Maldita Suerte La Mia

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*Jerry*

Un rayo de sol entro por la ventana despertándome. Cuando abrí los ojos note que no estaba en mi habitación, fue cuando sentí un movimiento, era Tom que se encontraba junto a mi. Fue entonces que recordé lo sucedido anoche, no pude evitar ponerme completamente rojo. Aunque haya sido la mejor noche de mi vida. Me vestí y vi la hora, las 12:45! No puede ser, Spike debe estar muy preocupado por mi. Sin pensarlo 2 veces salí corriendo dejando una nota para Tom avisando que me iba.

Cuando llegue a casa intente abrir la puerta pero note que algo la bloqueaba.

-Auch!- escuche al mover la puerta.

-Spike? Que haces ahi? Vas a coger un resfriado.- con tan solo verlo me di cuenta de que no había dormido en toda la noche.

-Jerry! Me alegro tanto de que hayas llegado a casa. - dijo dándome un abrazo.

-Spike, me esperaste todo este tiempo? .... Spike?- se había quedado dormido. Lo lleve a su cuarto y lo recosté en su cama, aunque no lo parezca no soy débil.

-(Suspiro) Que hare contigo, pareces un cachorro al que debo cuidar.- me iba a levantar para salir del cuarto cuando sentí una mano sobre la mía sujetándola.

-Por favor no me dejes.- dijo Spike de manera cansada y con los ojos cerrados.

Puse mi mano en su cabello y lo moví un poco.

-Nunca grandísimo bobo.-

*Tom*

Cuando desperté note que Jerry no estaba. Al principio me preocupe pero después vi la nota que había dejado en el escritorio.

Lo siento tube que regresar, no podia dejar a Spike solo.

Gracias por lo de anoche, fue maravilloso.

Te amo.

-Jerry

Eso ultimo me hiso sonrojar mucho. Definitivamente el era el único en mi corazón. Aunque no me gustaba que estuviera viviendo con ese perro pulgoso. El tan solo pensar en ellos dos bajo un mismo techo hace que me hierva la sangre de ira. Aunque no hay mas que hacer ya que Jerry confía en el.

Tome una ducha y me arregle un poco. Baje y escuche la puerta abrirse.

-Tom! Ya regresamos!- era mi madre gritando.

-Hola, regresaron antes.-

-Lo dices como si no hubieras querido que regresaremos.- dijo mi madre haciendo un puchero. Típico de ella, talvez sea una gran mujer de negocios pero en casa siempre es muy infantil.

-No claro que no. Es solo que no me lo esperaba.-

-Martha, déjalo. Es un muchacho joven y le gusta tener tiempo nada mas para el. - dijo mi padre.

-Pero Miguel! Yo quiero estar con mi hijo~. -

-Tranquila mama, ya están aquí así que podemos pasar un rato juntos. -

-Siiii!- me dio un abrazo. -Por cierto, adivina quien regresa desde Europa.-

-Quien?-

-Kat! Te acuerdas de ella? La niña con la que jugabas cuando eras pequeño. -

Como olvidarla, si no mal recuerdo tenia los ojos azules y un extraño color de cabello, era blanco. Era muy caprichosa y mandona, aunque siendo sincero, estuve enamorado de ella por un tiempo.

-Me alegro tanto de que regrese. Estoy seguro de que ella si nos daría un buen legado. Sin mencionar que viene de una muy buena familia.-

-P-Papa! No digas esas cosas!-

-Jejeje parece que nuestro niño esta un poco avergonzado. - mi mama se burlo un poco.

-Como sea voy a salir. -

-Espera ahi.- me detuvo mi padre.

-Que pasa?-

-Pues veras, le prometimos a los padre de Kat que saldríamos con ellos. Así que debes ir a arreglarte.-

-Que?! Por que hacen planes sin consultarme?!-

-No hay mas peros. Ve a arreglarte.- mando mi padre.

Después de un rato ya nos encontrábamos en un restaurante. A lo lejos veía a los padres de Kat y a Kat. Parece que el tiempo le hiso bien. Tenia un cuerpo bien formado y las facciones de su rostro eran sencillas. Parecía una muñeca de porcelana, es el tipo de chica con la que hubiera salido antes de conocer a Jerry.

-Tom!- dijo Kat abrazándome.

-Si...Hola Kat.-

-Vaya no has cambiado en nada. Sigues siendo igual de guapo.-

-Em.... Gracias....- esto era incomodo.

La cena paso demasiado lento, todo era aburrido e incomodo. Ella no dejaba de coquetear conmigo y yo ya no hallaba manera de quitármela de encima. Fue entonces que nuestros padres decidieron que seria bueno dejar a los jóvenes "solos" mientras ellos iban por unos tragos. Maldita suerte la mía.  

-Vaya al fin estamos solos.- dijo acercándose a mi.

-Si... em... Creo que ya debería llevarte a tu casa.-

-Pero tienes miedo? Gatito asustadiso?- estaba demasiado cerca. En eso me jalo de mi camisa y me beso.

*Jerry*

Spike y yo habíamos salido. Me sentía mal por haberlo hecho esperar solo en casa. Habíamos tenido un dia muy divertido y ya íbamos de regreso.

-Je-rry!- dijo abrazándome por la espalda.

-Spike! Hahaha, no hagas eso! Hahaha-

-Bueno pues ya te suelto. Oye mira halla, no es aquel gato?- dijo apuntando a Tom, estaba con una chica y estaban, BESANDOSE!

-Estas bien Jerry? Pareces un poco molesto.-

-Estoy bien, no me importa lo que haga ese gato estúpido.- dije saliendo de ahi junto con Spike.

*Tom*

En cuanto ella me beso pude notar que Jerry estaba viendo y solo alcance a escuchar cuando me llamaba gato estúpido para después irse con ese perro pulgoso. Me separe de Kat.

-L-Lo siento. Me tengo que ir.- antes de que dijera algo salí corriendo en la dirección que había tomado Jerry. Sin embargo ya no estaba.

-MALDITA SUERTE LA MIA!-





Tom y Jerry [Este amor que te tengo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora