Capítulo 21

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Mi mente divagaba entre los miles de recuerdos que se pasaban por mi cabeza. Mi cuerpo estaba quieto quizás porque sabía que si hacía movimiento alguno, mis piernas temblarían y no serían lo suficientemente fuertes como para sostenerme. Sentí una corriente fría que me recorrió de pies a cabeza y que se extendió hacia mis manos, mis dedos trataban de moverse pero mi cerebro no dirigía esa información, tenía la mirada perdida en el cielo oscuro y gris que me decía que pronto iba a llover a pesar de aún ser muy temprano. Un lejano y extraño zumbido se escuchaba pero no parecía ir de acuerdo con el ruido que hacen los autos al pasar.

- ¡Margaret! - escucho que alguien me llama, pero yo aún sigo sin responder. Mi cuerpo se ha quedado estático parado en la puerta de mi casa, mi ojos se dirigen hacia el suelo donde hace unos segundos me pareció ver a alguien - ¡Margaret!.

El aire se filtra por mi nariz inundando mis pulmones de un frío que me hace temblar, cierro los ojos y la imagen de un niño pequeño de grandes ojos azules y cabello negro ondulado llega a mi. Ambos corremos intentando ver quien llega primero al tobogán que queda en el parque a las afueras de nuestra casa, él me saca ventaja porque es muy hábil y rápido, en cambio yo llevo un pequeño vestido floreado que hace que mis piernas se vean mas flacas de lo que solían ser. Él sonríe y su sonrisa inunda por completo mi corazón, me da un abrazo que me llena de su fragancia y me promete que nunca me abandonara y que siempre estará para mi y para mamá.

- ¡Margaret! - siento un leve empujón en mi hombro el cual me hace despertar de aquel trance al que había caído. Su rostro reflejaba preocupación, y es que yo simplemente aún no puedo asimilar lo que acaba de suceder. - ¿Estas bien?

Lucian escudriña mi rostro tratando de descifrar lo que siento, pero no, no estoy  bien, ese chico, él, él no puede ser mi hermano, no puede.

- Sí- susurré tan bajo que ni siquiera estaba segura de haberlo dicho.

- Debes entrar o te congelarás aquí afuera- habló con preocupación mientras tomaba mi rostro con sus manos e intentaba calmarme con aquella caricia.

Mi mirada estaba perdida, tenía un hueco en el corazón tan grande que dolía, dolía con cada segundo que transcurría.

- ¿Dón...de está? - inquirí.

- Lo lleve adentro, esta ardiendo en fiebre - asentí y entre a la casa, la calefacción me golpeó directo a la cara y agradecí la ola de calor que llenaba el lugar.

Mi cuerpo se estremeció al ver al hombre que decía ser mi hermano con el cuerpo tembloroso y lleno de sudor, sus labios completamente resecos y sus párpados se apretaban fuerte al cerrarse como si estuviera sufriendo por dentro. No podía, no podía verlo así, me negaba a creer que aquel chico era mi hermano, algo dentro de mi se estaba quebrando, y dolía como los mil demonios.

- Maggy - su boca pronunciaba mi nombre entre delirios lo cual sólo lograba quebrarme más y más. Di unos pasos y me agache para estar a su altura, él estaba echado sobre el sofá de mi sala, apenas entraba en este ya que era muy alto y grande.

Las yemas de mis dedos apenas y tocaron su rostro, el cual estaba ardiendo como el mismo fuego, podía ver las gotas de sudor alrededor de su frente y su cuello, su pecho aún subía y bajaba con irregularidad.

- Maggy.. - volvió a repetir.

- Shh... ya.. estoy aquí- acaricie su frente y su cuerpo se tensó ante mi tacto.

- Margaret - Lucian entro a la sala con un vaso con agua fría y un paño mojado pero al ver mi rostro se detuvo en seco. Me levanté del suelo y camine hacia él, tome el vaso y el paño y me gire para ir devuelta a mi sitio pero él me detuvo.

Tengo Sed de TiWo Geschichten leben. Entdecke jetzt