Bella y amada

Entre la oscuridad

Todo era como un sueño...

Sobre todo ahora que tenía a su hermosa amada frente a él.

Sus hermosos ojos brillaban y su sonrisa resplandecía.

A pesar que la puerta les impedía tocarse...

El podía notar como su amada le miraba expectante.

Deseando completar su hermoso encuentro.

Así que se apresuro para alcanzarla...

Quería tenerla entre sus brazos y poder llenar el vacío que ambos sentían.

Apresuro su paso y abrió la puerta caminando entre las oscuras sombras.

Pero cuando logro llegar hasta la habitación donde le había visto...

Simplemente desapareció...

Furioso comenzó a buscarla...

Pero entonces algo en él se lo dijo....

Este era un juego...una prueba para que Eddie alcanzara a su niña hermosa.

Debía demostrarle que era digno de su amor.

Comenzó a cantarle...seguramente eso le gustaría a ella.

Aunque no tenía la mejor voz del mundo, su amada se calmaría ante su llamado.

Pero por más que busco no pudo encontrarle...

Había desaparecido...

Nuevamente estaba fuera de sus manos.

Maldita zorra ingrata...

Con la furia invadiendo su mente Eddie Gluskin volvió a su taller...

Esperando a su siguiente novia....una que no lo abandonara...y que luchara por poder tener a sus hijos.

Por suerte había unas cuantas mas esperándole ya...

Y con un poco más de suerte....alguna de ellas podría ser la afortunada que se convertiría en su Darling....

Pero sabía que todo sería inútil.

En su mente solo podía existir una chica para él, y era esa joven de cabellos rubios y ojos claros.

A pesar de la oscuridad que cubrió su encuentro, el estaba tan acostumbrado a su hogar que podía ver perfectamente cada rasgo de su Darling.

Sobre todo su perfecta estructura ósea...

Ella era más que perfecta...

No como todas esas zorras que ni siquiera luchaban por su amor, solo se dejaban sangrar hasta morir...

Era por eso que él las colgaba.

Pero su chica fue diferente, ella no se asusto al verlo...

Aun podía ver en su cabeza la hermosa sonrisa que ella tenía, y la forma en que lo miraba.

Estaba seguro que también le recordaba, y era por eso que no entendía el porqué ella había desaparecido.

Ni el cómo...

Estaba muy seguro de no haber escuchado sus pasos, ni el sonido de las puertas.

Quizás todo había sido un sueño...

Pero estaba seguro de que no lo era....ella se veía tan real....

Y eso le ponía más furioso aun...

Siguió su camino a su taller, tenía mucho trabajo aun...

Además de que los vestidos que había estado haciendo aun no eran lo suficientemente buenos como para su futura esposa...

Entonces volvió a escuchar un sonido...venia desde el gimnasio donde todas las zorras colgaban...

Tomo su cuchillo y se dirigió al lugar...

Pobre de la puta que estuviera ahí...

Eddie ya estaba frustrado y furioso...

Y desquitaría todo lo que sentía sobre ella.