidad.
-Son de nuevo esas pesadilla verdad? –
-Si, parecen perseguirme los días de lluvia. Disculpame por despertarte, solo necesito ir al baño a lavarme la cara para tranquilizarme –
-No te preocupes cariño, entonces volveré a dormir.-
-Buenas noches – Dijo y acto seguido depositó un beso en la frente de su esposa
-Buenas noches amor- Respondió ella mientras apagaba la luz del velador.
Link se puso de pie e ingresó al baño, cerrando la puerta tras de sí.
Al encender la luz observó su reflejo en el espejo. Sus ojos estaban enrojecidos.
-Te amo Rhett– susurró casi inaudiblemente.
Se sostuvo del lavamanos y bajó la mirada. Las lagrimas comenzaron a bajar lentamente por sus mejillas.
Abrió la llave del agua y enjuagó su rostro. Sabía que el llanto no lo ayudaría y tampoco deseaba dar explicaciones.
Tomó la toalla y, luego de cerrar la llave del agua, comenzo a secarse el rostro.
Volvió a mirarse al espejo. Aún estaba afligido, pero la oscuridad se encargaría de ocultarselo a su esposa.
Decidió volver a la cama para tratar de dormir y deseó no volver a tener "pesadillas"
Se recostó junto a su esposa que, al sentir que él habia vuelto, le pasó el brazo por la cintura.
Link cerró los ojos y suspiró.

Como en un sueño Where stories live. Discover now