No es correcto, pero te amo♥

Capítulo 20

Danna se quedó inmóvil lo que acababa de ver le partió el corazón en dos partes. Aunque por más que quisiera él ni siquiera le pertenecía  ni podría imaginar que él sintiera algo por ella, ni siquiera se conocían pero a ella ya le gustaba. No tenía el tiempo que llevaba Silvia ya con él, por lo que había visto le confirmaba que si eran novios y que si no fuera porque ella le ocultó algo importante ahora mismo estarían comprometidos. 

Pero entonces porque se habrían conocido, siempre dicen que si dos personas deben estar juntas el destino es el que se encarga de unirlos. ¿Sería ese su caso? ¿Tanto se estaba enamorando de Jorge al grado de provocarle unos celos irrevocables verlo con su ex novia, besándose?

Y el suceso de hace unas horas, él confío en ella en contarle todo lo que había pasado, tal vez la veía como su mejor amiga y ya no tanto como su jefa. Lo mejor sería alejarse de ellos para que pudieran estar juntos y disfrutar del amor que se tenían.

-Perdón, perdón, perdón –salió de la oficina y se fue directo al ascensor sin mirar atrás. 

Por otro lado Jorge y Silvia seguían abrazados, a ambos les hacía falta un abrazo como ese pero de pronto Jorge recordó y como si quemara la soltó de inmediato alejándose de ella mientras Silvia lo miraba con tristeza. 

–Te acompaño a tu coche, no vaya a ser que ese imbécil siga ahí –dijo sin mirarla.

–Así está bien yo me voy sola gracias –tomó sus cosas y salió de la oficina directo hasta el ascensor pero Jorge la alcanzó.

–No te lo voy a repetir es más yo te llevo a tu casa –habló en un tono molesto y bastante irritado. 

– Con esa actitud no te quiero cerca ya déjame –Él la sujetó por los hombros con algo de fuerza dejando que el enojo lo consumiera –Suéltame Jorge, me estás lastimando.

–¿Qué está pasando aquí? –Jorge la soltó delicadamente y observó a aquél hombre un poco molesto.

–Nada, mm ¿Gustavo verdad?

–Así es, tú eres –entrecierra los ojos recordando –¿Silvia cierto?

–Y yo Jorge mucho gusto –habló Jorge interrumpiendo la conversación. 

–Él ya se iba Gustavo –mira a Jorge.

–Yo ya voy de salida, ¿te acompaño a tu coche Silvia?

–Si vamos Gus –sonríe – y ambos se fueron directo hasta el ascensor.

A él no le puso trabas, ¿por qué me hace esto? sí solo la quiero ver bien y quisiera que ese imbécil la dejara en paz, ese tipo no se va a quedar tranquilo pero ¿Qué es lo que quiere en sí? Y luego este otro idiota ya ha de andar atrás de Silvia, como él tarado de Freddy –fue lo que pensaba Jorge al ver como el amor de su vida se iba con otro, pero claro que él se había comportado todavía más imbécil. 

–¡Mi amor! Ahora me debo aguantar al verte con ese tipo, y espero que con él puedas ser feliz –habló solo y se fue hasta su oficina. 

ESTACIONAMIENTO

–Gracias Gustavo, nos vemos mañana.

–De nada –Silvia encendió el coche y Gustavo la detuvo antes de que se fuera –Espera.

–¿Si?

–¿Te gustaría salir a cenar?

–Gracias pero estoy muy cansada hoy fue un día muy largo y pesado.

–Bien, no te preocupes lo podemos dejar para después,  vete con cuidado.

– Igual tú, adiós.