Su Esencia De Chocolate

Desgarrador relato y emotivo reencuentro

Al día siguiente, busque a una persona que había prácticamente conocido a aquella chica desde pequeña, y con una mirada que entristecía me dijo que estuviese preparado para todo y que le prometiera no hacer nada.

Empezó a contarme, era triste saber todo lo que había pasado, durante mucho tiempo pensé que mis escritos se los había llevado el viento, cada palabra que decía destruía mi ser, era desgarrador todo lo que decía. Y recuerdo cuando especialmente dijo esto: -Muchos idiotas le prometieron muchas cosas, pero en realidad la hicieron sufrir, durante todo este tiempo le decíamos y dábamos consejos, pero siempre que acababa una relación decidía llenar ese vacío con alguien más, fue difícil para ella encontrar alguien que la hiciera feliz, por eso en su búsqueda pensó que lo encontraría, esa búsqueda que la convertiría en el chisme de ellos mismos diciendo y llamándole de todo, como si jamás lo hubiesen amado, bueno jamás lo hicieron, porque si lo hubieren hecho jamás la llamarían de esa forma, diciendo que era lo peor y todo lo que te puedes imaginar, una vez me contó de ti, de todas las cosas que le decías y que jamás le fallarías, fue verdad y te lo digo porque las pocas veces que te menciono en frente de mi sonreía, una sonrisa que fue perdiendo con el tiempo y que con lágrimas leía todos tus mensajes. Hoy estas aquí buscándola como le prometiste y hoy yo que jamás pensé que había alguien como tú me doy cuenta que en verdad jamás le has fallado.

Ya terminaste. Le dije con lágrimas en mis ojos.

Ella respondió que sí, y me dio un fuerte abrazo. Al mismo tiempo que me dijo que la acompañara.

Decidí acompañarla y me llevo a su casa, allí me soltó y dijo que entrara a una habitación. Cuando entre, mis lágrimas salieron y aquella mujer que estaba en la cama triste y con el cabello largo sonrió, al mismo tiempo caí de rodillas y la abrace sin parar, el llanto entre ambos no paraba y me tomo del rostro y me dijo: recuerdas el día de mi cumpleaños, aquel día en que nos conocimos, aquel día en que conocí tu sonrisa y tú la mía, aquel día en que fuiste el mejor regalo de cumpleaños, el día en que conocí al único hombre que jamás me ha fallado.

Esas palabras invadieron mi alma y mis recuerdos, y fue allí donde me di cuenta que había poseído siempre la esencia de chocolate que desde que tenía doce años cautivo mi vida y las locuras que he hecho

Esa noche en su habitación, empezamos a contar como nos conocimos y prometí ayudarla a superar muchas cosas que habían pasado, había vuelto a saber que mi loquilla aún se encontraba en esta dimensión que creé para comprender lo que siempre mi mente creo en una diferente en que solo los dos conocíamos sin falta.