-Hola Adrien...-Lizeth era coqueta, lo tomó de los hombros y lo sentó en la mesa apartada de los demás.

Aquella mujer astuta solo buscaba algo y ese era la atención de Adrien. Alya no iba a permitir que todo lo que él había trabajado se fuera al bote de basura por su incapacidad de decir no a un mujer linda. Iba a actuar, se levantó con cuidado y fue a tomar a Adrien del cuello de la camisa y sin este decir algo simplemente se dejó llevar por la morena a su mesa. Ese breve tiempo le bastó a él como para fotografiar con su mirada a aquella mujer.

Lo había logrado, se sentó en la barra después de que Alya se lo llevara y como para provocar que él siguiera atenta ella cruzó sus piernas mostrando su hermosa y cremosa piel que al instante fue vista por los ojos vivarachos de Adrien, después de todo, era un chico de diecisiete años con algunos impulsos libidinosos y ella era simplemente una zorra que buscaría hacer caer al rubio en sus redes para demostrar supremacía ante alguien que ya tenía todas las de ganar.

Marinette dio un pesado suspiro, Nino la observaba mientras intuía que eso se debía a que ya tenía pleno conocimiento del intento de coqueteo de aquella chica, tal vez Adrien no lo había notado antes pero Chloé se había convertido en lo que Sabrina una vez fue para ella, una esclava. Ahora, ella era la esclava y cómplice de una de las arpías más terribles de la Francoise Dupont.

-Adrien a veces es manipulable, no sabe decir no a una mujer...-dijo el moreno comiendo algo de pizza- Quizás no te hayas dado cuenta, pero él tiene un trato especial contigo...

-No sé de qué hablas...-dijo Marinette sonriendo- Adrien es muy amable...

-¿En serio? Crees que lo haría con cualquier chica, Marinette...-¿Por qué dudaba? ¿Acaso había Adrien demostrado ser como un chico cualquiera? – Deberías...comer otro pedazo de pizza...

-Bien. Se dice "No"...-dijo Alya sentándolo en una silla- No puedo creer lo que esa arpías hicieron...

-¿Quiénes son ellas? –dijo Marinette parpadeando, estaba mirando a las porristas.

-¿No las conoces? – Negó con la cabeza la azabache mientras Nino se echaba para atrás. Era hora de que Alya hiciera lo suyo como siempre y eso tomaría mucho- Ellas son las presidentas del club de Animadoras, cada que los basquetbolistas juegan, ellas se encargan de darle ánimos... y a veces demasiados ánimos...

-Oh, ya veo...-se tomó lo último de su malteada y luego miró a Nino, que, cómplice de la azabache solo se limitó a sonreír – Bueno, Alya.... Quería decirte que me encantó ir a hablar con el Sr Agreste...-sonrió ella mientras buscaba la grabadora, pero no la encontró.

-¿Buscabas esto? –Adrien tenía la grabadora, pero, ¿en qué momento?- Alya, seré claro contigo. Ella debería hacer entrevistas más seguido en tus revistas. Hoy estuvo genial...

-D-Devuélveme eso...-Marinette tímida estiraba los brazos para coger la grabadora. Adrien por supuesto no iba a dejar que ella la cogiera, quería algo a cambio y eso era contacto visual. Pero ella no se lo daba – ¡Adrien, devuélveme eso!

-No, las palabras mágicas...-dijo él poniéndolo a la altura de sus ojos y fue entonces que los grandes y profundos ojos de aquella mujer estaban en contacto con su mirada esmeralda. Sonrió y ella se quedó embobada con su mirada. Luegó tomó con delicadeza la grabadora y la jaló ejerciendo tan poca fuerza que parecía estar ¿Jugando con él?

-Vamos, deja de molestarla. Dale esa grabadora...-dijo sonriendo Alya quien los observaba.

-Bueno...-dijo Adrien dándole la grabadora mientras ella la tomaba. No perdieron el contacto visual- Será mejor que sigas con tu discurso...

The Best Friends ||Adrianette||Where stories live. Discover now