- Hola, querida. - Esa voz. Era la voz de él. Sentía que mis piernas me iban a fallar en cualquier momento, y mi voz no quería funcionar. - Debo decir que, ésta noche, te ves más hermosa que otras. Creí que me habías descubierto y saldría corriendo de aquí pero, veo que fui rápido y logré engañarte.

Así que no lo había imaginado, ¡que estúpida soy! Sentía su respiración pesada en mi oído, causándome escalofríos. Quería salir corriendo de aquí pero mis piernas no respondían a las órdenes de mi cerebro.

- ¿Q-qué es lo que q-quieres? - Sentí su respiración en mi cuello y cómo inhalaba mi aroma.

Un escalofrío, bastante fuerte y convulsivo, me recorrió todo el cuerpo. Por favor, que alguien se dé cuenta que no estoy, que me estén buscando, lo que sea.

- A ti, querida, eso quiero. - Sentí en su voz una sonrisa. - Tus padres hicieron un excelente trabajo contigo. - Sentí sus manos recorrer mis brazos con lentitud mientras mi cuerpo se sentía espantado y asqueado.

- No. Me. Toques. - Mi voz destilaba veneno puro.

- Mmm, y con carácter, eso me enciende. - Qué asco de tipo.

Traté de caminar lejos de él pero me sujetó de los brazos con fuerza, haciendo presión cada vez más.

- Suéltame. - Sentía cómo, cada vez más, hacía presión en mis brazos, causándome dolor.

Mis ojos se inundaron de lágrimas que evitaba derramar como fuera. No quería que viera que tengo miedo. ¿Cómo es posible que nadie se dé cuenta de lo que sucede?

- ¡¡Belle!! - ¡Por fin! Escuché cómo bufaba hacia Christopher.

- Lindo nombre, Belle. - Escuchaba la malicia en su voz mientras mi pulso no dejaba de correr.

- ¡¡Suéltala!! - Y así lo hizo.

La gente a nuestro alrededor comenzaba a mirarnos de manera extraña y sorprendida al mismo tiempo. Christopher me ocultó en su pecho, dándome un abrazo reconfortante, el cual agradecí inmensamente; sentía que me derrumbaría en cualquier momento.

- Esto no se queda así, querida Belle. Vendré por ti. - Sólo pude esconder mi rostro en el pecho de Christopher, que no dejaba de asesinar con la mirada a Dafoe. Éste dio la vuelta y se alejó.

Christopher me separó un poco de él, me analizó con cuidado, intentando secar las lágrimas que habían logrado escapar de mis ojos.

- ¿Estás bien? ¿Te hizo algo? - Asentí varias veces. No encontraba mi voz. - Belle, ¿quién era él? - Lo miré a los ojos y con toda la fuerza de voluntad que me quedaba, hablé.

- Es Anthony Dafoe. - Vi cómo abría sus ojos por la sorpresa mientras se tensaba en gran manera.

- Nos vamos ya. - Me apretó a él, llevándome abrazada mientras intentabámos salir del tumulto.

Al salir, Anahí y Marcos llegaron corriendo a nosotros.

- ¡Belle! ¿¡Dónde estabas!? Te perdí de vista en la pista y no podía encontrarte. Vine en busca de ayuda y... - Se detuvo al ver mi rostro. - ¡Belle! ¿Qué sucedió? - Christopher fue quien habló.

- Dafoe. La tenía atrapada. - Mi mejor amiga se llevó sus manos a su boca y Marcos a la cabeza. - Nos vamos ya. - Ambos asintieron y comenzamos a dirigirnos a la salida.

Al salir, la brisa fría me golpeó con fuerza, causando que comenzara a temblar. Chris se quitó su chaqueta, colocándola en mis hombros. Yo no dejaba de llorar, no podía dejar de hacerlo, por más que lo intentaba. Christopher me tenía pegada a su cuerpo sin soltarme; podía sentir su tensión. Los tres miraban a todos lados, pendientes de cualquier movimiento extraño o persona ajena a nosotros que se nos acercara.

Tú Eres Mi Sueño. (Completa Y Corregida)Where stories live. Discover now