prohibido enamorarse (cameron dallas)

chocolate{parte 2}

La vida era injusta algunas veces.

-Vaaamos, no seas tan perra conmigo...

Iba a replicarle sarcásticamente, cuando el timbre de la puerta nos puso en alerta a todos.

-Mierda -chilló Marie -, ese debe se Eder. Dijo que pasaría más tarde.

Bien. Finalmente se haría justicia divina.

Alce una ceja y me acomode en la mesa de la cocina. Totalmente despreocupada.

-¡________!No te quedes allí parada, ayúdame.

El timbre volvió a repiquetear por el departamento.

- No. Me cansé de cubrirte la espalda.

Ella me miró con suplicantes ojos de borrego.

-Ehh... chicas, creo que alguien toca su puerta -dijo Marcus entrando en la cocina. Se había quitado la camiseta y tenía el pecho cubierto con chocolate.

¿En serio, dónde conseguía Marie a estos tipo? ¿Existiara acaso una agencia que los distribuya? Porque si es así, yo quiero cinco... para llevar por favor. Ah y que la orden sea rápida: tengo hambre.Grrr.

y que venga con chocolate incluido si se puede.

-¡Por el amor a todo lo que es sagrado, _________, ayúdame! -volvió a chillar ella -. Y ya deja se ver a Marcus como si te lo fueras a comer.

instantáneamente me deshipnotice del musculoso abdomen del chico-chocolate ¿qué pasaba con mis hormonas? No había duda de que era todo ese chocolate siendo aspirado por mi sistema respiratorio.

-¿_______? -llamó Marie cada vez más preocupada-. Lo único que tienes que hacer es ocultar mi pequeño secreto.

- ¿Cuál secreto? -preguntó Marcus, intrigado.

Cuando alce la vista hacia él, me sonrió como si supiera lo apetitoso que se miraba en chocolatado. Tenía unos bonitos ojos marrones, como los míos pero más claros.

Pobre infeliz, no sabía que iba a ser el bocadillo de mi prima.

- ¡Marie,¡________! -gritaron desde afuera del departamento.

Mi corazón traicionero reconoció la voz de inmediato.

-¡Doble mierda! ¡Es Cameron! -chollo Marie por no se...quinta ves.

- ¿Quien es Cameron? -quiso saber Marcus.

-Último oportunidad _________-habló Marie, ignorando la pregunta de Marcus.

osea que le pasa como si fuera mi problema.

-Por favor. Te deberé una muuuuy muuuuy grande si me ayudas -suplico.

-Está bien. Te voy a ayudar -Acepto de mala gana. Me las iba a cobrar muy caro.

Lo sé. Era una tonta que se dejaba manipular por un ser rastrero como ella.

Sabía que me iba a arrepentir de esto.

-Gracias, eres la mejor -dijo, y corrió directo a la puerta no sin antes limpiarse el cuello y abotonarse bien la blusa.

Me encontraba arrastrando a Marcus hacia mi habitación para ocultarlo y explicarle cómo iba a funcionar su futura relación con mi prima (claro, si decidía quedarse con ella), cuando me detuvo con el brazo:

-¿Qué haces? -Me pregunto en voz baja.

-¿Qué no es obvio? lo voy a ocultar.

-Chicas, ¿qué esta pasando? -habló Marcus, lucía asustado.