6. ¡¿Pie Grande?!

82 5 0
                                    

—Sera divertido... decían. No nos perderemos... decían. Tenemos suficiente gasolina... decían —Riley miraba un punto fijo, pero a la vez viendo nada.

Rodé los ojos, es decir estábamos en medio de la nada, sin gasolina, hacía calor, había muchos mosquitos... pero estábamos bien.

—¿Quieres tranquilizarte? Estaremos bien—dije dándole un codazo.

—Eso decían de los Morgan.

—¿Quiénes son los Morgan? —pregunté.

—Exacto —abrió los ojos más de lo debido.

—Okeey.—Dije tratando de entenderla pero por favor, es Riley, nunca llegaré a entenderla.

Los chicos habían intentado empujar la camioneta, sin embargo no pudieron, es más parecía como si estuvieran a punto de desmayarse.

—¡Oh vamos, hasta mi abuela tiene más fuerza que todos ustedes! —exclamó Jake, quien estaba sentado sobre una roca y abanicandose con unas hojas.

—Quieres callarte y venir a ayudarnos, idiota—Aaron parecía no agradarle mucho la idea de estar en medio de la nada y sin comunicación alguna. Es más a Aaron no parece agradarle nada.

—Para mi que es gay—susurró Riley a mi lado.

—No lo creo, sólo es muy vanidoso —ella rodó los ojos.

Todos estaban comenzando a desesperarse, incluyendome.

—¿Por que no nos separamos y algunos vamos por gasolina, a la gasolinera? —exclamó Ethan

—Es una isla, genio, aquí no hay gasolineras
—contestó Tyler.

—¿Y cómo funcionaba el taxi que nos llevo a la casa?—preguntó Riley.

—Gas natural.

—Muchas ciencia para mi.

                                🌝🌝🌝

Después de un rato de estar discutiendo, decimos que la única forma de llegar al lugar predestinado era caminando, después veríamos que pasaría con la camioneta. Caminamos y caminamos. Estaba anoche siendo lo que no era muy favorable por que me da miedo la oscuridad, pero en ese momento me daba igual no único que quería era sentarme y que ningún monstruo abominable venga a intentar comernos.

Al llegar notó que es un lugar agradable pero tenebroso a la vez, esta rodeado de plantas tropicales y palmeras.

Todos comenzaron a sacar sus casas de campaña y comenzaron a armarla ¿Cuál era mi problema? Que yo no tenía ni la mínima idea de cómo hacerlo. Lo intente pero parecía que en cualquier momento iba a salir volando y golpear a un pobre osito que ande por ahí, voltee a todas partes en busca de alguien me ayudara y entonces visualice a un pelirrojo sentado en un tronco frente a su casa de campaña el único que ya había terminado era Aaron y era el único que podría ayudarme.

—¡Hey tú! ¡Aquiiiiles! —grité a todo pulmón pero no volteó — ¡Aaron, Aaron, Aaron, Aaron Aaron! —volví a gritar mientras me acercaba más a él, se me quedo viendo como si fueran mis últimos instantes de vida.— Bueno ya que tengo tú "humilde" atención ¿Podrías ayudarme a armar m....?

—No

—Pero ni siquiera me has dejado term...

—Noo.

—Pero...

—No.

—¡DÉJAME TERMINAR! —Grité desesperada—¿Quisieras ayudarme a armar mi casa de campaña?

Un Verano de LocosWhere stories live. Discover now