Yo era el diablo

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Puse mis manos en su cuello mientras sentía los pulsos de su corazón en mis manos y apreté con fuerza mientras sentí como se retorcía debajo de mi.

Sus brazos y piernas se movían frenéticamente de un lado a otro mientras luchaba por su vida pero la verdad era que desde que su mirada se había cruzado con la mía ella ya había sido condenada.

Cinco minutos mas pasaron hasta que ella comenzó a cansarse al igual que su corazón. Poco a poco se fue desvaneciendo y yo seguía apretando sin vacilar en ningún momento,  después de todo no era la primera vez que hacia algo como esto.


La primera vez que asesine a alguien tenia 14 años en ese entonces mis asesinatos se basaban en veneno en la comida o en la bebida, explosiones o trampas pero a los 16 años hice mi primer asesinato cuerpo a cuerpo. Se trataba de una mujer que estaba en sus cuarentas o tal vez cincuenta años, desconozco  su nombre y tampoco fue algo que me interesara pero recuerdo perfectamente su cara, también recuerdo como sus ojos me miraban con terror y como suplicaba piedad y que la dejara pero ese no era para nada mi trabajo, tener piedad y compasión por alguien fue lo primero que me enseñaron a manejar y el que ella suplicara no me afecto en absoluto al igual que no me afecto dejara de sentir el pulso de la chica que estrangulaba, un minuto mas y ella había muerto finalmente.

Arrastre su cuerpo a un rincón y esparcí una cantidad razonable de gasolina sobre ella mientras continuaba esparciendo por toda la habitación, finalmente le prendí  fuego y salí de ahí  lo mas rápido posible. No quedo ningún rastro de mi.

Cuando llegue a casa mis padres me recibieron con una cantidad de preguntas de que si había salido todo bien , si nadie me había visto o si había tenido complicaciones , obviamente a todas esas preguntas hubieron  respuestas buenas. Mis trabajos siempre eran limpios y buenos.

Durante la cena todo estuvo callado y siempre era así, mis padres siempre mantenían su limite conmigo, nada de sentimentalismos ni cualquier cosa que hiciera sentir cierto afecto entre nosotros. Mi madre y padre ni siquiera se amaban,  estaban juntos porque así se había dado. 

Cuando eran jóvenes se unieron a la compañía secreta de asesinos, ellos eran de los mas sádicos  y expertos que la empresa hubiera podido contratar, nunca había límites  para ellos y disfrutaban  lo que hacían  así que hubo cierta atracción  entre ellos, esa atracción  era solamente carnal  y se satisfacían  uno al otro y todo iba bien pero después de unos años descubrieron que mi madre había quedado embarazada y sus padres los obligaron a casarse.

Desde entonces ellos están juntos, se entienden y son los mejores así que el tenerme fue como un gran experimento para ellos, como tener un pequeño perro al cual entrenar así  que desde pequeña recibí  todo para ser la mejor, jamás  fui a la escuela pero todo el tiempo estuve ocupada, primeramente tomé  clases de gimnasia y después de defensa personal , poco después tome clases de karate  y artes marciales, mi madre me enseñaba las mejores técnicas para no dejar ninguna pista y mi  padre me enseñaba a pelear .

Mi mente y cuerpo fueron entrenados durante años y cuando cumplí catorce me convertí en una perfecta maquina de matar y gracias a ello me convertí en la chica mas joven en ingresar a la compañía secreta de asesinos caracterizandome no por ser sádica, no, ese no era mi estilo, yo era ágil, sutil , silenciosa y fuerte, quien fuera asignado a mi no tenia ni una oportunidad. 


"Todos a mi alrededor eran ángeles y yo era el diablo."

Mente AsesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora