- Nosotros también. Los amo, chicos. - Dijo Ela y se fue a su habitación, seguida de Paul.

- Vayan a vestirse, mis niños, y disfruten éste día. - Nos sonrió Nana y se dio la vuelta. Christopher me giró con cuidado, haciendo que lo mirara.

- Ahora sólo tenemos que elegir la fecha, porque si por mí fuera, me caso mañana contigo. - Sonreí ante su comentario.

- Podríamos dejarla para dentro de un mes. Seremos sólo nosotros, nuestra familia, amigos y ya. Nada del otro mundo. - Él se quedó pensativo, mirándome; al cabo de unos segundos, sonrió grande y asintió.

- Es perfecto. Hablaré con tu madre y Betty, estoy seguro que ellas querrán organizar todo. - Reí y asentí, comprendiendo aquello.

- No te olvides de Anahí. No querrá perderse nada. - Él río y asintió.

- Vamos a alistarnos, pequeña, no queremos ser los últimos. - Asentí y él unió nuestras manos, entrelazando nuestros dedos.

Al llegar al cuarto, comencé a buscar qué ponerme y cuando miré a Christopher, había sacado un traje elegante de un color gris claro con una camisa azul, lo miré confundida.

- ¿A dónde iremos? - Él levantó su mirada y sonrió.

- Sitio elegante primero y luego a darle el gusto a tu hermano. - Asentí sin estar muy segura de aquello, girándome para seguir buscando cuando, él, me detuvo. - Te tengo otra sorpresa. - ¿Más sorpresas? Me va a dar un ataque cardíaco como siga así. - Cierra los ojos. - Hice caso a su pedido, esperando un momento, sintiendo que me hacía girar. - Ahora, ábrelos.

Al abrir mis ojos, me encontré con un vestido de encaje color beige sobre mi cama. Era hermoso. Las mangas eran cortas pero lograban cubrir mis hombros; de largo, debía llegarme un poco más arriba de las rodillas; los zapatos eran negros con un tacón no tan alto. Miré a Christopher sin saber qué decir y él sólo sonreía.

- Es tuyo, un regalo de mi parte. - Incliné mi cabeza y sentía la humedad en mis ojos. Él se acercó, colocando un dedo suyo debajo de mi mentón. - ¿No te gustó?

- Ni se te ocurra decir eso de nuevo, Christopher Coleman. Me encantó, es sólo que... Yo no te he dado nada. - Él me regaló esa sonrisa torcida que tanto amo.

- Cuando me diste el sí, me diste el mejor regalo de todos, pequeña. No necesito más. - Me dio un beso en los labios y se separó de mí. - Iré a bañarme. Te amo.

Dejó un pequeño beso en mi cabeza y lo vi perderse al entrar al baño. Suspiré de alegría por tener semejante hombre a mi lado sin merecerlo del todo.

Mientras Christopher se bañaba, decidí llamar a mi mejor amiga para contarle, aunque estaba segura que ya sabía. Al primer tono respondió.

- ¡¡BELLE!! ¡¡DIME QUE YA LO HIZO!! - Me reí ante el entusiasmo de mi loca amiga.

- Si, Ani, lo hizo hace unos 30 minutos. No me sorprende que supieras, me sorprende que no me dijeras nada, más bien. - Ella rió con fuerza mientras podía imaginarla secando una lagrima imaginaria de su ojo.

- Era una sorpresa, Belle, y Chris se veía tan emocionado y feliz de hacerlo que nos alegró a todos. Te ama mucho, Belle. - Me quedé en silencio, absorbiendo todo aquello. Él me ama así como yo a él. - ¿Qué tal el anillo? El muy estúpido no me dejó verlo. - Reí por lo bajo, regañándola ante lo que dijo.

- Hey, más respeto con mi prometido, por favor. - Escuché su risa. - El anillo es hermoso, Ani. Tienes que verlo.

- Obvio que lo haré, Belle. Ya me estoy alistando para ir por Marc y llegar al restaurante a celebrar con ustedes. Nos vemos pronto, Belle. Te adoroooo. - Me reí.

Tú Eres Mi Sueño. (Completa Y Corregida)Where stories live. Discover now