Recuerdos Pasados (Actualizaciones lentas)

2. Boda en un nido de serpientes. Parte I

Y tan misteriosamente como se lo había dicho, volvió a sus magdalenas al tiempo que destrozaba una canción.

- Batty, venía para avisarte de que ya estoy lista – avisó al ver que había perdido su atención -. Me queda ponerme un par de joyas, ¿crees que podrás alargarme?

- ¡Oh pero por supuesto! Lo cierto es que ya estás tardando. Corre a terminar de arreglarte, que esto ya está listo.

- Gracias.

Avril se marchó de la cocina dándole un último vistazo a Mister Chew, que desde su cesta la observaba con maquiavélico enfurruñamiento, sin perder de vista el vuelo de la capa. Se colocó un delicado collar plateado con una pequeña luna. Unos pendientes a juego para completar y se sentía lista. Cogió el pequeño bolso colgándoselo al hombro y revisó que su varita estuviera enganchada en su muslo.

- ¡Por cierto Avril! – gritó Batty desde abajo -. Acaba de llegar una carta para ti.

Cuando Avril la tomó en sus manos, vio que se trataba de Lily. La abrió con rapidez, decidida a leerla antes de irse.

Avril;

Voy a dejarme de rodeos e iré al grano. Ya lo he hablado con mis padres y dicen que te puedes quedar en casa sin problemas. ¡Te espero sí o sí el fin de semana antes de ir a Hogwarts en el parque principal de Cokeworth! No tiene pérdida, así que pregunta por ahí. Tuney y yo iremos a recogerte allí para llevarte a casa. Mis padres están deseando conocerte. Pasaremos todo el fin de semana juntas y el miércoles mis padres nos llevarán hasta la estación.

Todavía tienes muchas cosas que contarme, desde que dejamos Hogwarts no hemos hablado de esto y cuando estemos allí no creo que tengamos la misma privacidad que en casa. Estoy impaciente la verdad. ¿Sabes que he ido un par de veces ya al Callejón Diagón en busca de libros? He estado informándome.

Por cierto, espero que te vaya bien en la boda. Ten mucho cuidado ¿vale?

Te extraño mucho y tengo ganas de verte.

Con cariño.

Lily

PD: Tranquila, no se lo he dicho a nadie.

Avril suspiró mirando al techo cuando terminó de leer. Al menos agradecía la discreción de Lily escribiendo. Llevaban todo el verano planeando pasar unos días juntas (más bien, Lily lo planeaba), y Avril no hacía más que intentar atrasar el momento.

Todavía le sorprendía la perspicacia mostrada por su pelirroja mejor amiga respecto al descubrimiento de su viaje temporal. Había evitado hablar del tema por carta y lo que pudieron conversar en Hogwarts no fue suficiente para Lily por lo visto.

Dejó la carta bajo un jarrón para recordar cogerlo más tarde y se encaminó con Bathilda a la puerta de casa. Se sujetaron del brazo y Bathilda se desapareció con su ahijada en ese mismo instante. Aparecieron en un callejón oscuro, al principio de una calle alargada, llena de casas adosadas, todas iguales unas a otras.

- Gracias Bathilda, esto de ser menor de edad sigue siendo un rollo – Avril besó a su madrina en la mejilla antes de acercarse a la casa que le interesaba.

- No hay de qué pequeña. ¿Segura que no quieres que te acompañe a la puerta?

- Pues lo estaba hasta que me lo has preguntado – respondió frunciendo ligeramente el ceño -. Ahora estoy nerviosa.

Y con razón, pues iba a enfrentarse nada más ni nada menos que a una familia de pesadillas, a la bruja cuyo retrato tantos dolores de cabeza le había provocado, a la boda de ese patán de Lucius Malfoy con la estirada de Narcissa y no tenía mucho afán por encontrarse con el resto de parientes. Finalmente negó varias veces con la cabeza.