-Listo-. Sonrió.-Metelo en tu bolso. Y que mañana nadie coma eso, nada más el mariscal de campo.
-¡Okay!-. Tomé el paquete.
-¿Nos vamos a dormir ya?
-¿No vas a cenar en serio?
-Dulce fue lo que cené, hoy comí mucho dulce. Ya mañana no como-. Reí.
-Esta bien. Anda a dormir-. Sonrió poniéndose de pie.
Yo cerré mi laptop y me acerqué a Nick.
-Gracias por ayudarme-. Dejé un sonoro beso en su mejilla. Él sonrió y miró el suelo.
-De nada Kell.
Después de esto, tomé mis cosas y subí con calma las escaleras. Dejé las cosas donde iban, apagué la luz y me lancé a mi cama arropandome, abracé una almohada y cerré mis ojos pensando; como de costumbre.
Al día siguiente
La alarma sonó a la misma hora de siempre. La apagué molesta de su sonido y pensé "5 minutos más"
Pero, no fueron 5 minutos. Se me pasó MEDIA HORA. Lo sé, porque Nick tuvo que venir a despertarme ya que son las 6:30am.
-¡Ay!¡Me quedé dormida!-. Me paré. Nick solo se cruzó de brazos.
-Apurate-. Dijo antes de irse.
Yo me dirigí al baño, al salir me coloqué un jeans rasgado negro, una blusa color melón y unas zapatillas negras algo formal. Tomé mi bolso y bajé corriendo.
-¡Nick!-. Lo llamé yendome a la cocina.
-Ten tu desayuno-. Me lo extendió.
-Gracias-. Lo metí en mi bolso. Y me fui corriendo hacia la puerta.
-Tus llaves del auto, tu celular-. Salió Nick de la cocina extendiéndome lo que nombró.
-Oh, gracias-. Lo tomé.
-¿Ni un beso de despedida?-. Sonrió.
Yo lo miré rápido.
-¿Ah?¿Qué beso?-. Reí.
Él se escondió de hombros. Yo negué con la cabeza y me despedí con la mano para bajar hasta mi auto, y conducir al instituto.
Al llegar, me bajé del auto y caminé con pasos rápidos. Tropecé con alguien. O mejor dicho; con algo.
-¡Argh!¡Otra vez tú!-. Chilló Anne.
-Ya perrita. Deja de ladrar-. Le dije sacudiendo mi ropa.-Ahora sacudo tu estupidez y sigo-. Tomé mi camino. Ella me haló la blusa de tal modo que casi caigo.
-¿Crees que porque entras al equipo de football americano eres mejor que los demás?
Yo sin decir nada, llevé mi mano a su rostro para estampar la allí con una buena bofetada.
-No te metas conmigo idiota-. Le dije antes de irme y dejarla sola. Miré mi blusa que fue arrugada por la estúpida de la novia del mariscal de campo. Otro idiota más en ésta institución.
Busqué mi pase de entrada y me dirigí al aula correspondiente. Al llegar me senté en uno de los últimos puestos. Sin antes saludar a July, Max y a Ryan.
Saqué mi cuaderno y comencé a copiar lo que estaba escrito en la pizarra.Esta clase pasó y en ningún momento hablé. Solo pensaba a quien pedirle el favor para lo de las galletas. Tiene que ser en la clase después del receso.
ESTÀS LLEGINT
Mariscal de Campo. (EN EDICIÓN)
Novel·la juvenilAvancé un poco más, decidida a hablar con el dichoso Mariscal de campo. -¿Como me inscribo en el equipo de fútbol americano?-. Pregunté tranquila y con total seriedad. Todos rieron hasta llorar de la risa. Les alcé una ceja.- ¿Qué causó risa?.- preg...
Capítulo 18- ¡Por idiota!
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