El Comienzo de Todo

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- Hola Leyla- la salude.

- Hola, llegas justo a tiempo- me dijo- se más puntual o te despedirán.

- Sí- dije- no volverá a pasar.

- Más vale- me sonríe- extrañaría trabajar contigo.

- Yo también los extrañaría- le conteste- ustedes son mis únicos y mejores amigos. Mi vida sin ustedes no sería vida.- le ofrezco una media sonrisa y también a Simon, quien nos estaba mirando desde su puesto.

Simón se acercó a nosotras y nos abrazo, pero creo que se dio cuenta de las marcas que tenía en el brazo.

- Deberías salir de esa casa- dijo Simón mirando mi brazo

- Clary que fue lo que te pasó?- me pregunto Leyla preocupada

- Leyla es obvio lo que le paso- dijo Simón- su padre la golpeó otra vez

- No hablen como si no estuviera aquí- les dije sacando mi brazo de la mano de Simón- y no se tienen que preocupar- les dije

- Cómo quieres que no nos preocupemos por esto?- me pregunto eufórico- te están golpeando, te están dañando Clary.

- Esto es demasiado Clary- siguió Leyla- tienes que denunciarlo a las autoridades correspondientes.

- Ya , paren.- les callé.

- Para tú- Simon alzó la voz.

- Ya!- volví a decir - cambiemos de tema. Vuelve a tu puesto Simon.

- Ok.- se marchó malhumorado.

- No te quedes mirándome así- le dije a Leyla. Ella desvío la mirada y ya no me dirigió la palabra.

Pasamos el día así, Leyla y Simón no me volvieron a hablar, pero en el descanso se sentaron conmigo a comer. Ellos estaban concentrados en su comida y yo los miraba de vez en cuando. Pero esto ya me estaba cansando

- Saben porque no denunció a mi padre?- les dije y ellos me miraron - porque es la única familia que me queda, antes al menos tenía a mi mamá, pero ahora que ella murio, sólo me queda mi padre y mi hermano - Además ellos no saben hacer nada- les dije- la única que mantiene a la familia soy yo, yo soy la que lleva el dinero a casa, se lo tengo que dar a mi padre para que no se moleste, pero si no fuera por este trabajo, ellos no comerían, dependen de mí - les dije

- Pero te hacen daño.- contestó Simon.

- Por el simple hecho de que haces todo eso por ellos- dijo Leyla- no deberían tratarte así.

- Nunca fui la favorita de mi padre, solamente mi mamá me quería, mi papá y mi hermano no me quieren- los mire- pero no importa, es la única familia que me queda

- Y nunca has pensado en mudarte y seguir manteniendo a tu padre y a tu hermano?- me pregunto Leyla

- No podría hacerlo, el dinero que me pagan no alcanzaria para pagar un apartamento y darle lo que sobra a mi padre- les dije- además mi papá siempre se molesta si no le doy todo el dinero que ganó

- Pero no puede quitarte todo el dinero- me dijo Simón

- No tengo opción.- le dije resignada.

- Siempre hay otra opción- me dijo Leyla.

- No todo es negro- continúo Simon.

- Para mi si lo es en mi familia - les dije. Luego miramos la hora y nos dimos cuenta que ya se había acabado nuestro descanso. Volvimos al trabajo, el restaurante estaba muy lleno ese día. Asique todos nos pusimos a trabajar, no tuve muchas propinas, pero cuando estaba tomando la orden de la mesa 13, el hombre que estaba allí creo que me pareció un ángel

Mi Amor Salvador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora