6. Malos Entendidos

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Ell se giró con la expresión de Sorpresa en su rostro.

- Si quieres converserme de que me vaya, suspiró, no te preocupes, ya has logrado tu cometido, no volveré a ser una carga para ti nunca más.

Dicho esto salió del aula, dejándome ahí, tratando de rebovinar y comprender sus palabras. Se ira, ella se ira...
Yo quería que se fuera, no? Yo la orille a que se fuera, por que ahora no quiero que se vaya? Comencé a caminar, salí del aula y la busque con la mirada pero no estaba Ahí. Mis pasos lentos se volvieron cada vez más rápidos, a donde se había metido? Vi a lo lejos a Alice que platicaba animadamente con Azura, no me importó en lo absoluto interrumpir.

- Donde esta Mina? - Solté de pronto.

- Ella, verás, ella dijo que se sentía un poco indispuesta y que se iría a recostar un momento en la enfermería.

No le dije ni siquiera un gracias pero me había ayudado a localizarla y era algo que agradecería después.

Llegué a la puerta de la enfermería, pasé adelante sin tocar, la doctora siempre esta ausente a la hora del almuerzo.

Todas las Camas estaban debidamente ordenadas, exceptuando la última, que permanecía cubierta por los separadores, me acerqué a paso lento, evitando hacer ruido alguno y la vi, estaba dormida, gira da hacia su derecha, su respiración era pausada, mi mirada se dirigió hasta la mesita al lado de su camilla, había un frasco blanco con un nombre rotulado: Zimovane, esas eran pastillas para dormir. Las conocía muy bien, hubo un tiempo en que las utilizaba para dejar de olvidar mi triste realidad luego de la muerte de mis padres pero luego que las pesadillas comenzaron a empeorar las dejé.

Volví mi mirada a ella que estaba en calma, con cuidado aparte un mechón de su cara y pude ver los destellos de unas lágrimas en sus pestañas, seguía llorando por ese estúpido, aunque no lo conozca empiezo a odiarlo por hacerla llorar.

Pasé toda la hora del almuerzo ahí, junto a ella, al momento del toque del timbre, decidí irme no sin antes acercarme a su rostro y depositarle un beso en la frente. No se a ciencia cierta que estupidez estoy haciendo pero siento las ganas de protegerla, aunque esto este mal. Al salir tope con la doctora y sólo asenti como saludo.

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Un ruido me hizo sobresaltarme, me puse rápido mis zapatillas y salí del separador, Alis era traída en la espalda por un chico de cabellos castaños, ambos vestían el uniforme de física. Oh, así que ahora teníamos esa clase.

- Alis que te sucedió? - Pregunté preocupada por mi nueva amiga.

- Ohhh Mina Chan jajaja veras estabamos en clase de Basketball y sin querer pise un balón y caí torpemente torciendome el tobillo - Seguía riendo aunque nerviosamente.

La colocaron en una cama vacía y la doctora le quitó la calceta y el tennis para revisarla mejor. Al tocar la zona afectada y para ese momento inflamada, Alis dio un chillido de dolor. La doctora fue entonces por unas pastillas, eran analgésicos.
Tomé la mano de Alis entre la mías y le Di mi apoyo mientras era vendada, le pedí a la doctora permiso para quedarme a su lado y ella aceptó.

Vi a Alis cambiar su estado de ánimo por uno triste y comenzó a llorar. Me alarme y le pregunté si todo iba bien, ella negó con la cabeza, así que decidida a llamar a la doctora me levanté, cuando Alis me tomó de la mano.

- Minaaaa, no podré ver a Aidol Sempai hoy - Lloraba a mares.
Es en serio? Por eso? Me dio risa pero no lo demostre, la acerque a mi y la acurruque en mi pecho mientras le acariciaba el cabello, a veces Alis puede ser tan Infantil, sonreí.

Quiero que Olvides TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora