Capítulo 5: Eternidad

Start from the beginning
                                    

Pero algo falló.

Un fuerte dolor se expandió a través de su espalda

Miró en dirección a sus manos, dónde tenía sujeto el cuchillo.

Unas extrañas sombras las cubrían, o más bien, las hacían desaparecer.

― ¿Q-Qué...?

―Mira tú espalda ―le dijo el demonio―. ¿No te mola o qué?

Ella miró, y vio cómo se apuñalaba a si misma desde atrás. Gritó y dejó ir el cuchillo al mismo tiempo que caía el suelo y empezaba a alejarse del demonio a rastras.

<< ¿Qué demonios...? ¿Por qué...? >>.

―Todo el rollo del espacio-tiempo aún es demasiado complicado para los humanos, así que prefiero no malgastar saliva en intentar explicarte algo. La cosa está en que tú misma te has apuñalado, no te comas demasiado la cabeza.

―Men-... ¡Mentiroso! ¡Traidor! ―le acusó con odio.

―¿Sabes? Tu padre me habló de ti ―le dijo acercándose a ella―. Antes de matarlo me explicó que tenía una bonita hija y que su mayor deseo era que creciese libre de ataduras. Supongo que se refería a que quería que fueses feliz.

―No...no...cállate...

―Su último deseo era que fueses feliz, y tú misma has hecho todo lo posible para que no se cumpliese ―le dijo con una pequeña sonrisa que intentaba parecer triste.

"―Los demonios saben engañar a la gente y manejarla a través de sus sentimientos negativos. Si no vas con cuidado, te habrás metido en un agujero del cual jamás lograrás volver a salir."

Volvió a recordar esas palabras.

―No...

No dejaba de llorar, negando con la cabeza.

―Aunque no lo creas, es la primera vez que hago un pacto que no puedo cumplir ―se acuclilló a su lado, recordándole a la primera vez que se encontraron―. Me gustaría que por lo menos te sintieses un poco satisfecha, pero es que tu vida en comparación a la mía no vale una mierda ―aseguró con despreocupación―. Hagamos un nuevo pacto. Pídeme algo más, lo que sea. Excepto matarme, claro. Dejaré que te quedes a mi lado y que puedas ver cómo cumplo con mi palabra.

Tenía la sensación de que la cabeza le explotaría en cualquier momento.

― ¿Hablas en serio...? Yo...yo no...

―Shh, tranqui. Hablo en serio. Aun así, no tienes nada que perder, ¿recuerdas?

Era cierto.

Tenía toda la razón.

No tenía nada que pudiese perder.

―Destruye a la organización que le atacó.

El demonio le volvió a ofrecer su mano, y ella, temblando y desangrándose poco a poco, volvió a aceptar el pacto. Él se puso en pie.

―Bien, trato hecho. Te quedarás conmigo para toda la eternidad y yo cumpliré con tú último deseo.

Frunció el ceño.

― ¿Quedarme contigo para toda la eternidad? ―quiso entender.

―Te lo he dicho. Dejaré que te quedes a mi lado para que puedas ver que cumplo con el trato ―le dijo―. ¿No has oído hablar de "la dimensión de los demonios"? Es algo que prácticamente todos los demonios tenemos. Podemos encerrar ahí un número de almas equivalente a nuestro poder ―le explicó―. No devoraré tu alma, pero si la encerraré en esa dimensión. Y así...

― ¡Eso no era parte del trato! ―le interrumpió ella.

La había vuelto a engañar. Lo había vuelto a hacer.

―Y así podrás disfrutar de toda una eternidad llena de soledad ―terminó él.

― ¿E-Estás de broma...? ―se negó ella.

Él río, empezando a dejar ver una faceta distinta a la que había estado mostrando con anterioridad. La verdadera faceta de un demonio. De un ser que disfrutaba con el sufrimiento ajeno.

El demonio le cogió la cara mientras sonreía de oreja a oreja. Luna empezó a sentir un terrible dolor, el cual se vio acompañado por gritos desgarradores. La presión empezó a aumentar y aumentar hasta que al final, la cabeza terminó reventando. ¿Había sido necesario que hiciese eso? No, en absoluto. Pero...

Era un demonio ―aunque al mismo tiempo no lo era―.

Un demonio con ganas de destruir.

―Pacto cerrado ―finalizó―. Debo darme prisa. La guerra está a punto de empezar.


¿...FIN...?

Un último deseo...Where stories live. Discover now