Vivo y muero por ti (Zombie)

CAPÍTULO 2

La quinta persona es Anabell es una chica de 17 años que rescatamos de un reformatorio para menores.

Me levanté vi mi reloj de mano eran las 7:45 era 18 de febrero de 2020,había la bastante luz para poder salir y ir a buscar algo de alimento me puse un jean color negro, botas militares,un esqueleto negro una chaqueta y ya; desde que se desato el virus Z no hay mucha ropa así que subsistíamos y vestíamos con lo que encontráramos.

Intente despertar a Andrew para que me acompañara en el auto para ir en busca de provisiones lo llame varias veces pero no respondía agg! que más da tendré que que ir yo sola, me subí en el jeep cerré la puerta baje un poco la ventana recargue el arma y me dirigí hacia una pequeña zona comercial cerca de nuestro refugio, durante el transcurso del viaje me dedique a pensar en mi, en mi vida y en quienes y que me rodeaba y me di cuenta de que no tenía nada por el que seguir levantandome cada día no tenía una causa estaba sola no tenía a nadie y por un momento solo por un momento me sentí vacía. Por fin llegue al lugar el pequeño viaje me dejo pensando, pero en fin no tenía mucho tiempo entre a una pequeña tienda la entrada era de puertas electrónicas solo había una manera de entrar bom! le di un tiro al vidrio el cual cayo al suelo en minúsculos pedazos, cruce con extremo cuidado para no cortarme. Entre y lo primero que hice fue revisar cada pasillo para asegurarme de que no había caminantes y por suerte no habían eso hace mi tarea más fácil, recorrí los pasillos en busca de alimentos enlatados había una gran cantidad tome una gran cantidad y lo puse en el maletín salí de la tienda mi jeep estaba a 5 metros de donde me encontraba me encamine hacia el auto...

-Ayuda!!- me voltee y vi como un hombre alto de pelo negro, ojos castaños, pestañas largas y tes morena corría en mi dirección detrás de el una horcada de zombies no sabía si ayudarlo o huir pero como siempre lo hacia lo ayude. Corrí hacia el jeep abrí la puerta bote el maletín cargue el arma y empece a disparar a los caminantes que se encontraban detrás de el ,cuando llego a mi lado sacó su arma y al igual que yo empezó disparar nos fuimos corriendo hacia atrás. Después de unos cuantos minutos los caminantes se encontraban en el suelo sentía que mi corazón iba a explotar en mil pedazos-tengo que controlar mi respiración,tengo que controlarme-me decía a mi misma me costo algunos momentos la estabilidad cuando me sentí bien voltee a verlo estaba intentado recuperar igual que yo hace algunos minutos

-Gracias por salvarme la vida-

-no hay de que- dije con toda la calma que me era posible demostrar.

Me quede unos segundos más contemplando los cuerpos sin vida de esos caminantes y hay fue cuando me di cuenta de lo corta que suele ser la vida. No podía seguir mirando esos cuerpo pero continuaba haciéndolo y para mi era inevitable ver reflejado el rostro de mis padres.