I - Marca

9.4K 428 11
                                    

Eres un monstruo... Eres un monstruo... Eres un monstruo...

Esas palabras aún siguen en mi mente... ¿Acaso yo era un monstruo?

Mmm... No

La respuesta es NO, yo no soy un monstruo.

O tal vez, solo tal vez, no quise aceptar mi realidad.

Tal vez es eso...

Sin embargo de que me sirve pensar en eso ahora. Sea o no un monstruo no importa en estos momentos.

Debido a que puedo desfallecer en cualquier momento, mis piernas me duelen por correr tanto. Siento que me falta el aire, y mi cuerpo está todo empapado de sudor.

Puedo sentir el peso de mi cuerpo que puede caer en cualquier segundo, ahora quiero gritar, quiero tirarme al suelo y llorar. Sin embargo, se que no puedo hacer eso.

Se que en estos momentos solo debo correr.

CORRE ELISE... CORRE ELISE... CORRE ELISE... CORRE ELISE...

Es lo único que puedo pensar en mi mente ahora

Narrador
El bosque era oscuro y tenebroso, solo se podía escuchar el sonido de algunos animales o el sonido de los grillos a lo lejos.

Aparte de eso, se podía escuchar poco a poco el sonido de pasos apresurados de personas.

Y uno de ellos era Elise...

Lo único que pensaba ella era que debía correr más rápido, seguir y seguir.

¡CORRE ELISE!

Elise corrió hasta que no pudo más. Ella estaba asustada, porque alguien la estaba persiguiendo.

Sabía quien era. Lo conoció hace tan solo unos minutos, pero solo en esos minutos, la dejaron muy impresionada.

Aún recuerda al hombre, de cabello negro rizado, ojos celestes como el cielo y su piel de color trigo saludable. Con un cuerpo atlético y con músculos sin exagerar, con un rostro seductor y malditamente encantador.

Pero incluso siendo el hombre más sexy y guapo que halla conocido, el miedo que le generó fue demasiado, sus terribles ojos la miraron gruñendo entre dientes una palabra la que la dejó helada.

— ¡Mate!

Elise no sabía su significado, pero hubo un miedo que hizo que su cuerpo reaccionara rápidamente escapando del solitario lugar en el que se encontraba.

Elise estaba en el bosque, lejos de la casa de su abuela. No conocía el lugar, y lo único que hizo sin darse cuenta fue adentrarse más y más al bosque tratando de escapar de aquel hombre. 

No pasó pocos segundos, y el hombre la siguió.

Elise tenía miedo.

Sabía que si la atrapaban, no volvería a ver a su abuela durante un buen tiempo.

Narra Elise

Suya para siempre |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora