Capitulo 16:Recuerda Alexander

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Capítulo 16: Recuerda Alexander

Luke y Robert trataron de calmar a Alec, el oscurecido ya se había ido, pero él seguía peleando para librarse y huir. Luke, Robert, Maryse, Jace y hasta Isabel le habían dicho que se calmara, que no le harían daño, pero él no los escuchaba, solo quería escapar, solo quería irse.

Jía sostenía en su mano, la jaula con el gato, quien al ver que podía rasguñarla, rugió y estiro las garras hacia arriba, Jía chillo y soltó la jaula, entonces todos pararon. Alec dejo de forcejear y se volvió hacia la jaula, mientras que, Luke y Robert aflojaban un poco el agarre, la Cónsul Penhallow se quedó mirando con confusión al niño, ¿Por qué había parado? ¿Qué lo hizo detenerse? Estaba aterrado, y de un momento a otro, ya no.

-Cheshire...-Musito Alec observando la jaula, como esperando que alguien le respondiera.

-Miau-Maulló el nombrado desde dentro.

Alec miro la jaula por unos segundos más, y volvió a entrar en pánico, se deshizo del agarre de los mayores que lo sostenían y corrió hacia la jaula preocupado. Cuando llegó hasta ella, la abrió, y el pequeño minino le salto encima con alegría, mientras que le lamia la cara. Alec sonrió, al fin algo conocido, alguien en quien confiar, se calmó; él alzo a su gatito en brazos, al tiempo que se paraba y las lágrimas salían de sus ojos.

-Cheshire-Repitió, el gato maulló y le siguió lamiendo la cara, intentando borrar las lágrimas de su rostro.

-Alec.-Lo llamo Jace, lo cual, fue una mala idea.

El niño volteo la cabeza para mirarlo, lo reconocía, lo que lo alerto más y le dio otro ataque de pánico, se calló de rodillas, temblando, sujetando a su gato con miedo. Jace intento acercarse, pero al caminar un poco, él le grito:-¡ALEJATE!-

Todos miraron con preocupación a Alec, no sabían que hacer, la simple mención de su nombre le provocaba ataques de pánico, y en algún minuto sabían que querría huir, y ellos deberían detenerlo.

-Alexander-Le llamo Magnus, tratando de acercarse sin causarle miedo, mala idea.

El niño al verlo, comenzó a retroceder, hasta terminar con la espalda contra la fría pared.

-¡NO TE ME ACERQUES!- Le grito él, aterrado.

Clary miraba a su amigo con un deje de culpa, no sabía qué era lo que debía hacer, hasta que, recordó que ella y él se llevaban bien, y quizás a él no le molestara su presencia como la de los demás. Ella se acercó muy rápidamente hasta él, y lo abrazó, él primero no la reconoció, pero al escuchar su voz se calmó.

-Alec-Le había dicho ella, y él la reconoció.

-Clary-Murmuro tranquilizándose-Eres tú.-

La chica se separó de él, para que la viera, y sonriéndole tímidamente le dijo:-Cálmate, todo está bien, estoy aquí contigo, nadie te hará daño.-

-¿Qué sucede? ¿Dónde está Jonathan? Tengo miedo-Le expreso Alec con sinceridad, creía que podía confiar en ella.

-Todo está bien, estás en la enfermería del Instituto, ¿La recuerdas?-Le pregunto, Alec asintió.-Ven, vamos a sentarte en la cama, y hablaremos tranquilamente.-

Él se quedó mirando a su amigo por un minuto, pero luego se levantó con su gato aún en brazos, y dejo que ella lo guiara hasta la cama. Él se sentó sobre la camilla y se tapó las piernas, mientras dejaba que Cheshire se acomodara en su regazo.

-Alec-Dijo lastimosamente Maryse, el chico se volvió a verla, y casi entra en otro ataque de pánico, de no ser, porque Clary vio que él empezaba a tensarse y lo volvió a abrazar.

Robert vio que su hijo solo se calmaba y le respondía a Clary, por lo que, volvió a tomar asiento junto a él, y no le dirigió la palabra, en cambio, intento tocar a su gato, el cual, al ver su mano, lo rasguño y se quedó parado rugiéndole y mostrándole las garras afiladas.

Todos notaron la ferocidad del minino, y Clary que ya lo conocía, le pidió una simple cosa a su amigo.

-Alec, ¿podrías controlar a tu gato?-Le pidió.

Alec miro a Clary, y luego a su pequeño amigo, entonces dijo claramente:-Cheshire, ven, déjalo.-

El gato lo obedeció, bajo las garras, dándole una última mirada de odio a Robert y se volvió hacia su amo, el cual, le comenzó a acariciar el lomo, sonriéndole.

-A Cheshire no le gustan los extraños, no intentes tocarlo a menos que quieras morir-Le advirtió Alec a su padre, mirándolo con indiferencia.

-Alexander, ¿me recuerdas?-Le pregunto Robert. Su hijo asintió.-Tenemos que hablar, solo nosotros.-

-No tenemos nada de qué hablar.-Le contradijo el chico, mirando a su gato-Ustedes me odian, y está bien. Yo no puedo odiarlos, pero tampoco voy a quererlos, se los aseguro.-

-No, no quiero hablar de eso, es sobre otra cosa. ¿Estarías dispuesto a hablar conmigo a solas, sin Clary presente?-Cuestiono Robert, esperando una reacción de pánico, que no hubo.

Alec lo miro sorprendido, pero asintió con la cabeza y dijo:-Adiós Clary-

Clary lo abrazó, bloqueándole la vista, para que, no se diera cuenta que Magnus le pasaba a su padre la pulsera de plata. Luego de separarse, Clary le sonrió y se fue con todos los demás, dejando solos a padre e hijo.

~

Sebastián ya sabía dónde tenían, tanto a su novio, como a su oscurecido, por lo que, primero fue tras su sirviente. Él se tele-transporto a los calabozos del Instituto de Nueva York, donde enseguida, el Señor Penhallow se dio cuenta de su presencia y salió corriendo a alertar a los demás, él no se molestó en perseguirlo, abrió la puerta de la celda, soltó a su oscurecido y le ordeno:-Vuelve por el portal con los demás, yo voy a rescatar a Alec. Bien hecho, fuiste el único que sobrevivió, te daré un premio cuando regrese.-

-Me gustaría seguir siendo el sirviente del señorito Alec.-Menciono Andrew antes de cruzar el portal. Sebastián sonrió, ese oscurecido y su novio se habían encariñado, la propuesta de su sirviente sería aceptada, era su premio por proteger a su novio.

~

Robert llevaba media hora tratando de explicarle a su hijo, toda la verdad, sin embargo, este solo negaba los hechos o simplemente se largaba a llorar diciendo que quería irse. Su paciencia se acababa, tenía ganas de golpear a Alec, pero sabía que si lo hacía, el otro solo entraría en pánico e intentaría escapar, por lo que, se mantuvo tranquilo apretando los puños y siguió intentando. Llegado un momento, Robert no pudo más, entonces solo pasó al plan B.

-Alexander, me prestarías tu muñeca, quiero ponerte una cosa que pensaba regalarte el día que volví de Alacante.-Pidió el mayor con una sonrisa forzada.

El menor se le quedo mirando un par de minutos, dudando de si darle su mano o no, pero al final, accedió y le tendió su brazo.

Robert saco la pulsera de plata de su bolsillo y se la puso en la muñeca a su hijo. Al prenderla, el menor sintió un repentino sueño, y en segundos se desmayó, Cheshire se dio cuenta y le rugió a su padre, mostrándole las garras, todos entraron entonces, y vieron que el plan A no había funcionado, pero el plan B ya había sido ejecutado.

-Por favor, recuerda Alexander, recuerda hijo mío.-Pidió Robert en voz baja, desde su lugar, mirando con añoranza a su único hijo varón vivo.

Continuara...

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Ciego, sin recuerdos, atado a tiWhere stories live. Discover now