Salimos del apartamento, cerrando con seguro, subiendo al ascensor, bajando al lobby. Alberto nos saludó como siempre lo hacía, deseándonos una buena tarde y salimos del edificio, entre risas.

Al estar afuera, me di cuenta, por la periferia de mi ojo derecho, que había un hombre bastante extraño en la esquina más lejana del edificio de en frente, observándonos. Me detuve en seco, haciendo que, ambas mujeres, me miraran con confusión.

- Espérenme aquí. Se me olvidó decirle algo a Alberto. - Ambas asintieron en silencio, continuando con su charla animada. Entré de nuevo al edificio, recibiendo una mirada de confusión por parte de Alberto.

- ¿Señor? ¿Sucede algo? - Asentí, acercándome a su puesto.

- Alberto, necesito que llames a Paul. - Él abrió sus ojos con sorpresa, mirándome con confusión, nuevamente.

- Pero, señor, sólo lo llamábamos para cuidar de usted. ¿Ha pasado algo? - Negué en silencio.

- Conmigo no. - Giré mi rostro, posando mis ojos en una de las mujeres que amo, viendo que, él, seguía mi mirada.

- ¿La señorita Belle? - Lo miré de nuevo y asentí.

- Llama a Paul y dile que, yo, me comunicaré con él en la noche para darle los detalles de todo lo que necesito. - Alberto asintió, tomando el auricular de su teléfono. - Y, Alberto, si alguien viene preguntando por nosotros...

No me dejó terminar la oración, cuando ya estaba asintiendo con una medio sonrisa.

- Tranquilo, señor. No se me ha olvidado nada. Lo llamaré apenas se vayan. - Me sonrió tratando de darme calma y asentí agradecido.

- Por cierto, hay un tipo en la esquina mirando hacia acá; quédate pendiente. - Él asintió nuevamente. - Gracias, Alberto.

- De nada, señor. Qué pasen una buena tarde. - Asentí, dirigiéndome a la puerta. - Y ¿señor? - Me giré para verlo. - Todo estará bien.

Asentí con una leve sonrisa, saliendo del edificio, acercándome a ellas.

- Listo. Ya nos podemos ir. - Les sonreí lo mejor que pude, viendo a Betty darme una mirada significativa pero, negué con disimulo, dándole a entender que luego le explicaría. Aceptó en silencio, viendo a Belle entrelazar nuestros dedos.

Nos acercamos al auto y subimos a él, aunque casi no lo logramos; ambas mujeres discutían por quién debía ir adelante.

Betty le decía a Belle que ella y Belle le decía a Betty que debía ser ella. Al final, mi abuela, ganó, diciendo que Belle era mi novia y que eso le daba más importancia al asunto, así que se acomodaron así.

Al ponernos en marcha, conduje a través de la ciudad hacia el restaurante que quedaba cerca de la playa. Al llegar, estacioné el auto, bajándome con rapidez para ayudar a mis dos chicas a bajar de él.

Al cruzar las puertas y entrar al lugar, Belle estaba fascinada con toda la decoración.

- Wow, esto es hermoso. - Betty y yo la observamos, confundidos.

- ¿Nunca habías venido a éste lugar, pequeña? - Ella me miró con algo de vergüenza y negó; fue cuando caí en cuenta. - Bueno, para todo hay una primera vez. Vengan.

Extendí mis brazos para que ellas se sujetaran de ellos y así lo hicieron.

Nos dirigimos a una de las mesas más lejanas, teniendo la vista del mar a nuestro lado, dejándonos apreciar el atardecer que comenzaba a hacer presencia. Nos sentamos, siendo atendidos por una de las camareras, quien tomó nuestras órdenes; mientras esperábamos, Belle, habló.

Tú Eres Mi Sueño. (Completa Y Corregida)Where stories live. Discover now