Alguien nuevo.

496 47 8
                                    

Lana tenía más juguetes, Fred no era su único muñeco, pero si era su preferido como ya se había mencionado. Al igual que Fred, sus peluches y muñecos tenían nombres. Había un payaso que no tenía piernas, era como una pelota, llevaba el nombre de Closty. También había unos muñecos de peluche que estaban tomados de la mano y sus ojos eran botones; Lana los llamó Bob y Linda, a Linda le faltaba un ojo ya que, ella y Bob eran juguetes que le pertenecieron un tiempo a June, la hermana de Lana. Había un osito de peluche gigante el cual llevaba en nombre de "Teddy" nada original pero a Lana le gustaba así, tal cual. Había más juguetes como el pequeño George, un gato negro de peluche que según Lana era la Mascota de Fred. Finalmente como ya se sabe, está Fred, quien tenía el cabello algo largo, su cara era blanca y de sus dos ojos de botones, salían unas rayas rojas. Llevaba una corbata de moño morada y un traje de color negro, las mangas tenían en un extremo, dos líneas blancas. Su nariz era larga y tenía rayas rojas.

En la mañana, Lana se levantó con mucha energía por alguna razón desconocida. Despertó más temprano de lo usual, no la despertó ningún sirviente como es normalmente. – ¿Qué hago despierta? – Pensó Lana en voz alta. Lana miró a Fred confundida. – ¿Me pateaste? – Le preguntó al muñeco. Fred no respondió porque claro, él ni vida tenía pero aun así, Lana sintió una respuesta. – Oh, Fred – Dijo decepcionada. – Te he dicho que no es bueno despertar a las personas mientras duermen, solo los sirvientes tienen derecho a despertarme. – Lana se río un poco y se levantó de su cama. Al estar de pie, se estiró y se dirigió hacia la puerta de su habitación. Lana tenía la mano en frente la perilla pero antes de que pudiera abrir la puerta, alguien más la abrió, un sirviente, era Andy.

—Despertó temprano, señorita. — Dijo Andy un tanto sorprendido.

— Si, es que Fred me despertó — Dijo sin mucha expresión, apuntando a su cama.

— ¿Fred? — Andy miró hacia el muñeco que estaba encima de la cama. — Ya veo... ¿Por qué no baja a desayunar? Su familia está esperándole. — Sonríe.

— ¿De verdad? Pues voy en seguida. — Dijo en un tono burlesco. — Hazte a un lado, Andy. — Dijo haciendo un movimiento con la mano para que Andy se corriera. El sirviente se hizo a un lado como Lana le indicó; y esta salió corriendo de su habitación.

Lana al llegar a la escalera, frenó. — Con cuidado esta vez, Lana. — Se dijo para sí. Lana bajó las escaleras tranquilamente hasta llegar al primer piso, luego siguió caminando hasta llegar a la gran mesa donde se encontraba su familia. Lana les dio los buenos días a sus padres y a su hermana, pero a Phineas solo le hizo una mueca.

— Lana, no seas grosera y pídele disculpas a tu hermano — Dijo la madre de Lana, ella era una mujer alta con el cabello rizado y crespo, sus ojos eran verdes y usaba un vestido largo.

Lana frunció el entrecejo y miró a Phineas. — Lo siento, Phineas. — Dijo Lana de forma fría. June felicitó a Lana. June era una chica alta al igual que su madre, sus ojos eran de color ámbar y su cabello era de un hermoso color rojo.

— Más te vale. — Dijo Phineas con un tono grave. — He venido desde muy lejos solo para verlos y así me recibes. — Esto último lo dijo algo más indignado.

— Ya, hermano, tranquilo. — Dijo June de forma pacífica — Aun tiene ocho años, es normal en ella. — Lana ignoraba la conversación de su familia, solo quería desayunar y aun no llegaban con su desayuno.

Al cabo de unos dos minutos, llegó Nina con unos panqueques y chocolate caliente. Lana le dio las gracias y se puso a comer tranquilamente. Durante el desayuno no hubo mucho que le haya interesado a Lana; Papá habló de su trabajo, Mamá de unas vestimentas que vio en el centro de la ciudad, Phineas hablaba de cultura, etcétera. — Mamá, ya terminé de desayunar. — Dijo Lana. — ¿Puedo irme a mi cuarto?

Muñecos [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora