Y como acertando a mis conclusiones, al abrir la puerta estaban todos debatiendo en la mesa. Se callaron al verme y sus expresiones demostraban rabia, indignación y cansancio.

Caminé hasta el fondo de la oficina, a mi puesto y apoyé ambas manos en la gran mesa para mirarlos uno a uno.

—Hablen —les pedí, mi voz sonó muy calmada a pesar de la molestia que crecía en mi interior. Todos se miraron uno a uno y yo sólo esperaba que me explicaran de una vez que diablos sucedía. Oliver también estaba en la mesa y me miró con su ceño fruncido.

—Su padre, señor —me comenzó a decir Ron. Volví a fruncir mi ceño.

—¿Que pasa con mi padre? —le pregunté mirándolo a los ojos.

Volvieron a mirarse uno al otro.

—El dinero que obtuvimos ayer...bueno, resulta que Mark mandó a uno de sus Contadores para ir a dejarlo a la Cuenta Bancaria...y... —Kristina se calló cuando Mark entró a la oficina.

—Con permiso, señor. Estaba ocupado con una entrevista —se disculpó sentándose en su respectivo puesto. Ni siquiera al pensar en Emily mi confusión y molestia disminuyó.

Ya comenzaba a saber lo que ocurría pero no quería creerlo.

—¿Y? —pregunté alzando mi voz.

—El que se suponía que era mi Contador...resultó ser uno que trabajaba para su padre...y él mismo lo mandó a que sacara todo el dinero de la cuenta privada —me terminó de contar Mark, dejándome sin aire en mis pulmones. Esto definitivamente no estaba ocurriendo.

—¿Qué? —pregunté aunque para mí mismo—Estan hablando de mi padre...escuchen, será mejor que detengan esta maldita broma —Mi enojo aumentó más y sentía que mi respiración se aceleraba. Miraba a cada uno, casi desesperado.

—Peter —me llamó Oliver haciendo que lo mirara—Es verdad—me dijo totalmente serio.

—¡¿Están diciéndome que mi propio padre nos robó todo el dinero que recaudamos en estos pocos días?! —Mi voz sonó más fuerte de lo normal y mi expresión de molestia era obvia.

—Lo siento, señor —me dijo en voz baja Tom, haciéndome saber que todo era verdad.

—No puede ser cierto —Me decía a mí mismo, aunque en voz alta—Esto es una estupidez—Y me reí a pesar del dolor y la rabia, me veía demasiado patético. Al ver su expresión seria de cada una de sus caras, detuve mi risa de golpe. No aguanté la rabia—¡¿Cómo es que esto pasó?! —pregunté casi gritando. Ninguno me respondió aumentando mi enojo—¿Mark?—lo miré casi dando un golpe en la mesa.

—Como le dije, señor. Uno de mis Contadores trabajaba para su padre y hoy, temprano, se dirigió al banco con la contraseña de la cuenta... —Bajé mi cabeza y llevé mis manos a mi cabello intentando entender toda esta situación—...sacó todo el dinero, señor y se lo entregó a su padre—concluyó Mark.

—Estamos en quiebra, señor —me dijo Oliver, levanté de inmediato la cabeza y lo miré sin creerlo.

«¿Cómo pudo hacerme esto, mi propio padre, el donador de esperma y el único compañero que tuve en toda mi vida?»

Sentía que el suelo bajo mis pies se movía, sentía total indignación. Mierda, jamás me sentí tan traicionado en mi vida y a la vez sentía un pequeño dolor en mi pecho.

—¿Qué hay de mi padre? —pregunté mirando el suelo. Estaba rendido, mi voz era calmada casi quebrada—¿Dónde está mi papá ahora mismo?

Sabía que estaba de viaje pero eso significa que tal vez les dijo otra historia a sus ex trabajadores.

MyLoveNessWhere stories live. Discover now