Il Doulce Souno (Tom Hiddleston vs Siwon | Fanfic)

Cap 5 (Gabrielle)

Nunca había imaginado que Tom Hiddleston fuera tan encantador, claro, sabía de su reputación pero nunca me llamó la atención, hasta... Ahora

- señorita Casaus - me llamo Leduc - vuelva señorita! - chasqueo los dedos

- Si dígame.

- Ya le dije señorita Gabrielle...- giro los ojos- los diseños están perfectos, puede comenzar con la producción cuanto antes, mande las fotos al diseñador y consiga que la señorita Elena de vestuario le preste la ropa de los protagonistas para la sesión de fotos. Cuando está programada la sesión?

- Para el jueves director, el foro es nuestro desde la 1:00 pm hasta terminar.

- Excelente, muy bien señorita Gabrielle, puede usted irse.

- Gracias director, nos vemos el lunes- le di la mano sin olvidar mi reverencia, tome todas mis cosas nuevamente y me encaminé hacia la salida, eran las 3:00 pm camine a la salida del teatro y mi teléfono comenzó a sonar, me detuve y con algunos ridículos movimientos logre alcanzar mi celular

- Bueno?

- kohn-ni-chi-wah Gabrielle Chan!!!!

- Kyoko Chan!!! - comenzamos a platicar en japonés - como estás? Que milagro que llamas?

- Gabrielle Chan estoy en Londres!!

- Qué maravilla!! A que viniste? Qué pasó con tu familia?? Cuando llegaste? Donde te quedaras?? Por qué eres bienvenida en mi casa, estoy haciendo muchas preguntas cierto???

- Jajaja sí algo

- Mejor veámonos y así me podrás contar todo

- Ahora tengo una audicion pero podemos salir mañana todo el día

- Excelente, mañana es sábado y no hay ensayo

- Perfecto, nos vemos mañana

- Muy bien... Rómpete una pierna

- Lo haré, bye bye

- Byyyye... - colgué y sonreí, estaba realmente emocionada, hacía ya medio año que había dejado Japón y no me había podido contactar con Kyoko o con cualquiera de mis amigos en todo el mundo, vivía casi en el trabajo, "en todo caso Leduc sería mi único amigo en Londres. Qué triste, tu jefe, tu único amigo" Deje salir un gran suspiro

- Dicen que por cada suspiro se pierde un poco de felicidad - dijo una masculina voz detrás mío, me giré y vi a Tom con una gran sonrisa que no había visto a falta de luz en el teatro. Le correspondí la sonrisa

- Au contraire... el suspiro es el aliento del alma que sale cuando el cuerpo se llena de pasión y que nos recuerda que seguimos vivos...

- Que poética la señorita

- Gracias, pero en realidad lo saque de una galleta de la fortuna - reí y el también

- No importa, escucharlo de ti hace que realmente lo crea - me sonrió y sus profundos ojos azules se posaron sobre los míos - estás ocupada? Te invito a almorzar, es la hora del té y conozco un buen lugar...

- Hora del té...Claro - sonreí

- Perfecto, te ayudo con tus cosas? - dijo mientras me despojaba del portafolio y la cámara. Exhale del alivio

- Gracias, eso ayudó mucho - me estiré

- Por aquí señorita - hizo una señal con la mano y comenzamos a caminar

- Dime, cómo es que tienes un nombre tan singular? La verdad es que no dejo de pensarlo.

- Pues... La verdad no es mi nombre, - me miro extraño- bueno sí, en realidad es la mitad de mi verdadero nombre, podría decirse que es mi nombre artístico.

- Ajaaa? - me miraba con mucha curiosidad.

- Pues verás, en México hay una cantante que fue muy sonada en los 90's y mi mama era muy fan, así que me puso su nombre, Ana Gabriel, entonces en la escuela se burlaban de mí por mi nombre real, así que cuando entre a la universidad cambie la historia de mi nombre.

- Y como es esa versión??

- Jaja, mi abuela paterna era mitad francesa por parte de su madre y casualmente se llamaba Gabrielle, así que prefiero hacerle honor a mi bisabuela que a una cantante - sonreí, habíamos pasamos por algunas calles que no conocía y por fin llegamos a un pequeño café que no tenía mucha gente pero resultaba realmente acogedor.

- Aquí es...- se acercó a mí oído y dijo - es mi lugar secreto, así que no le cuentes a nadie - sonrío después se llevó el índice a los labios, me hizo reir

- Desde cuando es tu lugar secreto? - le dije mientras nos sentamos a la mesa

- Desde que me di cuenta que los paparazzi no vienen por estos locales ya que no son tan elegantes.

- Que listo! - Le dije, entonces el mesero llego para tomarnos nuestra orden. Tom pidió por los dos, dijo que me encantaría y que era una sorpresa.

Aún hacia un poco de frío me encoji y me lleve las manos a la boca para calentarlas con mi aliento, Tom no dejaba de mirarme, eso me ponia un poco incomoda.