—Bien, te creo Cathy —dijo después de su minucioso estudio de miradas y luego suspiró rendida— hubo un tiempo en que creí que jamás te vería enamorada de nuevo, ahora no estoy tan segura, pues en ese mismo tiempo creía que jamás te vería volver a confiar en nadie.

—Cuando te pones filosófica no te entiendo amiga mía —le dije con una media sonrisa.
—Cath, se que detestas hablar del Innombrable, pero a pesar de todo, estoy feliz que no te dejes ganar.
—No presiones Gem...
—Bien, no lo haré, ve a tu ritmo, por cierto, creo que debería comentarte que Andrik no está en tu club de fans.
—¿Alguna razón en especial?
—Ni idea, solo se que no le caes muy bien, la razón la desconozco.
—Bueno, uno no puede caerle bien a todos.
—Tienes razón.

—¿Qué me dices acerca de lo de Ojitos? —pregunté.
—¿Quién?
—Kaleb, Gemma, Kaleb —dije en tono cansado.
—No lo sé Cath, es... confuso. Ambas sabemos que, además de mí, el único que sabe algo es él y debe recordar más de lo que creo porque cuando nuestros ojos se encuentran su mirada se vuelve rara y la aparta, ¿Crees que puedas investigarme con tu nuevo amigo?

—Gem, no podemos fiarnos de lo que diga Kaleb, tú tienes que recordar.
—Cathalinna, intento olvidar que ese día en particular existió y tu quieres que recuerde detalles.
—Gem es malo que no recuerdes nada —ella me miró con escepticismo— bien, hagamos algo, tú recuerdas, me lo cuentas y te doy permiso de olvidarlo de nuevo.

—Eres terrible Capaldi —dijo riendo.
—Gem, tú te traes algo más con Kaleb, ¿Él te gusta cierto?
—Es injusto que yo tenga que admitir lo que tu no puedes —dijo ella en respuesta— si él no me gustara creo que no hubiera terminado en su cama y no estaríamos en esta situación ahora.

—No tengo nada que decir contra ese argumento. Gem, habla con él, y no huyas, tal vez eso te ayude a aclararte.
—Si hablo con él se que no saldrá bien, Athala lo dijo una vez, su hermano solo juega un poco con las chicas, ya cometí el error de acostarme con él, no quiero empeorar las cosas.

—Como tu quieras, yo ahora debo irme a literatura.
—¿Crees que tu sexy profesor me deje quedarme?
—Averigüémoslo —le dije mientras caminábamos hacia literatura, al llegar no había nadie aún.

—Este lugar me recuerda al auditorio del Dimultiko, solíamos pelearnos ahí todo el tiempo, ¿Recuerdas la vez de la obra de primavera? Cielos, no la supero.
—Todos creyeron que era parte del guion —dije recordando con una sonrisa— hasta la directora nos felicitó.
—Todo salió increíble, la pelea se vio tan real, felicidades niñas —dijo Gem imitando a nuestra vieja directora haciéndome soltar una carcajada.
—Lo que nadie sabía es que éramos actrices profesionales.

—Calla, porque fue ese mismo escenario conde besaste a Evan delante de mí solo porque sabías que me gustaba.
—Admítelo Gem, él no era bueno para ti.
—Así como Theron tampoco lo era para ti —dijo burlona.
—¿Recuerdas cuando Victoria y yo peleamos por Robenisk?
—Claro, esa chica es un peligro con las pulseras, desde ese día no lo olvido, aunque ¿Sabes qué es lo que no olvidaré? La vez de Roma y cómo ya tenías invitaciones para salir a cenar a las dos horas de llegar, por ese tiempo eras una Cathalinna muy diferente.

—¿Cómo se llamaba?
—Emillén
—Ese mes recorrí todo Roma, fue increíble.
—Cathalinna Capaldi —me "regañó" Gemma— ¿Cómo es posible que mejor yo sepa el nombre de tus chicos.
—Esa es tu labor, y la mía es saber los tuyos.

—Me alegra que nuestra querida Cathalinna Capaldi traiga amigas tan risueñas a clase, lo único que temo es que el Señor Rickford deberá buscar otro sitio. De igual forma, solo les haré entrega de sus trabajos y solo se quedarán los que necesitan reforzar algunas cosas, en su caso, ambos pueden irse temprano.
—Gracias Apolo —dije y una voz conmigo, me giré y vi a Raymond. Le sonreí levemente y él hizo lo mismo, luego saludó a mi amiga.

La Ilusión de una Verdad |ECAP 1|Where stories live. Discover now