-Serás mía esta noche, pequeña zorra. –El reloj tocó las 12:10 y ellas no se besaron. Y ahí me desmayé, todo era blanco, había vuelto al limbo.

-No... no, ¿por qué? No, no, no. –Me desplomé en el piso –o lo que sea- a llorar, no podía creer que había fallado, fallé, he fallado, ya no existo, no soy nadie.

-Oh, cariño. –Ronda se arrodilló y me tomó por los hombros- Tranquila, esto pasa, estarás bien, puedes quedarte conmigo. –Mis lágrimas salían sin control, estaba vacía, ya no quedaba nada, absolutamente nada.

-No quiero, ¡Quiero ir a casa! Quiero a mi mami y a mi madre, quiero me abrasen y me digan que todo estará bien, quiero verlas besarse, quiero oírlas decirse que se aman la una a la otra, quiero una familia, eso es lo que siempre he querido. –Dije entre llanto. No podía soportarlo. Ya había terminado.

-Lo siento, lo siento mucho cariño. –Ronda seguía pasando mi mano a través de mi espalda, intentando consolarme pero no funcionaba porque todo estaba roto, yo estaba rota.

-Ronda. –Una voz resonó por todo el lugar, una voz masculina.

-Chase ¿Qué pasa? –Un hombre alto, de cabello rubio y ojos marrones con una barba se acercó a nosotros con un portapapeles.

-Ha habido una excepción... y no lo planeamos. –Ronda se levantó y lo miró, él le pasó el portapapeles y ella mostró cara de sorpresa.

-Dios mío, ¿cómo es posible? –Ronda levantó la vista hacia Chase y este le dio una sonrisa, luego ambos me miraron. Yo todavía estaba en el piso derramando lágrimas- Nicole... tus madres... se han besado, están juntas, se aman. –Salté del piso mirándolos con esperanza.

-¿En serio? –Ambos asintieron.

-Puedes volver a tu época. –Sonreí.

-Esperen. ¿Puedo volver al baile? Solo quiero despedirme. –Ellos se miraron entre sí y sonrieron.

-Claro que sí. –Dijo Chase.

-Ya sabes. –Apremió Ronda. Asentí y cerré los ojos, el aire frío me golpeó la cara y logré escuchar la música.

Abrí los ojos, estaba de nuevo en el baile. Vi a mi lado estaba Raphael sobando su mejilla, supuse que mi valiente madre lo había golpeado, sonreí y me acerqué al centro del gimnasio, estaban a punto de anunciar a los reyes del baile.

-Lo atrasamos un poco para que pudieras ver lo que pasó. –Escuché una voz detrás de mí, me giré y vi a Ronda junto a Chase, me sonrieron y les devolví la sonrisa.

-Muy bien, estudiantes, atentos, estamos por anunciar a los ganadores. –mi madre estaba junto a mamá, mirándola a los ojos, no estaban prestando atención a lo que decía el chaperón.

-Y los ganadores son... -El chico de la batería hizo los redobles- ¡Lauren Jauregui y Keana Marie! –Todo aplaudieron, Keana estaba dando saltitos pero nadie se acercó a felicitarla. Subió a la tarima y le colocaron la corana, a pesar de ser un chisme estaba feliz. Mi madre subió al escenario a regañadientes porque mi mamá se lo pidió, le colocaron la corona y el chaperón le dio el micrófono, ella vaciló pero al fin lo tomó.

-Bueno... ¿qué puedo decir? Ya lo esperaba, lo que no esperaba, en este año escolar... o nunca, era enamorarme. –Se oyeron los murmullos por todo el salón. Ella se quitó la corona- No quiero ser su reina. Sé que la tradición es que el rey debe salir con la reina durante todo el año escolar pero... esta chica. –Apuntó a Keana al fondo- No es mi reina, ni lo será nunca... mi reina... es Camila. ¡Ronnie apuntala con el reflector! –Le ordenó al chico de las luces, este obedeció y una luz entre violeta y celeste cayó sobre mamá, haciéndola lucir como un ángel- Conózcanla, ella es mi Camz, Camila Cabello, ha sido invisible por mucho tiempo pero hoy, hoy brilla más Time Square, y todos aquellos que estén pensando en quitármela les advierto que los dejaré como camote... creo que ya lo saben. –Todos miraron al fondo a Raphael que seguía acariciando su mejilla morada por el golpe. –El punto es... que no seré la reina esta noche. –Le lanzó la corona a un chico del público- Llámenme estupida, no me importa. – mi madre le devolvió el micrófono al chaperón y antes de que se bajara todo el mundo aplaudió, pitó y celebró.
Mi madre se acercó a mamá quien estaba a mi lado y la besó.

-Mmm, no fue tan malo ¿eh? –Ella rio. Juntaron sus frentes y se miraron a los ojos.

-No, porque te tengo a ti, mi reina. –Mamá sonrió y la volvió a besar.

-Dios... -Murmuré. Me alejé un poco y dejé que bailaran un rato. Se veían hermosas, y yo estaba segura de que antes de venir aquí esto nunca había pasado, mi madre nunca declinó el derecho a la corona del rey del baile, mamá nunca se enfrentó a Keana y ellos nunca bailaron esta pieza, pero justo ahora eso no importaba, yo sabía a ciencia cierta que yo había sido un error que ayudó a aquella grieta en su matrimonio se agrandara y me sentía culpable por ello pero ahora, ahora me sentía orgullosa.

El baile estaba terminando y ellos se acercaron, yo estaba en la puerta de salida, lista para volver.

-Hola Nicole. –Me saludó mi madre llegando de la mano de mamá- ¿Cómo te sientes? –Yo sonreí.
-Muchísimo mejor. –Las abrasé mientras soltaba algunas lágrimas.

-Las extrañaré. –Susurré. Me separé de ellas.

-¿Ya tienes que irte? –Preguntó mamá con tono de tristeza.

-Sí. –Asentí.

-¿a dónde irás pequeña? –Preguntó la otra chica.

-a casa... yo, encontré a mis madres... a las verdaderas. –Ellas sonrieron, en cierta parte, no estaba mintiendo.

-Es genial. –Dijo mi madre.

-Te extrañaremos, cuídate mucho. –Los abrasé de nuevo.

-Las quiero.

-Y nosotras a ti.

Me separé y vi por la ventanilla de la puerta del gimnasio. Ronda y Chase me esperaban, hacían ademanes para que fuera con ellos hacia una luz, una hermosa luz.

-adiós. –Dije, pero cuando estaba a punto de abrir la puerta, se me ocurrió algo- Escuche, si tienen hijos, por casualidad una niña... -Mamá se sonrojó al instante y mi madre la miró pícara- ... Y ella golpea a un compañero de clase... no la envíen a un internado ¿Sí? –Ellas rieron.

-Ok. –Mi madre abrazó a mamá por la cintura desde atrás.

-No lo haremos, prometido. –Levantó su mano y mi madre igual.

-Bien. –Asentí- Adiós. –Salí por esa puerta sin mirar atrás, camino a mi nueva vida, era hora de volver, para bien... o para mal.

-¿Lista? –Preguntó Ronda.

-Más que eso. –Asentí. Ellos me tomaron de la mano y cruzamos, atravesamos esa luz que me llevaría a casa, con mi familia.  


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Hola!...¿Como están?

Les quería pedir perdón por no actualizar, pero el colegio no me deja tiempo para hacerlo...Pero bueno, volví de nuevo.

También les quería dar gracias por los votos, comentarios y a las personas que leen, los amo enserio, muchas gracias por leer esto, LOS AMO!!

La Historia De Mis Madres (Camren G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora