No quiero, no, no voy a dejar de malacostumbrarte.
Quiero plasmarte en mis letras para que en gemidos me leas, me comprendas, me quieras, me retengas y con placer me recuerdes.
No, no voy a dejar de malacostumbrarte.
Voy a seguir, voy a seguir llevándote a puestas de sol, a acariciar tu acendrado nombre cuando digas que me quieres, a besarte incluso cuando no estés. Voy a seguir siendo tu semáforo en verde, el remitente de tus cartas anónimas, el corazón desnudo a tus pies, porque así me haces sentir.
Me haces sentir lírica. La lírica que brota por tus poros y deja huella en todo lo que tocas.
Me haces sentir acuarela. La acuarela que al verla despierta gusto, encanto, orgasmo.
Te aviso: Tu punto G está en mis letras.
